Transitoriedades e incertezas

Originalmente leรญdo como conferencia, este texto invita a reflexionar sobre las guerras de historia y memoria. ยฟCรณmo curarnos de la โ€œenfermedad conmemorativaโ€? Asumiendo los dramas de nuestra historia, en lugar de juzgar los hechos en blanco y negro.
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Cuando generosamente me hicieron el peligroso honor de invitarme al Congreso Latinoamericano de Psicoanรกlisis de la Federaciรณn Psicoanalรญtica de Amรฉrica Latina (Fepal), no dudรฉ en aceptar porque creรญa entender los dos tรฉrminos del tema: transitoriedades e incertezas. Solo averigรผรฉ en el diccionario que no habรญa mucha diferencia de sentido entre incerteza incertidumbre. Ambas palabras significan โ€œfalta de certidumbreโ€, โ€œdudaโ€, โ€œperplejidadโ€. De transitoriedad no me preocupรฉ, pensando que remitรญa a โ€œtransitarโ€ y โ€œtrรกnsitoโ€ en el sentido de movimiento, de cambio.

Como historiador, pensรฉ enseguida en un tema de actualidad: la relaciรณn entre memoria e historia; mรกs precisamente entre una historia comรบn y unas memorias divididas, por ejemplo, de Amรฉrica Latina o el espacio postsoviรฉtico. Historias que se vuelven inciertas, memorias que transitan, se borran, nacen. Tema que persigo y me persigue desde la cuna, puesto que mis padres alsacianos nacieron sรบbditos del emperador Hohenzollern en familias que no habรญan aceptado la anexiรณn de Alsacia en 1871. En 1940 abandonaron su patria chica cuando Hitler la incorporรณ al Tercer Reich; sin embargo, ellos trabajaron en la reconciliaciรณn de las memorias antagรณnicas โ€“la francesa y la alemanaโ€“ revisando de manera irรฉnica los manuales escolares de historia de ambos paรญses.

Primero pensรฉ en hablarles de Ucrania y Rusia, del mapa mental del duelo. Un caso ejemplar de incertidumbre y de transitoriedad, como bien lo sentรญa Vรกclav Havel: โ€œUcrania estรก a medio camino entre Europa y Rusia. El dรญa en que convengamos con calma dรณnde termina la Uniรณn Europea y dรณnde empieza la Federaciรณn de Rusia, la mitad de la tensiรณn entre las dos desaparecerรกโ€ (2005). La geografรญa, con sus mapas, sirve para la guerra; podrรญa servir para la paz. No es el caso hoy porque โ€œUcrania es el teatro de la revancha fratricida y mortรญfera de los dirigentes de Rusia sobre la implosiรณn de su imperio, como si se tratase de una vรญctima expiatoriaโ€, dice hoy Michel Foucher, geรณgrafo y antiguo diplomรกtico.

{{Le Monde, 2 de junio de 2022.}}

 Es que siguen sin entender las razones del derrumbe de la URSS y menos aรบn las razones de la consolidaciรณn nacional de Ucrania y de las otras repรบblicas en lo que llaman su โ€œextranjero prรณximoโ€ y consideran como su patio trasero.

Habรญa empezado a redactar cuando, de repente, me entrรณ una duda en cuanto a transitoriedades. Una psicoanalista me dio a leer el texto breve de Freud Vergรคnglichkeit (noviembre de 1915). Lo que yo leรญa como โ€œcambioโ€ o โ€œtransiciรณnโ€, Freud lo usaba en el sentido de โ€œefรญmeroโ€ o โ€œcaducoโ€, en el sentido de sic transit gloria mundi, lo que remite inevitablemente a โ€œvanidad de vanidades, todo es vanidadโ€, esbozando una reflexiรณn sobre el duelo.

Eso no me descalifica โ€“cuando tengo presente la guerra que no dice su nombre en Ucraniaโ€“ si uno piensa que Freud escribรญa en el segundo aรฑo de la guerra mundial: โ€œUn aรฑo despuรฉs estallรณ la guerra y robรณ al mundo sus bellezas […], la hermosura, el orgullo por nuestra cultura, nuestro respeto hacia pensadores, nuestra esperanza.โ€ En 1919, Paul Valรฉry comentรณ: โ€œNosotros, civilizaciones, sabemos que somos mortales.โ€

Mi diccionario de alemรกn, algo antiguo (1888) y todavรญa en letras gรณticas, traduce vergรคnglichkeit por โ€œel hecho de ser destinado a perecer, a pasarโ€ y tambiรฉn por โ€œtransitoriedadโ€. Del verbo vergehen: โ€œpasar, desaparecer, perecerโ€. El historiador trabaja, aparentemente, sobre el pasado. Aparentemente, porque trabaja โ€“como ustedesโ€“ a partir del presente, de su presente. Freud escribรญa ese breve texto seminal en medio de una guerra mundial โ€“hay que leer sus cartas a Lou Andreas-Salomรฉโ€“; yo les hablo en el dรญa 209 de la โ€œOperaciรณn Militar Especialโ€ que Vladรญmir Vladรญmirovich lanzรณ contra una Ucrania que quiere desaparecer. Una guerra terrible que puede llevar a una guerra mรกs terrible aรบn, madre de todas las โ€œtransitoriedadesโ€.

El presente aquel me condujo a interpretar โ€œtransitoriedades e incertezasโ€ en un sentido que, ciertamente, no es el de ustedes. Sin embargo, sรฉ que muchas personas en Amรฉrica Latina se preocupan por un contacto fecundo entre su oficio y las necesidades colectivas. Hay historiadores para soรฑar con una historia โ€œaplicadaโ€ que pudiera alejarnos del peligro tan bien analizado por Paul Valรฉry en 1928:

La historia es el producto mรกs peligroso que haya elaborado la quรญmica del intelecto. Sus propiedades son bien conocidas. Hace soรฑar, emborracha a los pueblos, les engendra falsos recuerdos, exagera sus reflejos, entretiene sus viejas llagas, los atormenta en su descanso, los conduce a delirios de grandeza o al delirio de persecuciรณn, y vuelve a las naciones amargas, soberbias, insoportables y vanas.

Los historiadores se sintieron ofendidos โ€“no todos: ni el gran Marc Bloch ni el joven Henri Marrouโ€“. La denuncia es mรกs actual que nunca cuando los enemigos de la democracia, desde el poder e incluso antes de tomar el poder, manipulan la historia y la mandan a reescribir a su modo.

La verdad es vรญctima de las fake news y de la propaganda; los hechos desaparecen, sepultados debajo de cuentos que crean emociones. โ€œLa primera vรญctima de la guerra es la verdadโ€, decรญa en 1917 el senador Hiram Johnson. En los orรญgenes de la guerra contra Ucrania hay veinte aรฑos de propaganda rusa, pero Putin da a su pueblo lo que รฉl quiere escuchar. Sin embargo, la guerra de las historias es una guerra larga que Vladรญmir Vladรญmirovich perderรก al final.

Las guerras de historia y de memoria, las guerras memoriales, se dan en el seno de un paรญs โ€“en Mรฉxico como en Franciaโ€“ cuando las cuestiones memoriales alimentan las batallas polรญticas a la hora de las elecciones o de los programas escolares y se vuelven geopolรญticas cuando se dan entre paรญses. Las cuestiones memoriales merecen ser estudiadas como tales: tienen su historia y una temporalidad propia. Ciertamente, existe una polรญtica histรณrica de los gobiernos: discursos, decretos, leyes, programas y manuales escolares, monumentos levantados o destruidos, nomenclatura de las calles, calendario cรญvico, promociรณn de institutos de investigaciรณn y difusiรณn, del tipo Instituto Nacional de Historia de la(s) Revoluciรณn(es) Mexicana(s), o cรกtedra de Historia de la Revoluciรณn Francesa en la Sorbona.

Pero no cargan los gobiernos con toda la responsabilidad; existe tambiรฉn lo que los alemanes llamaban tiefenpsychologie, psicologรญa de las masas, pueblos, naciones, que se puede conjugar con la polรญtica histรณrica del Estado. Sin embargo, ese fenรณmeno, muchas veces representado como resurgimiento de memorias reprimidas, corresponde, sobre todo, a la elaboraciรณn de una nueva โ€œpolรญtica histรณricaโ€ oficial. En Rusia tiene treinta aรฑos, desde que empezรณ la busca de la โ€œnueva idea rusaโ€, y ha โ€œconvencidoโ€ a gran parte de la poblaciรณn. Extraรฑo, peligroso, feo encuentro entre la ideologรญa y la โ€œopiniรณn comรบnโ€.

((Valeria Kasamara y Anna Sorokina, โ€œPast-Soviet collective memory: Russian youths about Soviet pastโ€, Communist and Post-Communist Studies, nรบm. 48, tomos 2-3, junio-septiembre de 2015, pp. 137-145; Victor Apryshchenko, โ€œIndustry of retro or retro-industry: The production of memory in contemporary Russiaโ€, Communist and Post-Communist Studies, nรบm. 53, t. 2, junio de 2020, pp. 137-152.))

Marc Crรฉpon, en Les gรฉographies de lโ€™esprit, afirma: โ€œEn la cultura de cada pueblo, un campo se prestarรญa a sonreรญr si no se oyera el eco atronador de todas las guerras pasadas, de los horrores del siglo y el rumor de los que vienen: es el conjunto de juicios que cada pueblo emite sobre los otros, su lengua, sus costumbres, prรกcticas y convicciones religiosas […] una galerรญa de imรกgenes […] que cuenta la difรญcil busca de identidad de cada uno en oposiciรณn a los que lo rodean. La primera caracterรญstica de esos juicios es su violencia ordinaria.โ€

((Parรญs, Payot, 1996, p. 9.))

Puedo documentar el (mal) uso de la historia en las disputas geopolรญticas de nuestra Amรฉrica Latina, tanto entre paรญses como adentro de los paรญses. Las disputas fronterizas y los pleitos territoriales son numerosos, lo que me permite decir que hay muchas Alsacias/Lorenas en nuestro continente. Perรบ no olvida los territorios perdidos en el sur tras la guerra con Chile y sostuvo varias guerras en el norte con Ecuador, la รบltima en tiempos recientes. Bolivia reclama el acceso al mar, mejor dicho, la recuperaciรณn de la ventana costera que perdiรณ frente a Chile; no olvida la guerra del Chaco con Paraguay. Venezuela y Colombia se enfrentan sobre la penรญnsula de La Guajira, Venezuela reclama gran parte de la vecina Guyana. Todos los paรญses mencionados han perdido territorios, ciertamente poco poblados en aquel entonces, frente a la irresistible expansiรณn del gigante brasileรฑo. Argentina y Chile han estado varias veces al borde de la guerra en el extremo sur y el arbitraje de la Santa Sede no ha satisfecho a todos. Entre Argentina y Chile, por un lado, Argentina y Brasil, por el otro, las ambiciones de los gobiernos han provocado mรกs de una carrera armamentista. Paraguay ha sido vรญctima, histรณricamente, de su gran vecino por los mamelucos cazadores de esclavos, la guerra de las Misiones en el siglo XVIII, y el casi genocidio perpetrado por la Triple Alianza (Brasil, Argentina, Uruguay). Centroamรฉrica es un nudo de conflictos territoriales, como cuando Guatemala considera a Belice como una provincia suya. La โ€œGuerra del Futbolโ€ entre El Salvador y Honduras no ha sido olvidada. Habrรญa que mencionar la pรฉrdida de Panamรก por Colombia a principios del siglo XX y la agresiรณn estadounidense contra Mรฉxico en 1846 que culminรณ con el tratado de Guadalupe Hidalgo y la pรฉrdida de inmensos espacios.

Las โ€œmemoriasโ€ amargas corresponden a hechos histรณricamente reales, pero justifican hasta el dรญa de hoy el diagnรณstico pesimista de Paul Valรฉry. Me refiero al estudio todavรญa inรฉdito de Enmanuel Montalvo Salcedo intitulado โ€œLos memes como fuente histรณrica: una reflexiรณn desde el caso del discurso conflictivo peruano-chilenoโ€.

{{Enmanuel Montalvo Salcedo es autor de โ€œNarraciรณn y narrativa. Los usos de la historia del conflicto peruano-chileno en el discurso futbolรญstico contemporรกneoโ€, Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Catรณlica del Perรบ, 2019. El texto citado es parte de una obra colectiva en proceso de dictaminaciรณn: Rodrigo Callejas Torres, Rodrigo Daniel Hernรกndez, Soledad Jimรฉnez Tovar [coords.], Historia de emergencia: el secreto encanto de las fuentes โ€œinexistentesโ€, pp. 56-74.}}

 Explica que la revoluciรณn digital en las comunicaciones ha cambiado โ€œlas formas en las que se crea y se distribuye la historiaโ€; โ€œno solo [porque] los espacios de producciรณn y recepciรณn del discurso historiogrรกfico se han digitalizado, sino porque el propio espacio de socializaciรณn del historiador es ahora mediado por una pantallaโ€. Un fenรณmeno totalmente nuevo es el de las โ€œllamadas fuentes born digitalโ€. Despuรฉs de presentar โ€œla revoluciรณn digital: nuevos medios y nuevas fuentesโ€, concretamente el caso de los โ€œmemesโ€, evoca โ€œel conflicto discursivo peruano-chileno durante las eliminatorias a la Copa Mundial de la fifa Rusia 2018โ€.

Cito a Montalvo Salcedo:

Las fuentes que tenemos son aquellos memes que los medios de comunicaciรณn han decidido incluir en sus narrativas. Al concebir este espacio discursivo como un ambiente de negociaciรณn entre la agenda de los medios y las audiencias populares sobre lo que debe presentarse al aire, entendemos que tales fuentes nos ayudan a visualizar el nivel en que el pรบblico interviene en aquello que se ve. Si bien los programas televisivos buscan presentar estas imรกgenes para atraer pรบblico, este solo puede atraerse en la medida en que corresponden a ese โ€œencuadre culturalโ€ que el pรบblico busca… Asรญ lo que el pรบblico proyecta a partir de la realizaciรณn y el compartir de memes es una seรฑal no solo de la aceptaciรณn y explicaciรณn de la narrativa, sino de su creaciรณn conjunta.

El programa televisivo de noticias Cuarto Poder, que sale en horario nocturno cada domingo en la seรฑal de Amรฉrica Televisiรณn, replica como parte de la narrativa del conflicto peruano-chileno una serie de memes que condimentan la narraciรณn de un paรญs en que hay mayor gasto y crecimiento gracias al futbol. La clasificaciรณn de Perรบ al Mundial estuvo de la mano de las burlas a la โ€œcatรกstrofe de la poblaciรณn sureรฑaโ€ a quien se dirigieron โ€œlas burlas mรกs despiadadas desde las demรกs canchasโ€. En este sentido, uno de los memes presentados mostraba a la selecciรณn chilena congelada en el mar de la escena final de la pelรญcula Titanic. Otro de ellos ironizaba el clรกsico cรกntico de batalla chileno en el futbol, โ€œchi, chi, chi, le, le, leโ€, al cambiarlo por โ€œchi, chi, chi, led, led, ledโ€, haciendo alusiรณn a que ahora tendrรญan que mirar el mundial por televisiรณn.

