Imagen: Legorreta + Legorreta

Ricardo Legorreta, Praemium Imperiale 2011

A Legorreta le han otorgado el Praemium Imperiale 2011 en arquitectura, el premio mรกs prestigioso que concede Japรณn a diversas disciplinas artรญsticas.
Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Ricardo Legorreta es, sin duda, el arquitecto mexicano mรกs reconocido internacionalmente en la actualidad. Juegan a su favor una nada despreciable cantidad de obras en diversos paรญses, especialmente Estados Unidos, y una hรกbil interpretaciรณn de lo que a ojos extranjeros suele identificarse como “lo mexicano”.

A Legorreta le han otorgado el Praemium Imperiale 2011 en arquitectura, el premio mรกs prestigioso que concede Japรณn a diversas disciplinas artรญsticas. Este aรฑo tambiรฉn han sido premiados Anish Kapoor en escultura, Bill Viola en pintura, Seiji Ozawa en mรบsica, y Judi Dench en teatro y cine. Buena compaรฑรญa. Este reconocimiento tambiรฉn ha sido recibido por arquitectos como Peter Zumthor, Oscar Niemeyer, Norman Foster o Renzo Piano, entre otros. Hay que insistir, buena compaรฑรญa. Y no hay que negarlo, la debilidad nacionalista siempre hace que una distinciรณn recibida por un compatriota sea motivo de orgullo, de identificaciรณn, de cierta cercanรญa. Sin embargo, mรกs allรก de subjetividades romรกnticas, este es un reconocimiento merecido para un arquitecto de ochenta aรฑos cuya virtud ha sido la consolidaciรณn de un lenguaje arquitectรณnico particular y su posterior empeรฑo en refrendarlo en todas sus variantes. Ese quizรก tambiรฉn ha sido su defecto.

El desarrollo profesional de Ricardo Legorreta fue marcado por dos polos opuestos de la arquitectura mexicana del siglo XX, la funcionalidad moderna y la disciplina rigurosa de Josรฉ Villagrรกn, con el cual trabajรณ durante mรกs de diez aรฑos y la sensibilidad espiritual de Luis Barragรกn que llevรณ a Legorreta a buscar soluciones mรกs emocionales y mรกs cercanas a una herencia arquitectรณnica tradicional. Sus primeras obras son una muestra de la exploraciรณn atrevida entre estas dos vertientes en apariencia contradictorias, desde la contundencia estructural del edificio para Celanese Mexicana hasta la masividad discreta de los laboratorios Smith, Kline & French que marcaron su primera colaboraciรณn con Mathias Goeritz, la cual se repetirรญa en uno de sus mejores proyectos: el Hotel Camino Real de la Ciudad de Mรฉxico, obra que logra sintetizar la funcionalidad moderna con una interpretaciรณn personal del espacio mexicano y donde Legorreta consigue un equilibrio entre la escala de un programa complejo, la relaciรณn del edificio con la ciudad y el espรญritu acogedor de la arquitectura domรฉstica. Ese fue su gran acierto, que incluso fue mรกs enriquecedor en proyectos como el Hotel Camino Real Ixtapa, hoy Westin Brisas o el Hotel Hacienda Cabo San Lucas, en donde el paisaje se incorpora a la sรญntesis espacial conseguida y la arquitectura consigue adaptarse sutilmente a la naturaleza. En estas obras, existe una relaciรณn armoniosa entre el objeto y su contexto, y tambiรฉn una escala mesurada que respeta y a la vez engrandece al ser humano.

Legorreta continรบa con esta sensatez en sus posteriores obras residenciales, sin embargo, este equilibrio se pierde en la mayorรญa de sus obras de mayor escala. La identificaciรณn de la marca sigue ahรญ, los muros, los colores, el agua, las ventanas cuadradas, pero la claridad espacial o la vocaciรณn acogedora quedan en el olvido. Hay una tendencia al exceso y al artificio escenogrรกfico, a lo grandote que no lo grandioso, donde uno tiene la impresiรณn de habitar la misma maqueta gigante una y otra vez. Aquel lenguaje ordenado y preciso apto para un proyecto residencial se infla para ocupar cualquier edificio sin importar su funciรณn especรญfica, lo mismo da que sean unas oficinas corporativas (Televisa Santa Fe), que un centro cultural (CENART), que edificios pรบblicos (Conjunto Juรกrez), o una facultad universitaria (Division de Estudios de Posgrado de Economรญa de la UNAM). La redundancia gana. El movimiento internacional, tan popular en el siglo XX, proponรญa hacer una arquitectura en serie, sin tomar en cuenta contextos, climas o tradiciones. Legorreta siempre ha sido un opositor a esto, por lo tanto resulta una paradoja que muchas de sus obras, sin esa intenciรณn, adopten un peculiar fuck the context koolhasiano de rasgos manieristas, masas introspectivas que colorean el programa en turno, no importando donde se encuentren, aunque hay que decir a su favor, que esta arquitectura, con sus muros contenedores y sus patios internos puede adaptarse con facilidad a cualquier contexto climรกtico.

El Praemium Imperiale es un buen pretexto para retomar la discusiรณn siempre polรฉmica en torno a la obra de un arquitecto fundamental de una de las vertientes de la arquitectura mexicana del siglo XX. Para muchos arquitectos mexicanos de generaciones recientes, Legorreta representa un lenguaje monumental un tanto anacrรณnico, un tanto sobreactuado, sin embargo su arquitectura es un contrapeso a la insustancialidad contemporรกnea. Si dejamos de lado la escenografรญa, podemos aprehender y reinterpretar ciertas virtudes inherentes a su obra, como la apuesta convencida por tomar al muro y a la luz como paradigmas de la arquitectura, la serendidad en el uso de los patios y el agua, el reenfoque contemporรกneo de aquello que entendemos por raรญces y el entendimiento de que cualquier obra, cualquier lenguaje, es solo un apรฉndice que complementa una larga tradiciรณn constructiva que jamรกs podremos dejar de lado.

Hotel Camino Real, Ciudad de Mรฉxico

+ posts


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: