Sondheim y el arte total

El 26 de noviembre de 2021 muriรณ el creador de West Side story. Su uso de elementos discordantes, su exploraciรณn del lenguaje y su forma de jugar con la tensiรณn entre el pรบblico y el escenario elevaron el teatro musical al nivel del โ€œarte totalโ€, en el sentido que pedรญa Wagner.
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En su libro Con Borges,

{{Alberto Manguel, Con Borges, Madrid, Alianza Editorial, 2004, p. 21.}}

 Alberto Manguel relata una trivial ida al cine con el maestro de la ficciรณn latinoamericana. Camino a ver West Side story, el cuentista โ€œcanturrea โ€˜Marรญaโ€™ y seรฑala que el nombre de la amada deja de ser un mero nombre para convertirse en una fรณrmula divina: Beatrice, Julieta, Lesbia, Laura. โ€˜Al final, todo estarรก contaminado por ese nombreโ€™โ€, dice. La dimensiรณn รฉpica de la historia estรก contenida en el nombre de Marรญa, en su variedad simbรณlica y en las posibilidades que enuncia la letra de la canciรณn: โ€œAll the beautiful sounds of the world in a single word.โ€

{{Todas las letras citadas han sido tomadas de Stephen Sondheim, Finishing the hat. Collected lyrics 1954-1981, Nueva York, Knopf, 2010, y de Look, I made a hat. Collected lyrics 1981-2011, Nueva York, Knopf, 2011.}}

 Traspuesto a fรณrmula divina, el nombre congrega el universo en sรญ mismo y se convierte en lo รบnico importante, dejando atrรกs las barreras de clase y raza que separan a Tony de Marรญa, y en esto se anuncia el aliciente de la tragedia.

La repeticiรณn y el anhelo de esta pieza se reitera en la letra mรกs famosa escrita por Stephen Sondheim para el mismo musical: โ€œSomewhereโ€, en la que se congrega el mundo, despuรฉs de la uniรณn de los amantes, en el anhelo de habitar lejos del peligro y la violencia. โ€œHold my hand and weโ€™re halfway there. / Hold my hand and Iโ€™ll take you there.โ€ La colaboraciรณn musical entre Sondheim y su maestro Leonard Bernstein reluce particularmente en esta canciรณn, sobre todo por las sutiles decisiones lรญricas que la caracterizan: en lugar de ser una declaraciรณn directa y frontal, la canciรณn inventa un mundo posible que es enteramente cancelado por el final de la obra. Esto se transmite, tambiรฉn, en la composiciรณn, que remarca en un inicio โ€œThereโ€™s a place for usโ€, poniendo acento en la a que antecede a โ€œplaceโ€, tanto para acomodarse a la tersura de cuerdas del compositor como para generar ese efecto de melancolรญa que caracteriza al nรบmero.

A pesar de su enorme influencia y estatus como uno de los grandes musicales del siglo XX, West Side story nunca fue del total agrado de Sondheim, quien llegรณ a considerarlo un trabajo de encargo y una obra inmadura. Como dice en su memoria/reflexiรณn sobre sus propias letras Finishing the hat: โ€œEsperaba que la simplicidad del lenguaje, puesta en contra de la pasiรณn preciosista de la mรบsica, sirviera como corrector. Casi funciona, pero cuando la escucho ahora, quisiera que estuviera en una รณpera en otro idioma.โ€ La sencillez que buscรณ en esa obra de encargo se tradujo a su prรกctica como compositor y letrista, la cual resalta en el universo de Broadway por su uso de elementos discordantes, su mordacidad irรณnica y por su forma de jugar con la tensiรณn entre el pรบblico y el escenario, elevando el teatro musical a una posiciรณn que puede leerse al mismo tiempo como espectรกculo y Gesamtkunstwerk:

{{La obra de arte total, planteada por Richard Wagner como la que echa mano de todas las artes para concretar una sola unidad de concepto.}}

 cada parte de la obra โ€“desde la mรบsica hasta el diseรฑo de vestuarioโ€“ empuja una historia, una idea, un concepto, a su realizaciรณn como totalidad.

