Evocar en tres minutos cuatro dรฉcadas de amistad con Octavio Paz es un reto imposible pero lo intentarรฉ. Coincidรญ con รฉl por primera vez en los Encuentros Literarios de Formentor a fines de los cincuenta del siglo que dejamos atrรกs. Yo le conocรญa solo de nombre. En el erial franquista su obra no se difundรญa en razรณn de su peligrosidad. Recuerdo que alguien de mi entorno me habรญa prevenido contra ella: era de un agente trotskista, me dijo. Ello no me disuadiรณ de leerla y a comienzos de los sesenta, instalado ya en Francia, di con El laberinto de la soledad y un volumen de su poesรญa reunida hasta la fecha. Su lectura me conmocionรณ: era la de un autor que necesitaba desesperadamente un paรญs enclaustrado como el nuestro. Me carteรฉ con รฉl y nos encontramos de nuevo en Parรญs en un hotel cercano a la รpera. Hablamos un buen rato de polรญtica y literatura y allรญ se sellรณ nuestra amistad, para mรญ imprescindible.
Volvรญ a verle en Parรญs tras su renuncia a la embajada de Mรฉxico en India a raรญz de la revuelta estudiantil y la matanza de Tlatelolco. Paz encarnaba ya a mis ojos ese maestro capaz de introducir el pensamiento crรญtico en el รกmbito de la poesรญa y la imaginaciรณn en el del pensamiento crรญtico. El hilo de mis lecturas de su obra es largo y no las enumerarรฉ aquรญ. Nos volvimos a ver en Valencia en 1987 con motivo del cincuentenario del Congreso de Intelectuales Antifascistas en defensa de nuestra Repรบblica, en el que habรญa participado solidariamente en su juventud, y allรญ releรญ el poema que dedicรณ a los combatientes republicanos, dotado de esa belleza indemne de la poesรญa comprometida ante todo consigo misma y no al servicio de causa alguna, por noble que fuera.
Repaso mentalmente los tรญtulos de sus obras que se convirtieron en libros de cabecera. Su visiรณn de la literatura obligada a renovarse a fin de no caer en la inanidad y redundancia o de la encrucijada del mundo globalizado de hoy con la consiguiente venganza de los fundamentalismos identitarios es la de un profundo conocedor de la historia y de las trampas que nos acechan. Nadie ha expuesto mejor que รฉl los obstรกculos que se oponen al desarrollo democrรกtico de los paรญses de habla hispana con sus desigualdades brutales, violencia endรฉmica y tentaciรณn caudillista. Libres de toda cerrazรณn ideolรณgica, en lo que รฉl llamaba “en las afueras de la realidad”, sus anรกlisis guardan una incentiva actualidad.
Su apertura intelectual a otros espacios culturales, en las antรญpodas del ombliguismo identitario hispano, confirma la singularidad de su aventura poรฉtica y de su reflexiรณn crรญtica. Conversar con รฉl sobre novela, poesรญa o polรญtica era un verdadero privilegio. Su experiencia abarcaba distintos campos del saber y en lugar de dar respuestas formulaba nuevas preguntas. Desfilan en mi memoria anรฉcdotas y bromas sobre personajillos y fantasmones de la fanfarria cultural hispana. Su hondura intelectual no andaba reรฑida con el humor. Lo veo, lo veo aรบn, en compaรฑรญa de Marie-Josรฉ, en los salones del Hotel Lutazil, meses antes de su fallecimiento. Se sabรญa ya enfermo, pero su interรฉs por el mundo creado por el derrumbe de la URSS le mantenรญa vivo y alerta. Hablamos de Espaรฑa, de Mรฉxico, de nuestros amigos comunes. Cuando me despedรญ de รฉl, lo hice con la amarga certeza de que no le volverรญa a ver. En razรณn de ello me sumergรญ en la relectura de sus libros. Su gran obra nos acompaรฑa en el centenario que celebramos este aรฑo. ~
(Barcelona, 1931) es escritor, uno de los miembros mรกs relevantes de la llamada Generaciรณn del 50 espaรฑola. La editorial Galaxia Gutenberg publicรณ sus Obras completas.