El tercer intento detrás de las cámaras del actor Anthony Hopkins naufraga por todos lados. Esta vez, además, es autor del guión. Resulta evidente que su gran influencia para este filme fue David Lynch (quien lo dirigió en El hombre elefante), y que, sobre todo, utilizó como modelo Sueños, misterios y secretos. Como aquella, Asesino es una crítica a los excesos de Hollywood que utiliza una narrativa fragmentada, pero se queda muy lejos de la maestría del creador de Terciopelo azul. En la búsqueda de plasmar la mente bipolar del protagonista (un escritor de guiones que confunde realidad con ficción), Hopkins satura su trabajo con recursos de edición y montaje efectistas que llegan a cansar. Por si fuera poco, logró sacarle al experimentado John Turturro su peor actuación. Zapatero: a tus zapatos. ~
Su libro más reciente es el volumen de relatos de terror Mar Negro (Almadía).