No sabe cuándo le pedirán que se vaya
y piensa que el propietario
es un inquilino
de otro propietario
más alto,
al que también le pedirán
el departamento…
y en el delirio,
piensa,
igualando destinos,
que Dios también
es un inquilino
al que le solicitarán,
tarde o temprano,
que se vaya
y maúlla el gato
y lo deja entrar
como se deja entrar
a la belleza
en una habitación,
en la costumbre,
le abre apenas
y se desliza
por los pliegues,
inalcanzable para el alma,
delicioso
para el tacto y la vista:
de su corazón
responde la bruma,
de su columna vertebral
la electricidad del rayo
y la precisión del mediodía.
Ahora lo tiene
en su balcón:
un lujo
ante el vacío,
droga nocturna,
llave de lucidez
en el cerebro,
hamaca y taquicardia. –
Escritorios de escritores (Verónica Gerber)
Retratos ilustrados de los lugares en los que los escritores suelen trabajar.
La memoria de los primeros días
La memoria de la primera infancia es un misterio que genera fascinación. ¿Por qué olvidamos lo ocurrido en nuestros primeros años? ¿A partir de cuándo podemos recordar?
Archivo Vuelta: Poesía y Filosofía: lo mismo es diferencia
En 1979 la poeta fue invitada a la XIII Bienal Internacional de Poesía de Knokke-Heist, Bélgica. Su discurso, del que reproducimos unos fragmentos, se publicó en el número 38 de Vuelta, en…
Futbol cuántico
Un recorrido por el CERN junto al científico mexicano Gerardo Herrera Corral.
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES