Leer por gusto es algo que se contagia, como todos los gustos, viendo a los entusiastas sumergidos en un libro, o escuchando el relato de sus aventuras. Tradicionalmente en Mรฉxico, muy pocos adquirรญan ese gusto en casa. Para la mayorรญa, el foco de contagio era la escuela: sus maestros, compaรฑeros y amigos. Asรญ como no abundaban los mรฉdicos hijos de mรฉdicos, pocos grandes lectores eran hijos de grandes lectores. Pero las aulas presagiaban que, en el futuro, se multiplicarรญan.
Desde hace un cuarto de siglo, el esfuerzo educativo ha sido intenso. Segรบn el sexto informe del presidente Fox, Mรฉxico ocupa 1.7 millones de maestros en el ciclo escolar 2006-2007: mรกs del doble que en 1980-1981. Desde entonces, la poblaciรณn escolar ha subido de 21.5 a 32.7 millones, en grupos mรกs pequeรฑos (19 alumnos por maestro, en vez de 29). Tambiรฉn subiรณ la escolaridad promedio de la poblaciรณn econรณmicamente activa: de cinco a nueve aรฑos. El gasto en educaciรณn (casi todo pรบblico) subiรณ del cinco al siete por ciento del PIB. Segรบn la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), las familias dedicaban el dos por ciento de sus gastos a la educaciรณn en 1977 y el once por ciento en 2005: cinco veces mรกs.
Pero, segรบn la Encuesta nacional de lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, dos de cada tres entrevistados declaran leer lo mismo o menos que antes, a fines del 2005. Sรณlo el 30% declarรณ leer mรกs. El 13% dice que jamรกs ha leรญdo un libro. Y cuando se pregunta a los que no estรกn en ese caso cuรกl fue el รบltimo libro que leyรณ, la mitad dice que no recuerda. El 40% dice que ahora lee menos. Tambiรฉn un 40% dice que nunca ha estado en una librerรญa. Dos aรฑos antes, en la Encuesta nacional de prรกcticas y consumo culturales, tambiรฉn de Conaculta, el 37% dijo que nunca habรญa estado en una librerรญa.
Al 40% que dijo leer menos se le preguntรณ a quรฉ edad leรญa mรกs. El 83% (del 40%) dijo que de los 6 a los 22 aรฑos, o sea la edad escolar. Si de los entrevistados se escoge a los que tienen de 23 a 45 aรฑos (o sea los beneficiarios del gran impulso educativo), los nรบmeros empeoran. El 45% (en vez del 40%) declara leer menos, de los cuales casi todos (90% en vez de 83%) dicen que leรญan mรกs cuando tenรญan de 6 a 22 aรฑos. Queda claro que leรญan libros de texto, y que no aprendieron a leer por gusto.
Los entrevistados que no leen dan varias explicaciones, la primera de las cuales (69%) es que no tienen tiempo. Pero el conjunto de los entrevistados considera que la gente no lee, en primer lugar, por falta de interรฉs o flojera. Sรณlo el 9% dice que por falta de tiempo.
Los entrevistados que han hecho estudios universitarios o de posgrado dieron respuestas todavรญa mรกs notables. Segรบn la ENIGH 2004, hay 8.8 millones de mexicanos en esa situaciรณn privilegiada (incluye a los 2.8 millones de universitarios que no terminaron sus estudios). Pero el 18% (1.6 millones) dice que nunca ha ido a una librerรญa; el 35% (3 millones), que no lee literatura en general; el 23% (2 millones), que no lee libros de ningรบn tipo; el 40% (3.5 millones), que no lee periรณdicos; el 48% (4.2 millones), que no lee revistas y el 7% (mรกs de medio millรณn) que no lee nada: ni libros, ni periรณdicos, ni revistas. El 30% (2.6 millones) dice que no gasta en libros, el 16% (1.4 millones) que gasta menos de $300 al aรฑo. O sea que la mitad de los universitarios (cuatro millones) prรกcticamente no compra libros. (Estos nรบmeros confirman y acentรบan lo que encontrรณ la encuesta nacional sobre la cultura en Mรฉxico, realizada por la Universidad de Colima a fines de 1993: el 22.1% de los entrevistados con licenciatura o mรกs no habรญa comprado libros en los รบltimos doce meses.) Sin embargo, el 66% dice que compra la mayor parte de los libros que lee. Como dice leer en promedio cinco libros al aรฑo, esto implica que compra tres. El 77% dice que tiene su propia biblioteca, pero en el 68% de estas bibliotecas personales hay menos de 50 libros. Y รฉsta es la crema y nata del paรญs.
