Bebo la oscuridad del incrédulo
del vaso de tu boca. Tomo por hueso
el beso, que es desnudo y es del muerto
el habla, y es del vivo adorno, es rulo,
verdad, afeite, máscara y desnudo.
Recibo del abrazo el rasgón. Sueño
de tu ojo la afección por mí, luego
el consuelo y el amor. Tiemblo. Dudo.
Quiero beber, tomar, recibir. ¡Dame,
golpea tu espada en mí, abre, hiéreme,
riega lo que ningún líquido lave!
Márcame, rásgame con el filo de tu sable.
Quita matando lo que cobarde teme
la temerosa de mi nombre. Te digo, ¡dame! –— Del libro La bebida, por aparecer
en El Taller Martín Pescador.
Un poeta que sabe leer
Juan Domingo Argüelles recorrió todos los rincones de la poesía mexicana para recopilar un gozoso muestrario de versos obscenos. Un sobresaliente ejemplo de investigación literaria donde el…
Apollinaire y la mexicanísima palabra
Apollinaire nunca traspasó fronteras europeas, pero México le resultaba extraño, pintoresco y fascinante como para incluir mexicanerías en sus crónicas y poemas.
Arturo Souto y Coyote 13
Un recuerdo del escritor Arturo Souto, recién fallecido.
Patrick Modiano: La memoria y la niebla
Una escritura precisa y profunda sobre una realidad incierta e inasible: el París de la ocupación y de los años sesenta. Algunas claves de la obra del Premio Nobel de Literatura.
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES