Este filme mantiene la buena reputación de los ingleses a la hora de hacer comedias románticas. Además, es una fina y divertida sátira sobre las bagatelas del mundo del espectáculo y Hollywood. El protagonista es un periodista inglés, tan vulgar como entusiasta, que es contratado en Nueva York para trabajar en una importante revista. Ahí empezará desde abajo e irá ascendiendo, mientras descubre lo caro que puede costar alcanzar algunos sueños. Sobre todo, porque su motivación no es el éxito profesional, sino conseguir acostarse con una de las estrellas emergentes de la meca del cine. El final no evita la cursilería, pero las risas cosechadas hacen que se le perdone esa concesión. Jeff Bridges y Kirsten Dunst cumplen, pero sobre todo destaca Gillian Anderson en el papel de una agente sin escrúpulos.~
Su libro más reciente es el volumen de relatos de terror Mar Negro (Almadía).