Segรบn la encuesta, los mexicanos destinan casi el 2% del presupuesto familiar a la compra de libros: $220 pesos anuales La mayorรญa (55%) dice que no gasta ni un centavo, pero muchos estiman que gastan el cinco o el diez por ciento. La estimaciรณn estรก infladรญsima. Segรบn la ENIGH 2004, el gasto corriente monetario en libros, revistas y periรณdicos fue el 0.4% del gasto familiar. Los libros representan cuando mucho la mitad, digamos 0.2%: diez veces menos que lo declarado en la encuesta.
Segรบn la encuesta, los mexicanos de 12 aรฑos o mรกs leen en promedio 2.9 libros al aรฑo: 45.7% comprados, 20.1% prestados por un amigo o un familiar, 17.9% regalados, 10.2% prestados por una biblioteca y 1.2% fotocopiados. Sumando los comprados y regalados (63.6%, o sea 1.8 ejemplares), se pueden calcular los ejemplares vendidos: 103.3 millones de habitantes en octubre del 2005 x 75.7% de 12 aรฑos o mรกs x 2.9 libros al aรฑo x 63.6% vendidos = 144 millones de ejemplares vendidos en el paรญs el aรฑo 2005, lo cual parece exagerado.
En la ciudad de Mรฉxico (DF y zona metropolitana), segรบn la encuesta, se leen 4.6 libros al aรฑo: 64.7% comprados, 16.5% prestados por un amigo o familiar, 10.2% regalados, 5.4% prestados por una biblioteca y 1% fotocopiados. Esto darรญa 18.5 millones de habitantes x 76% de 12 aรฑos o mรกs x 4.6 libros al aรฑo por 74.9% comprados o regalados = 48 millones de ejemplares vendidos en la ciudad de Mรฉxico el aรฑo 2005, lo cual parece exagerado.
En la secciรณn amarilla del directorio telefรณnico 2005 de la ciudad de Mรฉxico, habรญa unas 325 librerรญas. Si se les atribuye la venta de 48 millones de ejemplares, vendieron 150,000 ejemplares cada una, que es altรญsimo. Las 75 librerรญas de Educal, cuyo tamaรฑo es superior al promedio, tenรญan como meta para el aรฑo 2004 vender 75,000 libros y artรญculos culturales en promedio.
Y si la cifra de 48 millones de ejemplares para la ciudad de Mรฉxico es exagerada, la cifra nacional (144 millones) es una exageraciรณn mayor, porque implica que la ciudad de Mรฉxico no representa mรกs que el 33% del paรญs. Para muchos editores, representa el 80%. Pero suponiendo, conservadoramente, que sea el 50%, el total nacional darรญa el doble de la cifra (exagerada) de la ciudad de Mรฉxico: 96 millones, un ejemplar por habitante.
Segรบn Fernando Peรฑalosa (The Mexican book industry, 1957), habรญa 150 librerรญas en el directorio telefรณnico de la ciudad de Mรฉxico de 1952. Si en el directorio de 2005 hay el doble (325), pero la poblaciรณn se ha sextuplicado (de 3.3 a 18.5 millones), en 53 aรฑos el nรบmero de librerรญas por millรณn de habitantes se ha reducido de 45 a 18. Otro indicador: desde 1950 (en todo el paรญs, en todos los niveles) el nรบmero de maestros se ha multiplicado casi por veinte (Estadรญsticas histรณricas de Mรฉxico). Sin embargo, el nรบmero de lectores (a juzgar por el nรบmero de librerรญas de la ciudad de Mรฉxico), apenas se ha duplicado.
Un aspecto interesante de la encuesta es que muestra claramente que el interรฉs (o desinterรฉs) de los padres en la lectura se reproduce en los hijos. Habrรญa que medir esto, no sรณlo en los hogares, sino en las escuelas y universidades. Una encuesta centrada en el mundo escolar, seguramente mostrarรญa que los maestros no leen, y que su falta de interรฉs se reproduce en los alumnos, por lo cual multiplicar el gasto en escuelas y universidades sirviรณ para multiplicar a los graduados que no leen. ~
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.