Dice Hugo Hiriart en Sobre la naturaleza de los sueƱos que el proceso onĆrico es como la conversaciĆ³n. Que al soƱar la imagen de una escalera, esta puede convertirse en cielo, el cielo en mar, el mar en rĆo, y asĆ sucesivamente hasta el infinito. Este āfluirā ācomo lo llama Hiriartā de sĆmbolos interrelacionados es el hilo de nuestros sueƱos, que ademĆ”s no contienen mirada sinĆ³ptica, es decir, nunca comienzan ni terminan. En la conversaciĆ³n, por ejemplo, alguien habla de un viaje, del viaje pasa al asunto de los aviones, y en eso alguien toca el timbre y la charla se ramifica hacia el trĆ”fico de la ciudad. Pienso que esta es una manera de explicar el transcurso, las formas del caudal, de los ensayos de Gabriel Bernal Granados en Historias, que mĆ”s que āhistoriasā parecen recorridos o paseos. TratarĆ© de ser prĆ”ctico: en el segundo ensayo, āHistoria del Ć”ngel y la moscaā, Bernal Granados (Ciudad de MĆ©xico, 1973) arranca con una anĆ©cdota sobre Juan Gelman y el baƱo de su departamento, pasa a la reflexiĆ³n de los desencuentros entre escritores y lectores, surgen despuĆ©s Octavio Paz y los momentos en que lo vio en persona, esto lleva a la comparaciĆ³n de los aƱos preparatorianos del Premio Nobel con los suyos; continĆŗa un anĆ”lisis del poema āNocturno de San Ildefonsoā, vuelve a la preparatoria y la importancia que tuvo un profesor de anatomĆa, tĆo de Jorge Esquinca, y cierra analizando la poesĆa y persona de este Ćŗltimo. Pudo seguir y seguir, pero Bernal Granados se detiene ahĆ, lo cual equivaldrĆa al despertar. Y, como en los sueƱos, estos ensayos crecen, laten, se ramifican y se mudan.
Los libros de crĆtica literaria que reĆŗnen textos sueltos abundan āĀæo abundaban en el siglo pasado?ā y sobreviven solamente, mĆ”s allĆ” del anecdotario, los que proponen formas distintas de leer, los que desatornillan o ponen el dedo en sitios an- tes no seƱalados. Olvidamos los que exaltan o desprecian lo mismo, reiteran el lugar comĆŗn o participan en asombros frĆvolos. Historias cuenta con ensayos, con una prosa clara e inteligente, que cumplen con tal propĆ³sito como es el caso de āLas florecillas del cĆ©spedā āminucioso estudio en torno a Antonio Alatorreā, āEl cuaderno y el espejoā ārelectura del Cuaderno de escritura de Salvador Elizondoā y āAntigua historia del cieloā ādisertaciĆ³n sobre obras primerizas y tardĆas de cĆ©lebres escritores, por decirlo de manera generalā. Me convencieron menos los ensayos dedicados a pintores, pues creo que Bernal los eleva demasiado y se le va la mano al comparar la obra de Guillermo Arreola con la de Caspar David Friedrich. Cosa similar sucede en el Cuaderno de escritura cuando Elizondo elogia a SofĆa Bassi, ese polĆ©mico personaje mĆ”s conocido por su tumultuosa vida que por la calidad de sus cuadros. En otro de sus libros, Interiores (Odradek, 2022), Bernal Granados se ocupa de pintores indudablemente imprescindibles como Edgar Degas o Vittore Carpaccio, y da mejores muestras de su gran talento como crĆtico de pintura.
Desde el primer ensayo, Historias se presenta como un libro de figuras olvidadas: āEn la literatura, como en la vida, hay prestigios asĆ, de los que nadie se entera, pero quienes los atestiguan son conocedores del valor que puedan llegar a tener como leyenda.ā Sorpresivamente tal advertencia les queda a muy pocos de los autores que pondrĆ” sobre la mesa, como son los casos de Guillermo Arreola, Francisco MagaƱa, Hugo Diego Blanco o Antonio JosĆ© Ponte. La mayorĆa de las figuras que componen el corpus del libro son bien conocidas āSixto RodrĆguez, Borges, Alatorre, Elizondo, Juan JosĆ© Arreola, GarcĆa Ponce, Nabokov, etc.ā y se la pasa uno bien leyendo lo que Bernal Granados nos cuenta sobre ellas.
AdemĆ”s de ensayista, Bernal Granados es tambiĆ©n profesor, editor, traductor, narrador y poeta. El mĆ©todo que emplea es una crĆtica que abreva de las historias y que no limita ācontra estos tiempos de tanta especializaciĆ³n inĆŗtilā su oblicuidad que es tambiĆ©n su capacidad de asombro. Al autor de libros como Anotaciones para una teorĆa del fracaso (2016) o Interiores puede apasionarle y escribir lo mismo sobre Dostoievski que acerca del quarterback Dan Fouts, de Pablo Picasso que del editor Roberto Calasso, o hasta dedicarle un libro entero a un artista tan estudiado y complejo como Leonardo da Vinci (Leonardo da Vinci. El regreso de los dioses paganos, 2021).
Termino de leer Historias con la sensaciĆ³n de haber despertado de un sereno y profundo sueƱo. Me siento como cuando uno va al museo y ve muchas cosas en poco tiempo. Quedan fragmentos e imĆ”genes: Alatorre conmovido hasta las lĆ”grimas tras hablar de la huella Ć”rabe en EspaƱa, la sentencia de que el mejor Borges estĆ” en Ficciones y en El Aleph. Al igual que el Cuaderno de escritura de Elizondo, y sobreponiendo una cita del propio Gabriel Bernal Granados, ānada, o muy poco, de lo que contienen las pĆ”ginas de Historias estĆ” concluido y nada de lo que contienen esas mismas pĆ”ginas pertenece a una categorĆa literaria clasificableā. ~
(Ciudad de MĆ©xico, 1992) es escritor y editor. Autor de Perfil del viento (Ediciones Sin Nombre, 2021) y editor en Ediciones Moledro.