Un ejemplo de esta aspiraciรณn a la totalidad es el primer acto de la obra Sunday in the park with George, en la que un Georges Seurat interpretado por Mandy Patinkin invoca, por medio de las palabras, a las figuras que darรกn vida a su composiciรณn y, al tiempo que transcurre la canciรณn, el teatro se va llenando de actores y decoraciones que asemejan su pintura mรกs cรฉlebre. Sin embargo, la presentaciรณn no llega a los niveles barrocos que uno asociarรญa con Broadway, sino que se mantiene contenida por el trabajo de los actores y el libreto de James Lapine, uno de los principales colaboradores del artista e ingrediente principal de algunas de sus mejores creaciones. El segundo acto estรก puntuado, como el anterior por la acumulaciรณn, por sustraer elementos del escenario. Un descendiente de Seurat, artista conceptual en crisis, se enfrenta contra los tiempos que cambian y los nuevos gustos del coleccionismo, y al final descubre una nota que nos devuelve al inicio de la obra: โ€œWhite. A blank canvas. His favorite: so many possibilities.โ€

Con su carรกcter cรญclico y autorreflexivo, Sunday in the park with George ejemplifica a un Sondheim en pleno dominio de sus capacidades y parece ilustrar tanto la forma como el contenido de sus obras mรกs arriesgadas, como Into the woods, en la que se deconstruyen los tรณpicos (tanto narrativos como formales) de los cuentos de hadas europeos al mismo tiempo que, desde la mรบsica, se cuestionan los ripios de la tradiciรณn musical disneyana โ€“compaรฑรญa que, cabe decir, realizรณ una adaptaciรณn sumamente mediocre en 2014โ€“ convirtiendo el deseo de los personajes en el motor central de la obra, mismo que nunca llega a realizarse por completo o, de hacerlo, resulta decepcionante. Este tรณpico aparece de nuevo en las obras mรกs oscuras del artista, como Sweeney Todd. The demon barber of Fleet Street y Assassins. En ellas, Sondheim muestra no solo su capacidad como compositor y letrista, sino que apunta a los lugares mรกs complejos, difรญciles de discutir, de la condiciรณn humana.

Sweeney Todd nos ofrece un Londres raรญdo por la desigualdad y la violencia, en donde el cuerpo funciona al mismo tiempo como moneda de cambio, objeto vulnerable y espacio de resistencia. Vemos en el personaje de Mrs. Lovett (magistralmente interpretado por Angela Lansbury en el teatro y por Helena Bonham Carter en la adaptaciรณn gรณtica dirigida por Tim Burton) a una mujer rota, atravesada por la necesidad, que concibe el canibalismo como salida junto al protagonista, dando pie a una relaciรณn destructiva. Sin embargo, del otro lado de esa violencia, estรก su relaciรณn con Toby, un hombre con mente de niรฑo con quien desarrolla un vรญnculo maternal y en quien se concentra la mejor canciรณn de la obra: โ€œNot while Iโ€™m aroundโ€, donde cada movimiento de los actores estรก perfectamente cronometrado con la mรบsica para transmitir un vรญnculo emocional. La pureza de ese nรบmero estรก en contrapunto con la que el autor considerรณ la balada romรกntica de la obra, โ€œMy friendsโ€, donde Sweeney Todd se reencuentra con sus navajas y comienza su saga de asesinatos: โ€œAll your days, / my lucky friends. / Till now your shine / was merely silver.โ€ El peso del lenguaje en ambas canciones es elemental para el efecto de la puesta en escena, y su dificultad interpretativa estรก relacionada con los efectos poรฉticos que se marcan en el contenido de las canciones.

