The unsettling of Europe. The great migration, 1945 to the present Peter Gatrell
Londres, Allen Lane, 2019, 400 pp.
The unsettling of Europe. The great migration, 1945 to the present es una exhaustiva, rigurosa y amena historia de Europa a travรฉs del fenรณmeno de la migraciรณn. Su autor, Peter Gatrell, historiador de las migraciones y profesor de Historia Econรณmica en la Universidad de Mรกnchester, demuestra que detrรกs de la gran mayorรญa de cambios en la segunda mitad del siglo XX hay grandes flujos y movimientos migratorios. Como explica, โen ambos lados del Telรณn de Acero el milagro econรณmico que tuvo lugar en el tercer cuarto de siglo dependiรณ de una promesa de abundancia, que fue sin embargo cumplida por trabajadores migrantesโ.
El fin de la Segunda Guerra Mundial no acabรณ con los desplazamientos forzados de poblaciรณn. Las potencias aliadas reordenaron el continente, gestionaron el retorno de los desplazados y refugiados. A veces esto se realizรณ de manera radical y poco humanitaria. Fue una รฉpoca, como dice Gatrell, de โexpulsiones descontroladas y deportaciones por iniciativa de los Estados, ajustes de cuentas y una remodelaciรณn coordinada del mapa de Europa del Esteโ. Los alemanes de Europa del Este y Central sufrieron la venganza de los paรญses anteriormente ocupados por los nazis. Checoslovaquia, Polonia, Rumania o Yugoslavia expulsaron a diez millones de alemanes (solo en Polonia fueron seis millones). Los aliados consideraban que para garantizar la paz habรญa que reconstruir Estados naciรณn รฉtnicamente homogรฉneos.
Muchos de esos desplazados vivieron en un limbo durante aรฑos, otros muchos comenzaron a ser utilizados para la reconstrucciรณn de Europa. La migraciรณn era esos aรฑos una cuestiรณn logรญstica o econรณmica. Los Estados seleccionaban a los desplazados que les interesaban para cubrir la demanda de trabajo: jรณvenes, sin problemas mentales o fรญsicos, preparados para el trabajo manual, las mujeres no podรญan quedarse embarazadas. A veces la selecciรณn era en base a la etnia. En paรญses como Francia, por ejemplo, muy celosos con su identidad nacional, la selecciรณn era muy cautelosa: se buscaban migrantes que encajaran con el โespรญritu francรฉsโ.
Detrรกs del proyecto de integraciรณn europeo estaba no solo el deseo de mayor armonizaciรณn econรณmica sino tambiรฉn el de repartirse la poblaciรณn migrante. La preocupaciรณn por la migraciรณn no era una cuestiรณn humanitaria sino de capital humano.
No fue hasta unos aรฑos despuรฉs, en 1951, cuando se creรณ la Convenciรณn sobre el Estatus de los Refugiados. El estatus de refugiado era muy claro y no se aplicaba a todos los desplazados: un refugiado era alguien exiliado y perseguido por sus ideas polรญticas que no puede volver a su paรญs de origen. Este no era el caso de la mayorรญa de expulsados alemanes que fueron โrepatriadosโ de otros paรญses a Alemania, y tampoco el caso de los millones de inmigrantes que fueron recolocados en otros paรญses. En el concepto Gastarbeiter (trabajadores invitados) en Alemania habรญa una lectura exclusivamente laboral de la migraciรณn. Entre 1955 y 1973, afirma Gatrell, alrededor de catorce millones de trabajadores invitados llegaron a Alemania Occidental y, de esos, once volvieron a sus paรญses de origen (en general Italia, Grecia y Espaรฑa).
Gatrell tambiรฉn analiza la cuestiรณn migratoria en la URSS, que seguรญa una misma lรณgica que la Europa occidental: el migrante era un recurso que habรญa que utilizar para reconstruir la Uniรณn Soviรฉtica tras la guerra. Aquรญ el autor es quizรก demasiado benevolente con los desplazamientos forzados de poblaciรณn hacia Asia Central (Kazajistรกn, Uzbekistรกn, Tajikistรกn) y los Estados bรกlticos. El rรฉgimen vendรญa estos proyectos como grandes aventuras, pero en ocasiones el viaje era una trampa o solo un intento velado de โrusificarโ las repรบblicas soviรฉticas del Este.
Como dice Gatrell, โla transformaciรณn econรณmica soviรฉtica implicaba desplazar a gente por lo que se suponรญa que era el bien comรบn, pero se hizo poco para contribuir a la armonรญa socialโ. Gatrell seรฑala las deficiencias del control migratorio en la URSS, pero es menos crรญtico que con las polรญticas migratorias occidentales de la รฉpoca (donde recuerda el nazismo o el colonialismo).
