El pintor: Lucien Freud. 85 aรฑos. Nieto de Sigmund. Rey del retrato descarnado, la pose incรณmoda y la sombra a plomo. Ni la reina de Inglaterra se salvรณ de su espรกtula feroz. Entre las manzanas de Cรฉzanne y los pรณmulos de sus modelos hay menos distancia de la que se cree.
La modelo: Sue Tilley. Musa gorda no tan inaudita: fue un regalo de rotundidad para la brocha y el aceite. Freud se regodeรณ y le hizo varios retratos, encontrando en sus carnes โcrรกteres asombrosos y cosas nunca vistasโ. Le llamaba, sin originalidad pero con cariรฑo genuino, Big Sue.
El cuadro: Se titula Benefits Supervisor Sleeping, es de 1995 y de tamaรฑo natural. Es, si se me permite la rima y la debilidad, de una obesa belleza: todo en รฉl se desparrama pero se contiene. El sillรณn y la modelo se confunden y apapachan mutuamente. La carne y los nudos, parece decirnos, han soltado amarras y derivan con placidez. Conecta naturalmente con Rubens, Ingres y Goya.
El precio: Se vendiรณ por 33 millones de dรณlares (21.5 millones de euros), la cifra mรกs alta jamรกs pagada por la obra de un artista vivo.
El comprador: Se trata de Roman Abramรณvich, multimillonario ruso cuya fortuna se calcula en 14,700 millones de euros. Ese dinero proviene, en gran medida, de los negocios que ha hecho con los activos petroleros y de aluminio de su paรญs. Es previsiblemente ostentoso, tiene flotas de yates y aviones y es dueรฑo del Chelsea, equipo de futbol de la liga inglesa. Su novia, de 25 aรฑos, quiere poner su propia galerรญa de arte en Moscรบ. Abrรกmovich no serรญa nadie sinโฆ
El dueรฑo del comprador: Vladimir Putin, capo di tutti capi, autรณcrata ruso, retro-zar, neomacho siberiano y poderoso alfil del tablero euroasiรกtico. Recientemente se autonombrรณ Primer Ministro y dejรณ pasar a uno de sus peones a la presidencia de Rusia. Ha avalado (permitido) todos los negocios de Abrรกmovich. Son sus rublos los que ahora poseen, ay, las orondas lonjas de Big Sue.
Post Scriptum: Aun asรญ, en la final de la Champions League de maรฑana, le voy al Chelsea, aunque sรณlo sea por Drogba.
– Julio Trujillo