Ilustraciรณn: Manuel Monroy

Hadewijch, la beguina

Los beguinajes eran comunas femeninas dedicadas a las obras caritativas. Una de las beguinas mรกs conocidas fue Hadewijch de Amberes, cuyos cantos innovaron el arte trovadoresco de la canciรณn de amor.
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Los santos tienen algo de anarquistas. Rompen con los usos y costumbres. Son renuentes, cuando no rebeldes, a la autoridad.

Ernest Hello escribiรณ un libro sobre la singularidad de los santos que resulta un catรกlogo de excรฉntricos (Physionomies de saints, 1875). La variedad resulta de diversos caminos de perfecciรณn.

Para los primeros cristianos, buscar la perfecciรณn alejรกndose de la vida comรบn, pasar de la liturgia colectiva a la oraciรณn personal, era excomulgarse por iniciativa propia. Pero, desde fines del siglo iii, hubo cristianos radicales que buscaron quedarse a solas con Dios.

El separarse del anacoreta (anachoretรฉs, el que se retira), irse al desierto del eremita (eremรณs, desierto) y vivir solo del monje (monakhรณs, solitario) fueron criticados por la comunidad cristiana. Preferir el de- sierto parecรญa desertar. Los solitarios tuvieron que defenderse y explicar que su soledad era comuniรณn. Finalmente, casi todos volvieron a vivir en sociedad, aunque no en la vida normal, sino en comunas de aspirantes a la perfecciรณn.

Las primeras fueron รกcratas (ermitaรฑos vecinos que vivรญan separados, pero celebraban juntos servicios dominicales). Luego monรกsticas, en lugares remotos y de manera autรกrquica, sujetas a la direcciรณn de un abad, segรบn la regla escrita de su fundador. Frente al Imperio romano que se hundรญa, surgiรณ la contrafigura del convento: una especie de Ciudad de Dios.

Ni Cristo ni sus primeros seguidores vivieron asรญ. Tampoco en el polo opuesto, que prevaleciรณ despuรฉs: la piramidaciรณn de iglesias locales en una sola Iglesia, organizada como un Estado monรกrquico.

En el Flandes medieval (regiรณn formada por partes de lo que hoy son Bรฉlgica, Holanda, Francia y Alemania) surgieron beguinajes: comunas femeninas, dedicadas a la oraciรณn y las obras de caridad.

La instituciรณn (desaparecida) fue muy original. Las beguinas vivรญan juntas, con pobreza y castidad, usaban hรกbitos y cofia, pero no eran monjas; no hacรญan votos perpetuos. Podรญan dejar a sus compaรฑeras y casarse. Eran mujeres piadosas y caritativas que convivรญan, oraban y servรญan a enfermos y necesitados.

Hadewijch [jรกdevi ij] fue una beguina flamenca, mรกs conocida como Hadewijch de Amberes. Viviรณ aproximadamente de 1200 a 1260 en el Ducado de Brabante. Llamรณ la atenciรณn por sus cartas y testimonios mรญsticos (el relato de sus visiones), que le dieron fama de santa. Tambiรฉn por sus cantos innovadores, que transformaron el arte trovadoresco de la canciรณn de amor para expresarse โ€œa lo divinoโ€.

Hay ediciรณn reciente en Mรฉxico:

Hadewijch de Amberes, Canciones / Liederen, Ciudad de Mรฉxico: El Tucรกn de Virginia, 2021. Ediciรณn bilingรผe neerlandรฉs-espaรฑol, traducciรณn de Stefan van den Bremt, con textos adicionales de Blanca Garรญ, Veerle Fraeters, Frank Willaert y Vรญctor Manuel Mendiola, el editor.

Que se publique un libro asรญ es un lujo de la cultura mexicana, y no solo por el papel couchรฉ y las tapas duras, sino por dar a conocer en Mรฉxico a una poeta medieval poco famosa.

