Una historia de la promiscuidad

Elogio de la impureza. Promiscuidad e historia en Norteamรฉrica

Mauricio Tenorio Trillo

Siglo XXI Editores

Ciudad de Mรฉxico, 2023, 172 pp.

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Quien escribe una historia de la promiscuidad busca provocar. El libro mรกs reciente de Mauricio Tenorio Trillo (La Piedad, Michoacรกn, 1962) parte de los acalorados โ€“aunque no particularmente fรฉrtilesโ€“ debates en torno a la raza y al racismo menos para insertarse en ellos que para desequilibrarlos, voltearlos al revรฉs y, esperemos, destrabarlos. Elogio de la impureza se finca tambiรฉn en โ€œla infamia de la razaโ€, pero se aparta del lenguaje, los espacios y la perspectiva que han dominado la discusiรณn. El autor recurre a un vocabulario barroco, que oscila entre la erudiciรณn y el vernรกculo piedadense a la antigรผita, que a veces enreda. Sobre todo, se distancia del lรฉxico de campus universitario, a un tiempo cientificista y moralino, que domina el discurso antirracista. Esta praxis acadรฉmica, nos advierte Tenorio, cargada de buenas intenciones, performativa y ritualizada, โ€œdeviene en, primero, nadaโ€ y, segundo, genera โ€œuna especie de campo magnรฉtico invencible, racismo/antirracismo, que lo absorbe todo sin reparar en detalles de historia, circunstancias, claseโ€, que refleja y apuntala un โ€œmercado polรญtico y cultural de categorรญas fijasโ€.

Elogio de la impureza busca entonces desmenuzar trayectorias diversas y enmaraรฑadas desde la historia, como forma de mirar interesada en cambios y continuidades, en particularidades y detalles, reacia a los modelos y clasificaciones que, abstrayรฉndose del movimiento perpetuo, pretenden fijar sentidos y simplificar complicaciones. Su objeto de estudio no es la raza, que sabemos no existe sino como invento del racismo. Se centra en otro โ€œembusteโ€, el โ€œmestizajeโ€, proceso de mezcla biolรณgica, social y cultural, que, se dice, diluye la raza hasta hacerla desaparecer. La mezcla, nos recuerda el autor, por la ley universal de la concupiscencia โ€“esa que, segรบn Tenorio, dicta que โ€œceteris paribus, y al haber la ocasiรณn, todos yacen con todos, ayer, hoy y maรฑanaโ€โ€“, existe siempre y en todo lugar. No obstante, es interpretada, calificada y procesada de formas distintas.

Las construcciones de raza, Estado y naciรณn ocupan el centro de las preocupaciones de Tenorio. Sin embargo, elige, para explorarlas, el abigarrado espacio transnacional de Amรฉrica del Norte. Al reunir, en el mismo campo de anรกlisis, a Mรฉxico con el paรญs al que miramos siempre (Estados Unidos) y aquel del que no nos acordamos casi nunca (Canadรก), el autor muestra cรณmo sus historias se tocan, cruzan y entretejen, para curarnos de cualquier ilusiรณn de que las cosas pasan porque asรญ somos los mexicanos. Desde el siglo XVI, al integrarse a un rรฉgimen imperial, colonial y globalizado, en Norteamรฉrica se encontraron, convivieron y se mezclaron gentes, cosas y bichos que venรญan de cuatro continentes. Castellanas, francesas o inglesas, las autoridades coloniales, como despuรฉs las nacionales, instituyeron todas mecanismos y categorรญas para, escribe Tenorio, โ€œdotar de sentidoโ€ a esta alarmante โ€œpromiscuidadโ€… y con ello estructurar y disciplinar a las poblaciones que gobernaban.

Asรญ, en el siglo XVIII, la Corona britรกnica contaba con quienes emparentaban con comunidades distintas para enlazar โ€œterritorios que incluรญan varias soberanรญas y leyes catรณlico-francesas, pactos con indรญgenas [y] ausencia de esclavitudโ€. A partir de la dรฉcada de 1860, el federalismo canadiense, que no querรญa ver mรกs que naciones, empujรณ a los hรญbridos, como los mรฉtis, โ€œa ser indios a ratos o nada o algo especial, o mejor no, siempre sรญ indios, todo dependรญaโ€. Un siglo mรกs tarde, para desarmar al embate del nacionalismo quรฉbรฉcois, exaltรณ, con el โ€œmulticulturalismoโ€, culturas diversas, igualmente valiosas y no revueltas.

