Foto: Horia Varlan/Flickr

Ciencia en Gran BretaƱa: entre el Brexit y la posverdad

ĀæQuĆ© sucederĆ” con los trabajadores franceses, polacos, espaƱoles, holandeses en campos cientĆ­ficos y de tecnologĆ­a en el territorio britĆ”nico? ĀæQuĆ© pasarĆ” con los cientĆ­ficos britĆ”nicos en Europa?
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El aƱo en que se conmemorĆ³ el 450 aniversario de la muerte de William Shakespeare, un autor que mirĆ³ tanto hacia el continente al otro lado del mar, los britĆ”nicos votaron en un referendo su salida de la UniĆ³n Europea luego de poco mĆ”s de cuatro dĆ©cadas de vĆ­nculos. Esto ha llevado a renegociar una compleja diversidad de acuerdos, incluida la colaboraciĆ³n en ciencia y tecnologĆ­a.

ĀæQuĆ© sucederĆ” con los trabajadores franceses, polacos, espaƱoles, holandeses, calificados en una diversidad de oficios y profesiones, todos ellos habitantes de las islas britĆ”nicas que consumen bienes y pagan impuestos? ĀæSerĆ”n expulsados? O los fĆ­sicos, ingenieros y personal administrativo britĆ”nicos que laboran desde hace aƱos en el CERN de Ginebra y viven  en los poblados fronterizos de Francia, ĀætambiĆ©n se desvanecerĆ”n sus derechos y perderĆ”n sus propiedades? Cuesta trabajo creer que una ciudad como Londres dejarĆ” de ser tan cosmopolita como lo ha sido, al menos, desde la Ć©poca de Shakespeare. Si hay algo que distingue a la ciencia, ademĆ”s de su apego a la verdad fĆ”ctica, experimental, es precisamente su cosmopolitismo, su vocaciĆ³n de empresa internacional.

Busco a Sir John Gurdon, Premio Nobel de FisiologĆ­a y Medicina 2012 por haber descubierto que las cĆ©lulas maduras pueden reprogramarse y ser pluripotenciales. Sir John dirige un centro de genĆ©tica molecular en Cambridge, patrocinado por GlaxoSmithKline. Ni a Ć©l ni a ninguno de los cientĆ­ficos con los que platiquĆ© les afectarĆ­a el rompimiento formal con Europa, en principio. Sin embargo, alertan, si la soluciĆ³n para quienes viven en la isla y para aquellos con intereses en el continente resulta ambigua o desfavorable, a mediano plazo la situaciĆ³n podrĆ­a volverse crĆ­tica.

En opiniĆ³n de Lord Martin J. Rees, decano de Trinity College en Cambridge y destacado astrĆ³nomo, es una cuestiĆ³n de percepciĆ³n. Una buena parte de la ciudadanĆ­a que votĆ³ por salir de la UniĆ³n Europea fue manipulada y ahora muchos parecen estar confundidos. Para la ciencia britĆ”nica es nocivo, dice, dado que envĆ­a seƱales equivocadas no sĆ³lo a sus colegas en el continente sino al resto del mundo. ā€œEstĆ” en juego el cĆ³mo queremos los britĆ”nicos ser recordadosā€. Aun asĆ­, impacientes por las decisiones que se toman en Bruselas, hay investigadores que apoyan la separaciĆ³n.

Sir Ian Wilmut, uno de los creadores de la oveja Dolly, lamenta que se hayan usado las carencias propias como pretexto para culpar a alguien mĆ”s del malestar y, en consecuencia, tomar el camino equivocado. Intento visitarlo en Edimburgo pero no desea ahondar en el asunto, ni mucho menos hablar del ā€œaffaire Dollyā€, pues hubo disputas por los crĆ©ditos del trabajo, sin olvidar que uno de los creadores (Keith Campbell) se suicidĆ³ dĆ­as despuĆ©s de haber perdido el Nobel en 2012 y el tercero (Jim McGuir) fue encontrado muerto hace poco en el barco donde vivĆ­a, asĆ­ que Sir Ian prefiere evitar a todo aquel que no sea su colaborador. Para el fĆ­sico Eric van Herwijnen, de madre britĆ”nica y padre holandĆ©s, quien ha trabajado durante 35 aƱos en CERN, el espectĆ”culo del Brexit contiene una pizca de tragedia shakespeareana, abundante escepticismo y pocas nueces.

En medio de este drama isabelino, la sinrazĆ³n se hace lĆ³gica, pues a las noticias falsas se suma una nueva forma de posverdad: la charlatanerĆ­a ā€œde baja intensidadā€. A diferencia de un ā€œgranā€ fraude (tratar de demostrar que la Tierra es plana o que la evoluciĆ³n es una charada), tales engaƱos aparentemente imperceptibles se producen debido a la avalancha de artĆ­culos que se publican cada mes en la revistas especializadas, producto de la multiplicidad de disciplinas cientĆ­ficas surgidas en las Ćŗltimas dĆ©cadas, los cuales no se verifican con el rigor que se debiera. Simplemente no hay tiempo para montar de nuevo el experimento y repetirlo a fin de comprobar su veracidad o falsedad. Con tal de que parezca que puede ser factible, se da por sentado. Se sabe de algunos listos que han aprendido a manipular en sus computadoras las imĆ”genes procesadas por tomĆ³grafos con objeto de sustentar sus hipĆ³tesis. Fabrican extrapolaciones al gusto del comprador.

En este ambiente una moda neonihilista pretende poner en tela de juicio cuatro hechos fundamentales, observados durante siglos:

  1. La naturaleza es regular.
  2. Existe una realidad separada de la mente humana.
  3. La naturaleza puede comprenderse.
  4. Nuestro razonamiento es consistente.

Percibir la naturaleza como un fenĆ³meno regular, consistente, nos remite a las formas ancestrales de las diferentes especies. Estamos conformados de cierta manera y no de otra, a pesar de que haya elementos fundamentales similares. Semejante contraste entre homogeneidad y diversidad se expresa en forma de molĆ©culas bioquĆ­micas.

Los iconoclastas niegan que nuestra lĆ³gica sea Ćŗtil, pues es imposible desarrollar una explicaciĆ³n total de las cosas que, a su vez, demuestre que esa explicaciĆ³n es verdadera. Extrapolan un teorema matemĆ”tico (el de Incompletitud, de Kurt Gƶdel), por lo que suponemos que los axiomas (las afirmaciones que son el sustento de nuestra investigaciĆ³n) siempre serĆ”n vĆ”lidos, aunque no tengamos una Ćŗltima prueba de ello. Pero olvidan en forma maƱosa la existencia de otros bloques esenciales, listos para demostrarnos que, al construir sobre ellos, la realidad resulta consistente, congruente, y la contradicciĆ³n formal se desvanece. Si esos bloques no resultasen reales en la vida cotidiana, jamĆ”s habrĆ­an logrado posar una sonda en un asteroide o hubiera sido imposible combatir el ataque de nuestros depredadores, los virus. De hecho, si no fuera por esta Ćŗltima ā€œsuposiciĆ³nā€ (la eficacia de las vacunas), los amigos del obscurantismo posmoderno ya habrĆ­an dejado nuestro mundo debido a un simple resfriado.

 

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escritor y divulgador cientƭfico. Su libro mƔs reciente es Nuevas ventanas al cosmos (loqueleo, 2020).


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