El comptador dโestrelles rega la ciutat
amb lโaigua clara dโuna xifra que no sap.
El comptador dโestrelles rega la ciutat
amb un sol nรบmero que mai no heu calculat.
Jaume Sisa, โEl comptador dโestrellesโ, Galeta galร ctica
โEstamos a punto de dar un vuelco en la comprensiรณn del origen y naturaleza del universoโ, me dice el astrofรญsico Carlos S. Frenk mientras abre la bรณveda de un pequeรฑo telescopio instalado en la azotea de la universidad britรกnica de Durham. โGrandes preguntas habrรกn de responderse en breve.โ Frenk estudia mundos virtuales. En supercomputadoras realiza mapas del contorno cรณsmico utilizando datos reales provenientes de diversos telescopios de los hemisferios norte y sur. Estรก convencido de que no tardaremos en responder las actuales interrogantes (la materia oscura y su relaciรณn con la constante cosmolรณgica) y haremos algunas otras conforme se abran nuevas ventanas al espacio profundo de un universo cuya composiciรณn desconocemos en gran parte, si bien hemos podido calcular su edad: 13,800 millones de aรฑos. Entre lo poco que tenemos claro, sabemos que el universo se halla en expansiรณn, uno de los grandes descubrimientos del siglo XX que explica, entre otras cosas, por quรฉ existe la flecha del tiempo. Hubo un pasado, experimentamos el presente y nos movemos hacia el futuro, no al revรฉs.
Carlos Frenk es alumno de uno de los mรกs ilustres cosmรณlogos contemporรกneos, lord Martin J. Rees, quien me recibe en su departamento de Trinity College, en Cambridge, y me asegura que el gran logro de los รบltimos decenios es haber consolidado la cosmologรญa como una ciencia experimental. โEs paradรณjico, ยฟno le parece? Una de las disciplinas mรกs antiguas, que siempre estuvo apoyada en precarias observaciones, mucha especulaciรณn hipotรฉtica y algunas teorรญas razonables, se convierte ahora en la ciencia mรกs joven, en una ciencia cabal, que cuenta cada vez con mรกs datos experimentales y, por tanto, con enormes probabilidades de refinar sus modelos teรณricos.โ
La cosmologรญa es, en efecto, una ciencia salpicada de paradojas, pues se trata de una antiquรญsima forma del conocimiento. Hace apenas unas cuantas dรฉcadas se convirtiรณ en una disciplina experimental de precisiรณn, cuando el satรฉlite cobe confirmรณ la existencia de una lluvia de microondas en el fondo de nuestro horizonte cรณsmico, que habรญa sido descubierta en 1965 por Arno Penzias y Robert W. Wilson. Veinticinco aรฑos despuรฉs se encontrรณ que la intensidad de esta lluvia no era constante, que habรญa fluctuaciones en lo mรกs รญntimo de su estructura material, algo que sucediรณ cuando el universo era muy joven. Esto dio como resultado la teorรญa de la inflaciรณn cosmolรณgica, uno de los grandes logros de la astrofรญsica. Asรญ se abriรณ un intersticio al espacio profundo. โHoy disponemos de ventanas panorรกmicas para observar la astrofรญsica violentaโ, me asegura John Ellis, del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) de Ginebra. John se refiere a la astronomรญa que estudia los grandes cambios en la formaciรณn y evoluciรณn del universo. El profesor Ellis forma parte del comitรฉ que construirรก CTA (Enjambre de Telescopios Cherenkov), un colosal arreglo de antenas tanto en el hemisferio norte (isla La Palma, archipiรฉlago de Canarias) como en el hemisferio sur (cerro Paranal, desierto de Atacama, Chile) destinadas a detectar rayos gamma de muy alta energรญa. Estos mensajeros primordiales llevan informaciรณn muy valiosa sobre el origen del universo y en poco tiempo podremos saber, en palabras de Ellis, quรฉ noticias nos traen del Big Bang. Es de lo que habla cuando habla de โastrofรญsica violentaโ.
No obstante, cuando parece que dicha disciplina estรก dando saltos agigantados hacia las profundidades cรณsmicas, surgen interrogantes de las que no tenemos mรกs que indicios, remotas ideas sobre la naturaleza del universo y ninguna teorรญa factible. Tanto la supersimetrรญa โque supone la existencia de partรญculas parecidas a las que conocemos pero que deberรญan hallarse en una regiรณn superior de la energรญa que han alcanzado hoy en dรญa el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) y otros aceleradores para detectarlasโ como la teorรญa de cuerdas โque imagina otras dimensiones espacio-temporales, perdidas en la evoluciรณn del universoโ siguen siendo buenas hipรณtesis y nada mรกs. Tampoco hemos abierto ninguna ventana a un asunto crucial: la materia oscura. Lord Rees, Carlos Frenk y John Ellis estรกn de acuerdo en que las partรญculas de esta clase de materia (si es que existen) tienen muy baja densidad y por ello no interactรบan ni es posible detectarlas en el mejor vacรญo que puede generarse en la tierra. Simplemente nos atraviesan sin dejar huella.
Otra hipรณtesis sugiere que dicha materia oscura existiรณ una billonรฉsima de segundo despuรฉs del Big Bang. Los experimentos ATLAS y CMS se llaman asรญ por dos detectores de partรญculas que forman parte del Gran Colisionador del CERN, donde se intentarรกn recrear estas condiciones primordiales. Algo similar se logrรณ con otro de los experimentos montados en dicho acelerador, ALICE, el cual demostrรณ la existencia de la sopa de quarks y gluones tres microsegundos luego del estallido inicial. Sin embargo, ATLAS y CMS solo podrรกn asomarse a esa diminuta grieta al pasado remoto despuรฉs de 2020, ya que a fines de 2018 el LHC se cerrarรก durante dos aรฑos a fin de llevar a cabo mejorรญas y actualizaciones de manera profunda. A ello habrรก que sumar fair, acelerador de antiprotones e iones pesados que estรก terminando de construirse en Darmstadt, Alemania, cuyo propรณsito es recrear en pequeรฑa escala el Big Bang.
Vale la pena seรฑalar que connotados fรญsicos teรณricos como Luis รlvarez-Gaumรฉ, decano de CERN, creen que la actualizaciรณn del LHC deberรญa ser mรกs profunda de lo que se ha proyectado โrefinar la luminosidad del aceleradorโ. Esto significa aumentar su capacidad para detectar un mayor nรบmero de colisiones con la esperanza de que aparezcan eventos raros, encuentros del tercer tipo con la materia oscura. Sin embargo, lo que se necesita, aduce รlvarez-Gaumรฉ, es renovar los superimanes superconductores, de manera que produzcan mucha mรกs energรญa de la que producen hoy. El LHC ha alcanzado su lรญmite, por lo que, si se le perfeccionara para rebasar dicho tope, quizรก se atisbe una regiรณn inรฉdita del microcosmos y encontremos algunas respuestas a fin de comprender el otro lado de la escalera universal.
Un nuevo marco se abrirรก en las prรณximas dรฉcadas cuando los telescopios Cherenkov hagan โbrillarโ la materia oscura. John Ellis nos habla de algo imposible hasta el momento: en nuestro universo, materia y antimateria se aniquilan al encontrarse, disipรกndose en forma de radiaciรณn; en el mundo de la materia oscura, la densidad es tan dรฉbil que partรญculas y antipartรญculas de materia oscura conviven y, por tanto, las colisiones son extraordinarias. Sin embargo, en condiciones tormentosas, como en el centro de nuestra galaxia, donde la densidad es muy alta, es mรกs probable que partรญculas y antipartรญculas de materia oscura colisionen y produzcan radiaciรณn gamma de muy alta energรญa. Ya en 2005 la NASA lanzรณ un satรฉlite capaz de detectar dichos rayos y ahora mismo se enfoca hacia la zona de donde provienen. En ese entonces el Instituto de Astrofรญsica de Canarias terminรณ de instalar en La Palma un par de โojosโ, bajo el nombre de MAGIC, que miran rรกpidamente hacia donde se detecta la presencia de un chorro de partรญculas cรณsmicas. Tanto este telescopio como HESS en Namibia, HAWC en Mรฉxico y VERITAS en Arizona han estado abriendo rendijas. Le pregunto a Ellis: Con el nuevo arreglo planetario de CTA, ยฟtendremos el panorama completo? โCasiโ, responde.