Al sur, la capacidad de los novohispanos โ€“indรญgenas y mestizosโ€“ para negociar, comprarse o protagonizar un lugar distinto dentro de la jerarquรญa colonial โ€“posibilidad fantรกsticamente ilustrada en las representaciones pictรณricas del Purgatorio como lugar de trรกnsito y redenciรณnโ€“ desordenรณ el orden que pretendรญan asegurar sus irritados gobernantes. En cambio, antes y despuรฉs de la Revoluciรณn, las รฉlites polรญticas y culturales mexicanas ensalzaron el mestizaje, siempre y cuando significara reducir lo indรญgena a folclor y antigรผedad monumental y gloriosa. Tan seductora resultรณ la idea que la unesco considerรณ, brevemente, que el modelo mexicano podรญa servir para amainar los estragos del nazismo y el imperialismo. Por otra parte, dentro de esta historia, compartida, de inventar para lidiar con la melcocha, la respuesta estadounidense al mestizaje resulta a un tiempo excรฉntrica e influyente: su legislaciรณn racial inspirรณ a la del Tercer Reich alemรกn; los conceptos y herramientas de su academia โ€“los desconcertantes colorรญmetros y โ€œguรญas oficiales de tonos de piel de Pantoneโ€ incluidosโ€“

{{ Como la del Proyecto sobre Discriminaciรณn ร‰tnico-Racial en Mรฉxico, PRODER, disponible en el sitio web de El Colegio de Mรฉxico.}}

 se retoman en otras latitudes. Tenorio reseรฑa cรณmo, dentro de sus fronteras, resultรณ particularmente eficaz y adversa.

Al mediar el siglo XIX, tras la destrucciรณn de la esclavitud por la guerra, la repรบblica democrรกtica construyรณ un repertorio de leyes racistas para mutilar ciudadanรญas: dejar fuera, desposeer, oprimir y segregar, en el caso de los afroamericanos, hasta la dรฉcada de 1960. Al calor de la turbulenta polรญtica que siguiรณ a la guerra civil, los publicistas estadounidenses inventaron el tรฉrmino miscegenation, mรกs que para impedir el mestizaje, para deslegitimar a quienes eran encerrados en categorรญas raciales. Estas medidas draconianas reverberaron en el resto del continente: a partir de las รบltimas dรฉcadas del siglo XIX, la legislaciรณn migratoria racista transformรณ los patrones de movimiento de poblaciones y dio origen a las comunidades judรญas y chinas en los vecinos del norte y del sur. Por otra parte, los miembros de la comunidad mexicana en Estados Unidos, que eran al mismo tiempo โ€œgente de colorโ€ y โ€œblancos por leyโ€, revolvieron y fracturaron categorรญas legales que se querรญan estables e inamovibles. De ahรญ, alega Tenorio, que la experiencia mexicana, de ambos lados de la frontera, pueda sugerir caminos para andar y salir del entuerto.

El autor concluye โ€“cosa rara para un historiadorโ€“ con una โ€œpropuesta finalโ€ y una serie de sugerencias concretas. Todas implican desengaรฑarnos de que la soluciรณn al problema lacerante de la desigualdad, agravada sin duda por el racismo, va a pasar por lo โ€œracialโ€, montada en la misma lรณgica del aรฑoso y complejo esquema que constituye accidentes โ€“de origen, linaje y colorโ€“ en, por un lado, prueba de desigualdad y, por el otro, en identidad y esencia. Propone, por lo tanto, apartarnos de esa โ€œgran mentira que lleva siglos de llenarnos la cabeza y de vaciarnos el corazรณn y la bolsa; a saber, la razaโ€. Fรกcil no va a estar… pero vale la pena intentarlo. ~

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es doctora en historia por El Colegio de Mรฉxico. Coordinรณ, al lado de Pablo Mijangos y Josรฉ Ramรณn Cossรญo, Derecho y cambio social en la historia (Colmex, 2019).


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