Assassins, por su parte, apuesta por una presentaciรณn fragmentada (โ€œun collageโ€, en palabras del compositor) y un tema de riesgo para haber sido escrito en tiempos de Reagan. Nos muestra, a manera de revista, las historias de nueve individuos que intentaron asesinar a distintos presidentes de Estados Unidos, y en esa bรบsqueda nos revela la idiosincrรกtica fragmentaciรณn de la cultura norteamericana. Los asesinos, que van de John Wilkes Booth a la seguidora de Charles Manson Lynette โ€œSqueakyโ€ Fromme, se nos presentan tambiรฉn como gente rota, en busca de un deseo irrealizable que se ha visto suplantado por un delirio de grandeza. El libreto de John Weidman (con quien Sondheim colaborรณ tambiรฉn en Pacific overtures, su musical sobre la ocupaciรณn estadounidense en Japรณn) funciona como dispositivo para darles cuerpo a las relaciones entre los personajes y vincularlos no con una lรญnea histรณrica o con un discurso especรญfico, sino que los caracteriza como despojos de la sociedad, juguetes rotos del devenir capitalista que exteriorizan delirios imposibles; como dice el coro a Harvey Lee Oswald en el clรญmax de la obra: โ€œWeโ€™re depending on you… / Make us proud… / All you have to do is squeeze your little finger. / Squeeze your little finger… / You can change the wor–.โ€ La dependencia en ideales, la bรบsqueda de personas, objetos o situaciones ilusorias, es lo que tienen en comรบn todas las obras del maestro del musical contemporรกneo, y tambiรฉn es, quizรกs, lo que conecta su trabajo con las preocupaciones de nuestro tiempo.

Las obras que he comentado brevemente aquรญ son apenas una muestra de la variedad temรกtica y lรญrica que podemos encontrar al sumergirnos en el imaginario de Stephen Sondheim, en quien me gusta pensar como artista total del perรญodo hegemรณnico de la cultura estadounidense. Como pocos, supo sintetizar las emociones, los conflictos, el caos y el orden de una naciรณn sin que su obra hiciera pronunciamientos directos sobre la polรญtica o las turbulencias sociales que acontecieron en sus mรกs de cincuenta aรฑos de actividad. El destino de su obra es reflejarse a un pรบblico diverso y amorfo; la distancia irรณnica (sin llegar a lo brechtiano) y la profundidad simbรณlica con la que armaba su trabajo permiten diferentes lecturas, nos conectan con la experiencia comunitaria del teatro, de la poesรญa y de la mรบsica sin que tengamos que cruzar por el sofisticado pero difรญcilmente accesible lenguaje de la รณpera.

A pesar de su aspiraciรณn a la totalidad, la obra de Sondheim no se fundamenta en la complejidad y la riqueza simbรณlica de su mรบsica o su trabajo conceptual, sino en una exploraciรณn desde el lenguaje. Sus letras estรกn decoradas por los ritmos del inglรฉs americano, el uso de las contracciones y figuras que caracterizan sus dialectos, y un conocimiento pleno de herramientas que pocos poetas utilizan actualmente. Un buen ejemplo de esto es su uso de formas mรฉtricas singulares, como los versos trocaico y dactรญlico en contraposiciรณn al usual yรกmbico, tanto para darles textura a las palabras como para conjuntarlas con la mรบsica, y tambiรฉn el reconocimiento de cรณmo una inflexiรณn de vocabulario, una simple expresiรณn en lugar de otra, puede cambiar completamente la armonรญa del conjunto. Como bien reconociรณ Borges al escuchar el nombre de Marรญa tantas veces repetido en el musical de 1957, al fondo del trabajo de Sondheim estรก el acto de nombrar: la posibilidad de acercarse por medio del lenguaje a la reconciliaciรณn del ser deseante con su lejano, imposible o inventado objeto de deseo. ~

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(Naucalpan, 1994) escribe poemas y ensayos. Su primer libro, Fracciรณn continua, fue publicado por el FOEM en 2022.


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