Escudriรฑar la naturaleza de la luz y su opuesto complementario, la materia oscura โademรกs de la energรญa tambiรฉn llamada oscura simplemente porque no sabemos quรฉ esโ, representa un desafรญo de gran envergadura. ยฟEstรกn hechas de partรญculas, se trata de campos? Fritz Zwicky y Vera Rubin propusieron que la materia oscura deberรญa tener cierta interacciรณn gravitacional con la materia visible, si bien hasta ahora no se ha encontrado evidencia definitiva. Con respecto a la energรญa oscura sabemos mucho menos, aunque se cree que existe debido a la expansiรณn acelerada del universo, ya que dicha energรญa presiona la estructura y provoca que todos los objetos cรณsmicos se alejen unos de otros a gran velocidad.
De acuerdo al astrofรญsico de partรญculas de CERN รlvaro de Rรบjula es imperativo entender la constante cosmolรณgica pues hay una notable disparidad en las mediciones actuales. Este concepto fue introducido por Einstein en 1917 a fin de estabilizar sus ecuaciones de la relatividad general, ya que en ese momento no se habรญa descubierto la expansiรณn del universo y era imposible conciliar un mundo estรกtico y homogรฉneo con la tendencia de los cuerpos a colapsar debido a la acciรณn de la gravedad. Cuando se supo que el universo se expande en todas direcciones, Einstein desechรณ la idea. No obstante, teรณricos como De Rรบjula piensan que es un concepto valioso, el รบnico que mantiene la congruencia de las ecuaciones de Einstein, a pesar de las notables diferencias en las mediciones mencionadas, y por ello hay que seguir indagando.
Tampoco comprendemos el vacรญo, esa misteriosa sustancia que da coherencia fรญsica, por ejemplo, al bosรณn de Higgs, el cual induce que haya cuerpos con masa como nosotros, al igual que estrellas. Una tercera cuestiรณn requiere de su propia ventana, la cual se diseรฑarรก y construirรก conforme metamos las narices en la estructura de las galaxias, ya que hoy en dรญa los datos, cada vez mรกs precisos y cuantiosos, indican que la densidad en el centro de nuestra galaxia difiere de lo esperado, de manera que el asunto de la materia oscura aparece mรกs enigmรกtico que antes.
Para รlvarez-Gaumรฉ โesa ventana se abrirรก de par en par con el Square Kilometer Array, una cadena de radiotelescopios entre Australia y Sudรกfrica que nos permitirรก conocer la estructura del universo a gran escala. Seremos capaces de observar y contrastar cรณmo ha evolucionado la densidad universal, desde una รฉpoca remota e inmediatamente posterior al Big Bang, el fondo de la radiaciรณn cรณsmica, hasta ahora. Tambiรฉn nos permitirรก conocer la distribuciรณn de materia oscura y, al mismo tiempo, la manera como se ha ido aglomerando la materia visibleโ.
Hace una pausa, sonrรญe maliciosamente y agrega: โLuego estรก el Santo Grial de la cosmologรญa: el modo b.โ
Sabemos que la radiaciรณn cรณsmica de fondo es un mensaje muy antiguo escrito en fotones que, se suponรญa, viajaban por un espacio โplanoโ. En 2002, investigadores a cargo del Interferรณmetro de Escala Angular anunciaron un descubrimiento crucial: la radiaciรณn viaja con una orientaciรณn casi imperceptible, es decir, estรก ligeramente polarizada. Este fenรณmeno esencial, predicho por lord Rees en 1968, demuestra que hubo pequeรฑas irregularidades cuando el universo tenรญa apenas unos cien mil aรฑos de edad.