Despuรฉs de presentar varios memes, el autor comenta:

A los motivos histรณricos y de mรกs larga data sobre el particular conflicto bรฉlico-futbolรญstico que tenรญa el discurso alrededor del clรกsico rival, se aรฑadieron acusaciones de soberbia en y fuera de las canchas, que estaban aderezadas por un aparente respaldo popular fuera del paรญs. Las actuaciones de los seleccionados chilenos en su periodo de victorias habรญan creado un rechazo lejos del Perรบ… La yuxtaposiciรณn de memes dentro de un tweet permite la reconstrucciรณn de un discurso del conflicto peruano-chileno con varios tรณpicos inmersos: la soberbia chilena, las afrentas histรณrico-bรฉlicas y las futbolรญsticas, todas al mismo tiempo. Estas รบltimas logradas por el parafraseo que la cuenta hace sobre el clรกsico dicho de Manuel Gonzรกlez Prada, quien tras la guerra con Chile lanzรณ en su Discurso en el Politeama aquella mรกxima por la cual lo que deberรญa unir al Perรบ serรญa โ€œel odio a Chileโ€ […] Eso no solo se transforma en un poderoso articulador de los sentimientos populares, sino en un recreador nacionalista que se esparce a travรฉs del futbol y, en especรญfico, de la narrativa del conflicto en el futbol.

Impresionante la imagen 5: un apretรณn de manos con la leyenda

POR UNA
LATINOAMร‰RICA UNIDA
SIN CHILE
POR SUPUESTO

ยฟLa historia o los gobiernos? En 2021, el gobierno mexicano tenรญa previsto festejar el bicentenario de la independencia del paรญs y conmemorar la caรญda de la ciudad de Mรฉxico-Tenochtitlan en 1521; se le hizo poco o sintiรณ la necesidad de anclar esa conmemoraciรณn en un pasado mรกs antiguo y respetable por ser prehispรกnico, indรญgena. Decidiรณ que la ciudad habรญa sido fundada en 1321 e impuso la conmemoraciรณn de su quinto centenario, a pesar de las protestas de todos los arqueรณlogos e historiadores serios que mantienen la fecha astronรณmica de 1-tรฉcpatl, contada en los documentos indรญgenas (1324-1325). El presidente mexicano impuso una reconstrucciรณn del pasado en funciรณn de su presente polรญtico; de la misma manera, pidiรณ tanto al papa como al rey de Espaรฑa que presentaran disculpas por la Conquista.

Es comรบn el sentimiento que lo anima: buscar las raรญces, de dรณnde venimos. Pero la manipulaciรณn, la falsificaciรณn, obedece a fines polรญticos. En este caso, no hay dimensiรณn trรกgica, pero cuando el presidente ruso se autonombrรณ โ€œhistoriador en jefeโ€ y cocinรณ a su modo la historia de Rusia, Ucrania, Polonia, Moldavia y los tres paรญses bรกlticos, estaba preparando la guerra que no dice su nombre, la โ€œOperaciรณn Militar Especialโ€. Desde 2004, enfurecido por la derrota de su candidato a la presidencia de Ucrania โ€“la llamada โ€œrevoluciรณn naranjaโ€โ€“, ha predicado dรญa y noche el desprecio y el odio hacia los โ€œnazis ucranianosโ€. Bien dijo Voltaire: โ€œcalumnie, calumnie, siempre quedarรก algoโ€.

((Vladรญmir Putin, โ€œSobre la unidad histรณrica de rusos y ucranianosโ€, julio de 2021, en ruso sobre el sitio del Kremlin, con traducciรณn al inglรฉs. Nicolas Werth, Poutine, historien en chef, Parรญs, Gallimard, 2022.))

Asรญ, el 24 de febrero 2022, Putin justifica su Operaciรณn Militar Especial por la necesidad de โ€œproteger a las personas que han sido sometidas a un genocidio por el rรฉgimen de Kiev. Para este fin, buscamos desmilitarizar y desnazificar a Ucraniaโ€. Siniestra retรณrica de โ€œacusaciรณn en espejoโ€, cuando la vรญctima resulta acusada del crimen que va a cometer sobre ella el agresor. Se inscribe en el gran relato nacional, que los franceses llaman le roman national, armado desde el aรฑo 2000 por el rรฉgimen putinesco.

Entre Rusia, Ucrania y Polonia (para no mencionar a todos los paรญses de la difunta URSS) hay una verdadera guerra memorial.

{{Olha Ostriitchouk Zazulya, Deux mรฉmoires pour une identitรฉ en Ukraine post-soviรฉtique, Parรญs, EHESS, 2010; Ekaterina Levintova, โ€œPast imperfect. The construction of history in the school curriculum and mass media in post-communist Russia and Ukraineโ€, Communist and Post-Communist Studies, nรบm. 43, t. 2, junio de 2010, pp. 125-127: Mykola Riabchuk, โ€œUkrainians as Russiaโ€™s negative โ€˜otherโ€™: History comes full circleโ€, Communistโ€ฆ, nรบm. 49, t. 1, marzo de 2016, pp. 75-85.}}

 No la tratarรฉ, pero deben saber que la nueva โ€œnovela nacionalโ€ rusa quedรณ grabada en 2020 en la Constituciรณn con la reforma del artรญculo 67.1: โ€œLa Federaciรณn de Rusia, Estado sucesor de la URSS, protege la verdad histรณrica, celebra la memoria de los defensores de la Patria y prohรญbe minimizar la importancia del heroรญsmo del pueblo en la defensa de la Patria.โ€ Sรญ, todo lo que se aleja de la โ€œverdad histรณricaโ€ oficial es mentira y, por eso, la Corte Suprema liquida, el 28 de diciembre de 2021, Memorial, la ONG fundada por Andrรฉi Sรกjarov: โ€œDebe ser liquidada por haber presentado una imagen mentirosa de la URSS.โ€ Prohibido hablar del pacto germano-soviรฉtico de agosto de 1939 y del reparto de Polonia entre Moscรบ y Berlรญn. De la masacre en Katin y otros lugares de decenas de miles de oficiales polacos ejecutada en la primavera de 1940 por el Ejรฉrcito Rojo โ€“masacre oficialmente reconocida por el presidente Borรญs Yeltsin y, un tiempo, por Vladรญmir Putinโ€“ se dice ahora: โ€œel pretendido consenso histรณrico sobre Katin pertenece a una campaรฑa de propaganda mรกs general que quiere atribuir a la URSS la responsabilidad del inicio de la Segunda Guerra Mundialโ€.

((Werth, op. cit., p. 41.))

โ€œUn poder que le teme a la memoria no alcanzarรก nunca su madurez democrรกticaโ€, comentรณ Alexรกnder Cherkasov, uno de los dirigentes de la difunta Memorial. Con esa liquidaciรณn, โ€œPutin reconfigura a Rusia como un Estado autoritario que controla no solo el presente, sino el pasado y el futuro del paรญsโ€.

{{Pilar Bonet, El Paรญs, 29 de diciembre de 2021.}}

 La doble meta de esa ONG era rescatar, con datos duros, a las vรญctimas de la represiรณn soviรฉtica y defender, en el presente, los derechos humanos. El fiscal general de la Federaciรณn de Rusia concluyรณ: โ€œAl especular sobre el tema de las represiones en el siglo XX, crea una imagen mentirosa de la URSS como Estado terrorista […], intenta blanquear y rehabilitar a los criminales nazis.โ€ Tres semanas antes, el 9 de diciembre 2021, en su โ€œmaรฑaneraโ€, el presidente Putin habรญa dado lรญnea: โ€œMemorial es un organismo de apoyo a organizaciones extremistas y terroristas […], incluye entre las vรญctimas de las represiones soviรฉticas a individuos que colaboraron con los nazis.โ€

Desde hace siete aรฑos la alcaldรญa del sector XIX de Parรญs organiza un โ€œMes de las memoriasโ€. El 2 de junio de 2022, una mesa redonda reuniรณ a defensores de los derechos humanos de Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Los grandes disidentes soviรฉticos de los aรฑos 1960-1980 engendraron nuevos disidentes en el espacio postsoviรฉtico que luchan por la libertad de sus conciudadanos; aquellos demostraron, ese 2 de junio, que pueden dialogar allende las fronteras. Alexander Lavut โ€“joven descendiente de Alexander Pavlovich Lavut, defensor de los tรกrtaros de Crimea deportados por Stalinโ€“ explicรณ cรณmo Putin conduce su guerra invocando y manipulando la memoria: hace creer a la poblaciรณn que Rusia estรก viviendo de nuevo la Gran Guerra Patria (1941-1945) contra unos neonazis. De hecho, reactiva la memoria del imperialismo ruso y soviรฉtico.

Oleksandra Matviichuk evocรณ una memoria dolorosa para Ucrania: la de un paรญs que, desde hace mucho, lucha por su libertad, su cultura y su lengua. Memoria dos veces dolorosa porque el imperialismo ruso siempre quiso borrarla. Para los ucranianos, la guerra actual toma su sentido en la memoria colectiva de una naciรณn que su vecino imperial se niega a aceptar como tal. Tatsiana Khomich, representante del Consejo de Coordinaciรณn de los (1500) Presos Polรญticos en Bielorrusia, hablรณ en nombre de sus compatriotas que no aceptan que su paรญs sirva de base al invasor ruso.

((La Gazette des Nouveaux Dissidents, nรบm. 18, 12 de junio de 2022, โ€œLes dissidents sont de retour: retour sur la confรฉrence du 2 juinโ€. En lรญnea.))

Las democracias llevan tambiรฉn sus guerras memoriales a partir del presente quitando las estatuas de Cristรณbal Colรณn โ€“ahora culpable de genocidioโ€“ o la de Voltaire en Parรญs condenado por haberse enriquecido con el โ€œcomercio triangularโ€: compra de esclavos en รfrica, su venta en las Antillas y el regreso a Europa con el valioso azรบcar como resultado del trabajo de los esclavos.

Francia fue de las primeras naciones en hablar del โ€œdeber de memoriaโ€ y su parlamento fue de los primeros en elaborar โ€œleyes memorialesโ€. La furiosa moda de las conmemoraciones (โ€œAรฑo de…โ€) produce en cada paรญs un santoral cรญvico e ideolรณgico que le hace la competencia al calendario litรบrgico cristiano.

ยฟMemoria histรณrica? Estamos en presencia de un oxรญmoron. La memoria es individual, personal, por lo tanto, subjetiva: pertenece a los vivos. Despuรฉs del trรกnsito, del paso de los vivos, no hay sino falsa memoria; la memoria colectiva es un producto industrial, instrumentalizado โ€“como se puede verโ€“ incluso antes de la muerte del autor, del testigo. Cuando escribo mis โ€œMemoriasโ€ lo hago bajo el dictado de la โ€œmemoria histรณricaโ€ y colectiva. El oficial francรฉs que el 4 de mayo de 1862 escribe desde Puebla a su familia: โ€œVamos a llegar a Mรฉxico al final de un paseo, como el paseo dominical de Parรญs a Saint-Cloudโ€, no sabe que al dรญa siguiente su ejรฉrcito va a fracasar en su intento de tomar la ciudad mexicana. Cuando en 1880 redacta sus โ€œMemoriasโ€, sabe lo que pasรณ aquel 5 de mayo, sabe que en marzo de 1867 el ejรฉrcito francรฉs se habรญa retirado, que en junio el emperador Maximiliano habรญa sido fusilado en Querรฉtaro, que en septiembre de 1870 la repรบblica habรญa sido proclamada en Francia a consecuencia de las derrotas frente a Prusia…

Mรฉxico celebra cada aรฑo la victoria de Puebla el 5 de mayo. Al lado de la conmemoraciรณn oficial, en muchos lugares se celebra de manera festiva y popular una representaciรณn de la batalla. Es una โ€œmemoria colectivaโ€ que amalgama muchos eventos: de modo que vemos centuriones romanos, moros y cristianos, cruzados con armaduras, turcos con cimitarras, a Juan de Austria y Felipe II, pintorescos zuavos y zapadores barbudos.

{{Vรฉase Moros y cristianos, documental de Matรญas Meyer, 2007.}}

 Una maravilla.

La conmemoraciรณn, hija de la memoria histรณrica, no es mala en sรญ. Herรณdoto, el padre de las ciencias sociales, anuncia en las primeras lรญneas de su Encuesta que no quiere que se olviden las acciones de los griegos y de los bรกrbaros. Conmemoramos porque tenemos sed de inmortalidad, queremos hacer durar, vencer la transitoriedad efรญmera; las conmemoraciones son para las sociedades lo que el cumpleaรฑos para los individuos. Nietzsche deplora esta actitud: โ€œVivimos hacia adelante, pero solo podemos pensar hacia atrรกsโ€, mientras que Sรธren Kierkegaard, en Post-scriptum dรฉfinitif, precisa: โ€œLa salvaciรณn estรก adelante, la perdiciรณn hacia atrรกs para quien se voltee, vea lo que vea.โ€

{{Sรธren Kierkegaard, ล’uvres complรจtes, tomo XI, p. 281. โ€œLe salut est en avant, la perdition en arriรจre de quiconque se retourne, quoi quโ€™il voie.โ€}}

 Como la mujer de Lot, convertida en estatua de sal.

Sin embargo, soy zoon politikรณn (Aristรณteles), miembro de una sociedad (sociales vita, dice Agustรญn). โ€œPor todas las fibras de mi ser, estoy religado a la comunidad histรณrica en la cual me encuentro insertado, a la polis que me hace vivir, a la civilizaciรณn que da a mi vida personal sus alimentos y su forma; consciente o no, participo de su historia en la cual tengo mi rol que cumplir y, por lo tanto, debo conmemorar, debo celebrar, aun cuando sรฉ que esa memoria celebradora es incompleta, cuando no mentirosaโ€ (Henri-Irรฉnรฉe Marrou).

Incompleta, mentirosa, ese es el problema. ยฟQuรฉ celebran, festejan, recuerdan los franceses el 14 de julio o los mexicanos el 16 de septiembre? El inicio de la Revoluciรณn, el inicio de la Independencia, no las masacres ligadas a aquellas fechas.

El 7 de agosto de 2022, Gustavo Petro exigiรณ que los militares le llevaran la supuesta espada de Bolรญvar, confiada a su custodia, para blandirla en la ceremonia de toma de posesiรณn como el nuevo presidente de Colombia. El sรญmbolo de la espada alude a la grandeza de Bolรญvar y a su calidad de lรญder militar. El rey de Espaรฑa que asistรญa a la ceremonia no se levantรณ a la hora del paseo de la espada, tampoco aplaudiรณ, como lo hicieron los otros invitados en la tribuna de honor. Eso le valiรณ muchas crรญticas en su paรญs, mรกs que en Bogotรก. El partido Podemos en voz de su lรญder Iglesias โ€“siempre dispuesto a exhibir un republicanismo basado en el descrรฉdito del reyโ€“ denunciรณ โ€œla falta de respeto a un sรญmbolo de la libertad de Amรฉrica Latinaโ€; los partidos independentistas hicieron coro, lรณgicamente. Mรกs sorprendentes fueron las declaraciones de ciertos medios conservadores que acusaron a Simรณn Bolรญvar de todos los pecados del mundo y, para colmo, de traidor a Espaรฑa. Un contrasentido histรณrico absoluto. โ€œDesde el sentimiento de fraternidad hispanoamericana, el respeto a los monumentos de Bolรญvar y San Martรญn en Espaรฑa se encuentra plenamente justificado.โ€

{{Antonio Elorza, โ€œLa traiciรณn de la libertadโ€, 16 de agosto de 2022, theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2022-08-16/traicion-libertad/.}}

 Esa anรฉcdota demuestra que, โ€œsiempre que un imperio colonial cediรณ a la independencia de sus colonias a travรฉs de un proceso conflictivo, las imรกgenes histรณricas de este se vieron sometidas a la presiรณn ejercida desde el nacionalismo. Rara vez fueron tenidas en cuenta las causas de independentismo, ni reconocidos los propios excesos al combatirlo. Y a la inversa en cuanto a lo segundo. Tenemos cerca el ejemplo de la guerra de Argelia, sobre la cual Francia ha preferido casi siempre cerrar los ojosโ€.

