El 4 de abril, HBO transmitió los dos últimos episodios de la serie documental de seis partes Q: En el ojo de la tormenta, en la que el cineasta Cullen Hoback explora la cancerosa teoría de la conspiración conocida como QAnon e intenta llegar al fondo de quién está exactamente detrás de ella. QAnon es un movimiento alimentado desde internet que aglutina a personas que creen que un grupo de pedófilos controlan el partido Demócrata, Hollywood y otras instituciones importantes, y que el expresidente Donald Trump, ha estado liderando un esfuerzo encubierto, junto con el ejército, para arrestar a estos pervertidos y ejecutarlos. Muchos seguidores también creen que los supuestos miembros de este grupo son satanistas que practican el canibalismo, y que Trump está usando ovnis para combatirlos. La teoría de la conspiración se ha relacionado con múltiples casos de violencia y ha desgarrado familias. El FBI considera que QAnon es una amenaza terrorista interna y al menos 34 de sus seguidores participaron en el ataque del 6 de enero contra el Capitolio de Estados Unidos
Hoback obtuvo un acceso sin precedentes a algunas de las personas más importantes que han controlado el crecimiento de QAnon en línea durante los últimos años, y al final, ofrece una explicación de quién cree que “Q” –el supuesto infiltrado anónimo en el centro de la teoría de conspiración– es realmente. Aquí se habla de lo que descubrió y si realmente llegó al fondo de uno de los misterios más extraños de la era Trump.
¿Qué hay en el documental?
La narrativa principal de la serie sigue una disputa entre Fredrick Brennan y el dúo padre-hijo de Jim y Ron Watkins. Brennan es el creador del sitio 8chan, ahora conocido como 8kun. El sitio es un tablero de imágenes donde los usuarios anónimos pueden publicar prácticamente cualquier cosa, con lo que se ha convertido en un semillero de racismo violento y pornografía extravagante. También es el único lugar a través del cual Q se comunica con sus seguidores, en forma de mensajes crípticos llamados “gotas”. Q dice ser un funcionario del gobierno que ocupó un alto cargo en la administración Trump y estaba al tanto de la guerra secreta del expresidente contra los pedófilos de élite. Además de explorar el entorno de QAnon y algunos de los problemas relacionados con la libertad de expresión que plantea la conspiración, la misión de Hoback al realizar este documental es averiguar quién es en realidad la persona que dice ser Q.
En 2015, Brennan le vendió 8chan a los Watkins y se mudó a Filipinas, donde ellos residían y dirigían varios negocios. El documental comienza en 2018, unos años después de que Brennan entregara las riendas de 8chan, y sigue su pelea con la familia Watkins. Brennan comenzó a pelearse con los Watkins después de que las autoridades descubrieron que 8chan estaba relacionado con varios tiroteos masivos, incluidos los de Christchurch, Nueva Zelanda y El Paso, Texas. Brennan quería desactivar 8chan de forma permanente, mientras que los Watkins querían mantenerlo, con base en lo que, decían ellos, eran razones de libertad de expresión. El documental registra el conflicto cada vez más acalorado que surgió de este desacuerdo.
¿Qué aprendemos sobre los principales protagonistas de la saga QAnon?
El documental es una mirada íntima a las personas que han tenido el mayor control sobre los principales medios de comunicación de Q, a saber: 8chan y 8kun. Obviamente, Hoback simpatiza con Brennan, y es fácil ver por qué. Brennan es sumamente encantador y modesto, y parece estar embarcado en una cruzada, que tiene suficientes principios, aunque ocasionalmente juega sucio, para lograr que 8chan cierre. Jim y Ron Watkins, por otro lado, tienen una presencia de cámara bastante sucia. Jim, un veterano del ejército de los Estados Unidos convertido en empresario del porno, los foros de mensajes y las granjas de cerdos, lleva la sonrisa inquietantemente perpetua del gato de Cheshire y describe su fantasía de asesinar políticos con una ametralladora en una de sus primeras entrevistas en la serie. En episodios posteriores, culpa de su actitud evasiva en entrevistas previas a una sospechosa pérdida auditiva, y más tarde parece practicarle una felación a una rebanada de pizza, en un intento de humor que provoca escalofríos.
Ron, el hijo de Jim, parece un otaku desalmado y hambriento de poder. Está predispuesto a la grandiosidad; en un momento presiona para cantar ópera en cámara y en otro se presenta a sí mismo como el máximo jefe dentro de un videojuego que desarrolló, basado en 8kun. Ron también parece presionar a Hoback para que visite prostitutas en Japón, para poner a prueba su confiabilidad.
¿Quién cree Hoback que es Q?
Hoback cree que Ron Watkins es Q. Esta no es una conclusión particularmente sorprendente. Durante más de seis meses, Brennan impulsó su propia teoría de que Jim y Ron Watkins controlan la cuenta Q; sus afirmaciones llevaron a dos informes importantes de ABC News y el podcast Reply All sobre la identidad de Q en septiembre. Refiriéndose al artículo de ABC, Brennan se jacta alegremente en el documental de que “los reporteros básicamente escribieron justo lo que yo quería en ciertos casos”. Sin embargo, en ese momento su teoría parecía tener evidencia bastante convincente detrás de ella. Como propietarios del sitio, los Watkins tienen control sobre las cuentas que publican allí, incluida la de Q. Brennan también señaló que Q dejó de publicar en cualquier otro lugar de internet cuando 8chan, el foro a través del cual Q difunde sus mensajes, dejó de funcionar en 2018 porque sus proveedores de servicios desmontaron el sitio. Fue solo unos meses después de que los Watkins comenzaran un nuevo sitio llamado 8kun que Q comenzó a publicar nuevamente.
