5.
En el desierto donde todavía vives
Aparece intermitente la casa amarilla
ventanas grandes y puertas abiertas
simulan siempre
un jardín circular de cerezos
donde pájaros y aves de plumas rosas
a veces cantan para ti
(no es que las ventanas estén cerradas
es que el aire no entra ni sale)
no son mis piernas las que te llaman
es mi vientre
eje de mi cuerpo
que me sostiene que te sostiene
en medio de un jardín que imaginábamos afuera
lejos verde también rojo a veces
lejos del desierto
Yo también escucho los rosarios demenciados
que todavía por las madrugadas te acosan
eco de un pasado que aún no termina
Enarbolan la torre, se enredan
como hiedra enferma
plaga casi invisible aprieta
imperceptiblemente aprieta ~
es académica y crítica literaria, autora de Les émigrants / Los emigrantes (UAM-Écrits des Forges, 2015).