Una de las partes mรกs originales e interesantes es la que tiene que ver con la migraciรณn tras los procesos de descolonizaciรณn. โLa era dorada de crecimiento econรณmico desde los aรฑos cincuenta a los aรฑos setentaโ, dice Gatrell, โfue tambiรฉn la era en la que los poderes coloniales europeos perdieron sus posesiones de ultramar en รfrica y Asiaโ. El libro se centra especialmente en tres paรญses: Reino Unido, Paรญses Bajos y Francia. El caso de este รบltimo es el mรกs extenso. Gatrell habla del desplazamiento de los argelinos tras la guerra de independencia en 1961, y cรณmo tanto los pieds-noirs (los ciudadanos de origen francรฉs que vivรญan en Argelia) como los harkis (los nativos argelinos de origen รกrabe que se aliaron con los franceses) sufrieron una repatriaciรณn traumรกtica. Estos รบltimos, en cambio, sufrรญan un racismo que los pieds-noirs no experimentaron. Gatrell cita pasajes del presidente De Gaulle describiendo Francia como un paรญs de โraza blanca, y con una cultura griega y latina y una religiรณn cristianaโ. El proceso de descolonizaciรณn en Francia abriรณ un debate que aรบn permanece: la cuestiรณn de la identidad nacional francesa, su estatus laico y sobre todo su modelo asimilacionista, frente a otros modelos de integraciรณn.
Los โtreinta gloriososโ, las tres dรฉcadas de prosperidad de posguerra, terminaron con la crisis de 1973. Entonces Europa aplicรณ una polรญtica migratoria que todavรญa sigue mรกs o menos en los mismos tรฉrminos: contenciรณn y expulsiรณn. Gatrell es muy crรญtico con las polรญticas migratorias europeas, y su crรญtica llega, como es comprensible, hasta la actualidad. La Uniรณn Europea no ha sabido hacer una polรญtica coordinada y se ha centrado mรกs en defender la movilidad interna y Schengen que en aportar soluciones humanitarias. โLa atenciรณn de la Uniรณn Europea se centrรณ en cuestiones de polรญticas pรบblicas amplias. Una de ellas era asegurar las fronteras exteriores de la ue preservando la libertad de movimiento entre los Estados miembros. La otra buscaba abordar las divisiones crecientes dentro de la ue.โ Las cuotas a repartir entre paรญses no han funcionado y solo ha habido soluciones parciales y unilaterales (como el caso de Alemania). La รบnica coordinaciรณn efectiva ha sido en tareas de contenciรณn de los flujos migratorios y en la monitorizaciรณn y seguridad de las fronteras. Paรญses como Italia o Grecia (que ademรกs sufriรณ un rescate soberano en mitad de la crisis de refugiados) exigรญan cooperaciรณn a unos paรญses vecinos que solo han pensado en electoralismo: Polonia, Hungrรญa o Repรบblica Checa no recibieron apenas refugiados pero fueron los que propusieron polรญticas mรกs restrictivas. Gatrell no da una soluciรณn clara al problema, pero tampoco cae en la enmienda a la totalidad: la Uniรณn Europea debe y puede (tiene la capacidad, no es solo una cuestiรณn de derechos humanos) repartirse a los refugiados.
Gatrell es mรกs interesante cuando hace de historiador que cuando hace de sociรณlogo. Su narraciรณn histรณrica es excelente, maneja una enorme cantidad de datos, y consigue explicar su tesis (la migraciรณn como elemento fundacional de Europa). Cuando hace lecturas sociolรณgicas (cita a Benedict Anderson, Stuart Hall, John Berger), en cambio, el libro pierde brillo. En dos capรญtulos de la รบltima parte, habla de los ritos de enterramiento de los inmigrantes, de la polรฉmica del burka en Francia, del papel de la comida en la identidad migrante o incluso del papel de los museos o el arte a la hora de hacer pedagogรญa sobre las migraciones. Son cuestiones de mucho menos interรฉs que rompen el ritmo de la narraciรณn.
Pero el peso histรณrico es mayor que el sociolรณgico, y a lo largo del libro hay historias y enfoques novedosos y originales: la historia de los Gastarbeiter en Alemania, la reordenaciรณn demogrรกfica en Europa oriental tras la Segunda Guerra Mundial, la inmigraciรณn poscolonial en Reino Unido o Paรญses Bajos o la posguerra de Yugoslavia demuestran que la โcrisisโ migratoria actual no es un suceso nuevo para Europa. ~
Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacciรณn de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemรกn' (Libros del Asteroide, 2023).