Es importante destacar que Brennan y Hoback no creen que Ron inició toda esta teoría de la conspiración. Simplemente dicen que probablemente se ha apoderado de la cuenta de Q. Brennan ha planteado la hipótesis de que un teórico de la conspiración sudafricano llamado Paul Furber fue quien comenzó a publicar como Q, pero luego los Watkins le quitaron el control de la cuenta. Esto es en parte porque, inexplicablemente, Q se mudó a un foro diferente dentro de 8chan, fuera del control de Furber, en 2018. Después de esta migración, el estilo de escritura de Q cambió notablemente. Hoback entrevista a Furber en el documental, quien sostiene que un impostor tomó el control de la cuenta Q. (Furber ha negado alguna vez haber sido Q). Y, para ser claros, también hay otras teorías que varían en su plausibilidad.
¿Por qué Hoback sospecha ahora de Ron?
En el sexto y último episodio de la serie, Hoback expone su alegato de por qué cree que el Watkins más joven es Q. Se basa principalmente en pruebas circunstanciales que recopiló durante el rodaje del documental. Algunas de ellas son convincentes, otras no. Gran parte se reduce a las declaraciones inconsistentes de Ron. Un día parecería conocer las intrincadas motivaciones detrás de Q y su círculo íntimo, pero luego afirma no saber nada sobre Q al día siguiente. Adicionalmente, Ron y su padre gastan grandes cantidades de dinero en su pasatiempo de coleccionar relojes y bolígrafos de lujo; se sabe que Q publica fotos de relojes y bolígrafos de aspecto caro en un intento de demostrar que se encuentra en ubicaciones seguras, como la residencia presidencial de Camp David. La prueba que Hoback presenta como lo más cercano a un arma humeante con que cuenta es un aparente desliz que Ron hace en una entrevista cerca del final. En su conversación final con Hoback, Ron parece admitir que había estado dirigiendo de forma anónima el análisis y la investigación que los usuarios de 8chan estaban llevando a cabo con base en los mensajes crípticos de Q, a pesar de que anteriormente había afirmado no estar involucrado con el contenido del sitio más allá de sus responsabilidades como administrador. Ron, después de discutir brevemente su papel en la difusión de teorías de conspiración sobre el fraude electoral después de las elecciones de 2020, dice: “Fueron básicamente tres años de entrenamiento en inteligencia, enseñando a los normies cómo hacer trabajo de inteligencia. Básicamente era lo que hacía antes de forma anónima, pero nunca como Q”. Es profundamente sospechoso, pero no lo suficiente como para identificarlo como Q.
This is the big reveal in the finale of #QIntotheStorm where Ron Watkins says too much to Cullen Hoback and lets his guard slip.
— Shayan Sardarizadeh (@Shayan86) April 5, 2021
It was so good it made the whole six hours worth it. pic.twitter.com/QzwTGNcl5q
Hoback admite que su teoría “carece de pruebas definitivas”. Sin embargo, parece claro que los Watkins tienen un control abrumador sobre la cuenta Q y, al menos, tienen la capacidad de apoderarse de la cuenta Q en cualquier momento y publicar lo que quieran. Si ellos mismos no son Q, es probable que tengan algún tipo de contacto con Q. También es posible que varias personas escriban las publicaciones de Q.
¿Hay otros sospechosos?
En el documental, Ron intenta convencer a Hoback de que Stephen Bannon, el ex asesor de Trump, es en realidad Q. Bannon dejó la Casa Blanca en agosto de 2017, dos meses antes de que Q comenzara a publicar. Bannon dimitió como presidente ejecutivo de Breitbart en enero de 2018, más o menos en la misma época en que, según se piensa, la cuenta Q cambió de manos. Ron le mostró a Hoback las direcciones IP asociadas con las “gotas” de Q. Varios mensajes se enviaron a través de una dirección en el condado de Orange en California, donde vivía Bannon. Ron también señaló un caso específico en el que Q aparentemente hizo dos publicaciones desde diferentes direcciones IP a 30 minutos de la casa de Bannon. Hoback luego visita el monasterio italiano donde Bannon había establecido una escuela para populistas novatos de extrema derecha, buscando investigar las afirmaciones de Ron (Bannon ya se había ido), pero al final no compra su teoría. Hoback, en cambio, sugiere que Ron realmente trató de incriminar a Bannon. Reflexiona: “para deshacerse de cualquiera que venga a husmear, ¿no sería inteligente crear un rastro forense digital falso, uno que conduzca a alguien del círculo íntimo de Trump?”
¿Todavía importa?
Q no ha publicado desde diciembre, y la derrota electoral de Trump ha puesto un freno a la fantasía de que iba a usar su poder para erradicar a los pedófilos de élite. Sin embargo, los verdaderos creyentes todavía están tratando de mantenerse relevantes. El medio Salon informa que recientemente los partidarios de QAnon se han volcado en la defensa del representante de Florida Matt Gaetz contra las acusaciones de tráfico sexual infantil.
Este artículo es publicado gracias a una colaboración de Letras Libres con Future Tense, un proyecto de Slate, New America, y Arizona State University.
escribe sobre tecnología para Slate.