((Idem.))

ยฟCรณmo curarnos de la inevitable โ€œenfermedad conmemorativaโ€? Asumiendo los dramas de nuestra historia, en lugar de juzgar los hechos en blanco y negro como positivos y negativos segรบn nuestros prejuicios y filiaciones ideolรณgicas. Decir toda la verdad sin callar nada, pedรญa Marco Tulio Cicerรณn. Pero ยฟlo hacemos, podemos hacerlo, nosotros los historiadores? En el siglo XVII Pierre Nicole โ€“el amigo de Blaise Pascalโ€“ afirmรณ: โ€œTodo historiador es un mentiroso. Lo hace adrede o no. Pero yo no sรฉ si me engaรฑa o se engaรฑa. Da lo mismo.โ€ Y en 1817 Augustin Thierry, pionero de la historia moderna de Francia, sostuvo: โ€œMuchas veces, la historia no es mรกs que una mentira continua y, por desgracia, mientras los historiadores la conforman a su modo y hacen de ella el vestido de sus pensamientos, la presentan a los pueblos como la verdadera regla […], saben que ellos se disimulan detrรกs y hacen propaganda.โ€

Felizmente, cuando los tiempos cambian, la moda triunfante obliga al revisionismo histรณrico. Asรญ, en Mรฉxico el feminismo ha llevado a los historiadores a seguir a las historiadoras en el nuevo retrato de doรฑa Malintzin, la Malinche bautizada como Marina, intรฉrprete, consejera polรญtica, amante de Hernรกn Cortรฉs y madre de su hijo Martรญn.

{{Camilla Townsend, Malintzinโ€™s choices: An Indian woman in the conquest of Mexico, Albuquerque, University of New Mexico Press, 2006. En espaรฑol: Ciudad de Mรฉxico, Era, 2015.}}

 Presentรกndola tradicionalmente como una traidora, la versiรณn oficial engendrรณ el concepto de malinchismo refiriendo a la disposiciรณn de traicionar a causa de la vergรผenza de ser lo que es. Ahora โ€“y los historiadores serios estรกn de acuerdoโ€“ la Malinche se ha vuelto un personaje esencial en una Conquista que es mucho mรกs que una hazaรฑa ibรฉrica: una victoria de los aliados indรญgenas de Cortรฉs, entre quienes destacaba โ€œla seรฑora cihuapilli doรฑa Marinaโ€.

Las celebraciones organizadas en 2021 por el gobierno mexicano no tomaron en cuenta las novedades โ€“no tan nuevas, por cierto, pues Edmundo Oโ€™Gorman y Luis Gonzรกlez lo habรญan dicho desde hace tiempoโ€“ y siguieron con la vulga- ta nacionalista en blanco y negro, con el monopolio simbรณlico otorgado a los mexicas (aztecas): fundaciรณn de Mรฉxico en 1321, Conquista en 1521, Independencia en 1821. Humberto Morales, en su โ€œMiradas mexicanistas sobre la Matanza de Cholula y los debates actualesโ€, concluye que el nuevo pasado mexicano debe integrar a las naciones originarias, las cuales hicieron la โ€œConquistaโ€ para poner fin a la hegemonรญa mexica. Esas โ€œguerras mesoamericanas terminaron con una รฉpoca e inauguraron una nueva, de donde surgiรณ lo que hoy es Mรฉxico. Una nueva concepciรณn del pasado mexicano implica redescubrir, en Hernรกn Cortรฉs y la leyenda negra, las bondades y oscuridades del virreinato fundador de la naciรณn territorial […]. En la medida en que incorporemos la versiรณn de los vencedores y su alianza con el รบltimo gran chichimeca que vino por el Oriente, Cortรฉs (y no Quetzalcรณatl) y el papel de Malintzin como fundadora de pueblos y nuevas tradiciones, dejaremos en paz el laberinto, para convertirnos en el fruto de una aventura fundadora de una nueva identidadโ€.