Se trata de 45 canciones en estancias. La stanza tiene nombre italiano, aunque algunos dicen que es de origen provenzal. En el siglo xiii, era una estrofa rimada de una canciรณn en lengua vernรกcula (no latรญn), con un nรบmero variable de versos largos y cortos, medidos en sรญlabas. A su vez, la canciรณn tiene un nรบmero variable de estancias. En estas 45, hay de cuatro a quince estancias, de tres a doce versos cada una.

La ediciรณn bilingรผe permite observar las rimas neerlandesas. La primera canciรณn consta de nueve estancias de doce versos; cada una con sus propias rimas, pero todas con la misma secuencia de rimas: ABAB CDCD LELE y el mismo estribillo en latรญn (l), cuyos versos dicen: โ€œFelicidades, felicidades. Si lo dijera mil veces no serรญa suficiente.โ€

Ay, a pesar de este invierno frรญo
de breves dรญas y de noches largas
viene un verano decidido
que muy pronto nos va a liberar
de este dominio. Ya se adivina
en este nuevo aรฑo.
El avellano trae flores finas.
Es un claro presagio.
โ€“Ay, vale, vale millies
a ustedes que en la nueva estaciรณn
si dixero, non satis est
quieren regocijarse por amor.

Este tono festivo, mรกs celebratorio del amor divino que doliente, es comรบn en el cancionero. Que tambiรฉn incluye canciones donde hay un tono que anticipa la โ€œnoche oscura del almaโ€ de san Juan de la Cruz. En la cinco, la bรบsqueda del Amor puede ser โ€œespantosaโ€. Atraviesa por โ€œhoras indescriptiblesโ€.

A veces leve, a veces grรกvido.
A veces turbio, a veces claro.
En abierto consuelo,
en angustioso apuro.
Dando y tomando,
las almas peregrinas
han de vivir errando
siempre en amor.

En la canciรณn veintiocho, Hadewijch habla del deseo como furor. Aspira a la uniรณn que โ€œhace un solo serโ€ de โ€œquienes antes eran dosโ€.

La fuente รบltima de Hadewijch y otros poetas mรญsticos es el Cantar de los cantares, el diรกlogo amoroso donde la mujer habla; como sujeto, no objeto del amor masculino. Es admirable que la tradiciรณn judรญa y la cristiana, seguramente contra opositores timoratos, incluyan el Cantar en su canon de libros sagrados.

En la poesรญa donde habla una mujer, hay que distinguir la escrita por hombres (como las cantigas de amigo galaico-portuguesas) de la escrita por mujeres. Casi toda la poesรญa trovadoresca fue escrita por hombres, y solo desde hace algunas dรฉcadas se sabe de las trobairitz: mujeres trovadoras. Curiosamente, en la lista de las identificadas (Wikipedia, โ€œTrobairitzโ€) no figura Hadewijch, que tiene su propia pรกgina en la Wikipedia.

Hadewijch fue talentosa y culta. Tenรญa opiniones teolรณgicas. Por ejemplo: hizo una lista de ciento siete cristianos perfectos, desde Marรญa, Juan Bautista y Juan Evangelista hasta algunos medievales. Dominaba el arte de la canciรณn. Estaba familiarizada con la tรฉcnica poรฉtica y la retรณrica trovadoresca del amor cortรฉs. Segรบn parece, ella misma organizรณ la โ€œediciรณnโ€ de su obra.

Que estuvo perdida durante siglos, quizรก por la condenaciรณn del beguinaje. El Concilio de Vienne (Francia, 1311-1312) condenรณ opiniones atribuidas a las beguinas, en particular: La perfecciรณn y libertad cristianas pueden llegar al grado de no estar sujetas a la obediencia humana ni a precepto alguno de la Iglesia (Denzinger, El magisterio de la Iglesia # 473).

El texto que dio origen a la condena no fue de Hadewijch, sino de otra beguina mรญstica y escritora, posterior: Margarita Porete (1250-1310), El espejo de las almas simples. La Inquisiciรณn quemรณ pรบblicamente su libro, y unos aรฑos despuรฉs la quemรณ a ella. ~

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(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.


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