Cuando tenga 36 aรฑos me gustarรญa tener una casa bonita, con balcones por los que se colara el sol a borbotones. Quisiera despertarme todos los dรญas al lado de Jorge y tener un hatillo de niรฑos con babero pintรกndome las paredes. Angie serรก una nana canosa y paciente. Pasaremos los fines de semana en Retuerta, a la sombra de los รกrboles frutales o al abrigo de la piedra y las vigas de madera. Nos baรฑaremos en el Arlanza, subiremos montaรฑas, miraremos a los buitres en sus torcas. Seguirรฉ jugando al fรบtbol, como esas viejas glorias que no se retiran nunca. Y tambiรฉn escribirรฉ, claro: quรฉ otra cosa podrรญa hacer.
Cuando tenga 36 aรฑos me gustarรญa reรญrme con los mismos amigos. Les verรฉ triunfar y les verรฉ caer y les verรฉ levantarse de nuevo. Asistirรฉ a sus bodas, y les acompaรฑarรฉ quizรก en algรบn divorcio, y conocerรฉ a sus hijos, que espero que no me pinten las paredes. Mis hermanos ya serรกn mayores y papรก todavรญa serรก joven. Haremos las mismas bromas escatolรณgicas y comeremos arroz con garbanzos en el jardรญn. Suelo pensar que la felicidad es siempre alguna estaciรณn del pasado, pero, en la distancia, los 36 se vislumbran como un buen lugar para vivir.
Asรญ que supongo que รฉl era feliz. Tenรญa una mujer que lo amaba y una hija sonriente y pizpireta que aรบn no ha cumplido los dos aรฑos. Tenรญa el cariรฑo de muchos amigos y tambiรฉn el abrazo de su pueblo. Todo eso se lo dejรณ el otro dรญa lejos de casa, en la enfermerรญa destartalada y frรญa de una plaza de toros. Un tropiezo tonto, un resbalรณn, eso fue todo. Tenรญa 36 aรฑos y un asta de toro alojada en un pulmรณn. Nadie deberรญa morir joven.
Nunca he perdonado a la muerte enamorada, pero, sobre todo, no perdono a los enamorados de la muerte. Si no tienen piedad de los toros, al menos tengan piedad de los hombres. Ivรกn Fandiรฑo no volverรก a despertar junto a su esposa. No verรก los garabatos de su niรฑa vistiendo las paredes. No se abrazarรก con sus amigos ni gastarรก bromas con su familia. No subirรก ninguna montaรฑa.
Ningรบn puรฑado de aplausos vale una vida. Ningรบn puรฑado de aplausos merece una viuda, ni una huรฉrfana ni las lรกgrimas de una madre. ยฟCuรกnto dolor nos va a costar comprender que no hay belleza, ni literatura ni arte en este espectรกculo de sangre? Tenรญa 36 aรฑos, piรฉnsenlo. Solo 36.
Aurora Nacarino-Brabo (Madrid, 1987) ha trabajado como periodista, politรณloga y editora. Es diputada del Partido Popular desde julio de 2023.