((Humberto Morales Moreno, en el XXX Coloquio Cervantino Internacional, Mรฉxico, 1521: Realidad y ficciรณn, Universidad de Guanajuato, Fundaciรณn Cervantina de Mรฉxico, A. C., 2022, p. 139; Christian Duverger, Hernรกn Cortรฉs. Mรกs allรก de la leyenda, Madrid, Taurus, 2013; Laura E. Matthew y Michel R. Oudijk, Indian conquistadors: Indigenous allies in the conquest of Mesoamerica, Norman, University of Oklahoma Press, 2007; Federico Navarrete, โ€œLa memoria tlaxcalteca de la conquistaโ€, Ciudad de Mรฉxico, Noticonquista, 2019, y ยฟQuiรฉn conquistรณ Mรฉxico?, Ciudad de Mรฉxico, Debate, 2019. La revista mexicana Letras Libres, en su nรบm. 283 (julio de 2022), presenta un dosier sobre la Nueva Espaรฑa: โ€œLegados del colonialismoโ€))

A los gobiernos autoritarios o democrรกticos les gusta una historia binaria, bipolar, con buenos y malos, y la posibilidad de manipular fobias, yanquifobia, rusofobia, hispanofobia… Los dirigentes piensan como Nikita Serguรฉyevich Jrushchov: โ€œLos historiadores son gente peligrosa; son capaces de ponerlo todo de cabeza; por eso deben ser dirigidosโ€, o eliminados como los historiadores de Memorial. Cuando son dirigidos, ocurre lo que dijo Mijaรญl Zadรณrnov en 1990, a la hora libertaria de la perestroika: โ€œLa URSS es un gran paรญs con un pasado impredecible.โ€ El historiador debe escoger entre el servilismo y el no conformismo; el รบltimo, en democracia, puede llevarlo al fracaso, a la marginalizaciรณn; en despotismo, al exilio, a la cรกrcel, a la muerte. El historiador aficionado Yuri Dmรญtriev, miembro de Memorial, trabajรณ durante veinte aรฑos para identificar los diez mil cadรกveres encontrados en tres fosas comunes, obra de la represiรณn estaliniana entre 1937 y 1941, en la provincia de Carelia, cerca del macizo forestal de Sandarmoj y del lago Onega. Condenado a tres aรฑos y medio de prisiรณn bajo una falsa acusaciรณn de pedofilia, apelรณ y fue condenado a quince aรฑos en 2020.

((Prensa rusa e internacional, 2007-2021. Documental Carelia: internacional con monumento de Andrรฉs Duque, 2019. La segunda parte del filme estรก dedicada a Yuri Dmรญtriev.))

Conmemorar se ha vuelto una enfermedad universal, patologรญa contagiosa, negocio. Esa รบltima dimensiรณn nos arrastra a todos. โ€œNuestra civilizaciรณn es una inmensa empresa de publicidad, publicidad a favor de esta forma de vida y pensamiento, regida por la aceleraciรณn de los circuitos econรณmicos.โ€

{{Stanislas Fumet, Histoire de Dieu dans ma vie, Parรญs, Fayard, 1978, p. 791.}}

 Internet y todas las redes sociales que ha tejido han dado una aceleraciรณn y una expansiรณn vertiginosa a un fenรณmeno que condiciona nuestras mentalidades. Remito al ejemplo de los memes en la memoria conflictiva peruano-chilena. Negocio para las empresas, pero tambiรฉn para los intelectuales, universitarios, historiadores, editores, televisiรณn, cine…

((Raphael Samuel, Theatres of memory, Nueva York, Penguin, 1994; Roy Rosenzweig y David Thelen, The presence of the past. Popular uses of History in American life, Nueva York, Columbia University Press, 1998; Jerome De Groot, Consuming History. Historians and heritage in contemporary popular culture, Oxon/Nueva York, Routledge, 2008; Henry Jenkins, Textual poachers. Television fans & participatory culture, Nueva York, Routledge, 2012.))

Memoria histรณrica, guerras memoriales, conmemoraciones, historia sierva o servil,

{{Lucien Febvre, โ€œLโ€™histoire dans un monde en ruinesโ€, discurso de 1919 en la Universidad de Estrasburgo, publicado en Revue de Synthรจse Historique, 1920: Lโ€™histoire qui sert, cโ€™est une histoire serve. El nรบmero 29 de Istor. Revista de historia internacional (verano de 2007) estรก dedicado a โ€œUsos y abusos de la Historiaโ€, con textos de Wladimir Berelowitch, Ilan Greilsammer, Andrรฉs Lira, Pierre Noraโ€ฆ}}

 historia al servicio de… todo contribuye a la divisiรณn โ€“muchas veces agresivaโ€“ en el seno de las naciones, entre partidos y facciones, regiones y grupos etnoculturales o religiosos, entre las naciones. Remito, para reflexionar sobre la dimensiรณn de incertidumbre y transitoriedad del hecho nacional, a Friedrich Nietzsche y a sus consideraciones intempestivas sobre la historia:

Lo que hoy se denomina โ€œnaciรณnโ€, y que, en realidad, es mรกs unaย res factaย queย nata, mรกs aรบn, a veces se asemeja, hasta confundirse con ella, a unaย res ficta et picta, es en todo caso algo que estรก en devenir, una cosa joven, no es todavรญa una raza, y mucho menos algoย aere perenniusย como la raza judรญa. ~

Friedrich Nietzsche, Mรกs allรก del bien y del mal, 1886. Res facta: cosa hecha. Res nata: innata. Res ficta et picta: fingida y pintada, comunidad imaginada. Aere perennius: mรกs perenne que el bronce. Jean Meyer, โ€œLa historia como identidad nacionalโ€, Vuelta, nรบm. 219, febrero de 1995.

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