A tales โanomalรญasโ se les conoce como modos b. โDetectarlos es muy difรญcilโ, afirma รlvarez-Gaumรฉ, โpues no conocemos el grado de contaminaciรณn de fondo y la seรฑal de las lentes gravitacionales de la materia oscura empaรฑan otros datos. Pero cuando podamos distinguir la contaminaciรณn de los fotones arcaicos tendremos una vista panorรกmica del Big Bangโ. Hace poco el telescopio espacial Planck y el terrestre South Pole Telescope detectaron modos b. Tales eventos confirmaron que la polarizaciรณn es sumamente leve, apenas de un 10%, a una temperatura de unos cuantos y gรฉlidos microkelvins. Es muy importante ampliar esta ventana porque nos dejarรก mirar el momento en que iones positivos (sobre todo protones) se combinaron con electrones por primera vez para formar รกtomos neutros. Antes, la radiaciรณn de fondo no estaba polarizada.
Pionero de la radioastronomรญa experimental en Mรฉxico, Luis Felipe Rodrรญguez, de la unam, recuerda el progreso espectacular en la amplificaciรณn de seรฑales provenientes del espacio profundo. โCada vez son mรกs nรญtidasโ, asegura, si bien advierte acerca del punto lรญmite en donde la precisiรณn cede sin remedio ante la estadรญstica. โAun asรญ, el futuro cercano es prometedorโ, agrega, โpues junto con los estadounidenses del Observatorio Nacional de Radioastronomรญa, localizado en Nuevo Mรฉxico, estamos planeando abrir otra ventana en los prรณximos quince aรฑos: el Gran Arreglo de Nueva Generaciรณnโ. Es decir, radioastronomรญa extrema, capaz de llevar al lรญmite los dispositivos tecnolรณgicos y las ideas que los sustentan. Algo de eso se hace en ALMA, el Gran Arreglo de Antenas Milimรฉtricas localizado en Atacama, Chile, cuya mirada desborda las fronteras cรณsmicas. โUna cosa que nos interesa saber es quรฉ tan temprano se produce el proceso de formaciรณn de planetas en una nube primordialโ, finaliza.
Un tema clรกsico de la cosmologรญa, los hoyos negros, tambiรฉn parece reservarnos algunas respuestas, y estamos en el umbral de saberlas. Por lo pronto, los astrofรญsicos han descubierto que cuando languidece una estrella muy pesada, con diez veces la masa de nuestro sol, termina convirtiรฉndose en un hoyo negro. El mรกs antiguo de ellos, de unos 13 mil millones de aรฑos, fue descubierto en fecha reciente por ALMA. โSi bien los fรญsicos de partรญculas subatรณmicas y los teรณricos de campos cuรกnticos hemos estado tratando de comprender quรฉ sucede en este fenรณmeno y cuรกles son los efectos cuรกnticos, aรบn no sabemos combinar la teorรญa cuรกntica con las ideas relativistas de Einsteinโ, reconoce John Ellis. โLa detecciรณn de ondas gravitacionales โque se registrรณ hace un par de aรฑosโ puede ser un primer paso para lograr la ansiada unificaciรณn de teorรญas.โ
Alguna vez los neutrinos fueron serios candidatos a formar parte de la materia oscura, pero ahora se sabe que no es asรญ, si bien pueden convertirse en un puente para inferir algo de la naturaleza oscura. Es posible detectar los que provienen del sol o de supernovas, y tambiรฉn pueden โfabricarseโ en tierra, como sucede con una vieja gloria de la cacerรญa de partรญculas, el Tevatrรณn del Fermilab, localizado en Chicago, Illinois. Este acelerador se ha convertido en una poderosa fuente de protones y neutrinos extremadamente energรฉticos, los cuales podrรกn ser detectados a 1,300 kilรณmetros de distancia por un aparato ubicado bajo tierra, en Dakota del Sur. El prototipo de los detectores se construye en el CERN.
โRayos cรณsmicos cargados, neutrinos, ondas gravitacionales, rayos gamma de alta energรญa, electrones y positrones, fotones muy antiguos, antinรบcleos detectados mediante sondas espaciales, son todas ventanas que en un futuro prรณximo nos habrรกn dejado ver lo suficiente como para obtener un visiรณn realmente panorรกmica del universoโ, dice Ellis. โLas galaxias estรกn abiertas a las inquietudes humanas.โ~
escritor y divulgador cientรญfico. Su libro mรกs reciente es Nuevas ventanas al cosmos (loqueleo, 2020).