Daniel SaldaƱa ParĆs
El nervio principal
Ciudad de MĆ©xico, Sexto Piso, 2018, 188 pp.
En septiembre de 2009 Letras Libres publicĆ³ AutobiografĆas precoces, un dosier que reunĆa a escritores nacidos en los setenta ācomo Guadalupe Nettel, Luis Felipe Fabre y JuliĆ”n Herbert, entre otrosā, a la vez que tomaba el pulso de una tendencia creciente dentro de la literatura contemporĆ”nea: el regreso y reinterpretaciĆ³n de la escritura en primera persona. El ejercicio autobiogrĆ”fico significĆ³, para algunos de ellos, un rito de paso de la poesĆa a la ficciĆ³n. Para la generaciĆ³n posterior a la que pertenece Daniel SaldaƱa ParĆs (Ciudad de MĆ©xico, 1984) esas fronteras entre ficciĆ³n, poesĆa y autobiografĆa han sido mucho mĆ”s porosas, si no es que ya inexistentes.
Sin aspavientos, SaldaƱa ParĆs transita de la poesĆa a la narrativa ampliando la perspectiva autobiogrĆ”fica y el tono confesional que ofrece la Primera Persona. La āPrimera Personaā, apuntaba ya en su libro de poesĆa La mĆ”quina autobiogrĆ”fica (2012), āestĆ” henchida de posibilidades, como un globo de helio que puede perderse o quedar enganchado en las ramas de un Ć”rbolā. AsĆ, en la novela, su escritura apuesta por la digresiĆ³n, un recurso que reaparece como sĆntoma o como estrategia de un narrador en continuo reajuste de perspectivas: entre el distanciamiento y la ampliaciĆ³n de sĆ mismo.
El nervio principal, su segunda novela despuĆ©s de En medio de extraƱas vĆctimas (Sexto Piso, 2013), recrea un evento traumĆ”tico en la vida del protagonista: āUn martes de julio o agosto de 1994, ella āmi madre, Teresaā se fue de campamento.ā Ella, Teresa y la madre se convierten en tres significantes que el narrador yuxtapone para intentar darle un sentido y un rostro a la pĆ©rdida. El esfuerzo por narrar cronolĆ³gicamente los hechos o, mĆ”s bien, por ordenar los recuerdos, revela el proceso de duelo que el narrador lleva a cabo, a partir de la reescritura de la propia historia, veintitrĆ©s aƱos despuĆ©s. Teresa, la madre, se va a Chiapas āun martes a mediodĆaā con la esperanza de unirse a la lucha zapatista. Asfixiada por la vida domĆ©stica en la grisura de la colonia EducaciĆ³n, deja una carta ābreveā de despedida. El padre intenta ācon torpezaā hacerse cargo de su casa y de dos hijos. La ausencia fĆsica de la madre evidencia la fragilidad de la figura paterna, que desempeƱa las funciones bĆ”sicas de sostĆ©n econĆ³mico, sin saber cĆ³mo involucrarse en el cuidado afectivo de los hijos. Una radiografĆa lĆŗcida de un modelo familiar en crisis, que muestra a su vez la idealizaciĆ³n de la militancia polĆtica a travĆ©s de sus puntos ciegos y falta de autocrĆtica.
MĆ”s cercano a la curiosidad intelectual materna que al entusiasmo paterno por el futbol, el narrador se repliega en el espacio imaginario de los diez aƱos: su cĆ”psula de luminosidad cero (āuna especie de microondas paranormalā y āno solo un clĆ³set con cojines hechos de calcetines huĆ©rfanosā), la lectura de novelas de misterio y el origami. La riqueza y la dimensiĆ³n lĆŗdica de este universo inocente, representado con maestrĆa, contrasta con la oscuridad de la orfandad en la que se desenvuelven los personajes. SaldaƱa ParĆs recrea con una verosimilitud conmovedora y con humor los ambientes y estrategias de supervivencia de la infancia, frente a una atmĆ³sfera opresiva, desoladora y salpicada de crueldad.
En el meticuloso doblado de hojas de los arbustos, el niƱo ābusca la simetrĆa perfecta […] para luego extraer āel pecioloā, āel nervio principalā. AsĆ es tambiĆ©n el narrador-escritor ya de adulto que, desde el colchĆ³n matrimonial de sus padres, intenta darle un orden a la simultaneidad de acontecimientos del verano de 94: āEscribir sobre el pasado, me estoy dando cuenta ahora, es escribir hacia adentro, no hacia adelante.ā Escribir para desentraƱar y no para contar, resulta en una narraciĆ³n que se debate entre tiempos, pasado y presente, y cuya principal funciĆ³n no es avanzar hacia un desenlace, sino amplificar un tiempo pasado para reconocerse en Ć©l: ir āhacia adentroā. A la vez que reflexiona sobre los complejos mecanismos de la memoria, la novela desarrolla su āverdadera historiaā o su preocupaciĆ³n principal: el proceso de escritura. QuĆ© debe contarse, cĆ³mo y para quĆ©. El foco de atenciĆ³n no estĆ” en el acontecimiento polĆtico del 94, que queda aquĆ relegado como telĆ³n de fondo, tampoco en la escritura melancĆ³lica de la inocencia o de la madre perdida. Predomina una visiĆ³n desencantada y anticlimĆ”tica de la historia personal y una inclinaciĆ³n por la repeticiĆ³n y los fragmentos, a pesar de que ālos recuerdos [sean] construcciones que guardan poca relaciĆ³n con su supuesto origenā.
La novela tiene tres divisiones, casi innecesarias, frente a una narraciĆ³n que fluye, mucho mĆ”s compleja, afectada por la turbulencia de los recuerdos. Elaborada desde los tiempos internos marcados por el(los) abandono(s) y desde la lĆ³gica de la infancia, el narrador enumera vivencias aisladas cargadas de presagios: āLos tres o cuatro recuerdos que mejor conservo (Teresa desmayĆ”ndose en un mercado, Teresa caminando detrĆ”s de mĆ mientras persigo a las palomas, Teresa discutiendo con mi padre, Teresa yĆ©ndose de campamento un martes a mediodĆa) los he dejado aquĆ escritos de algĆŗn modo.ā
Para SaldaƱa ParĆs hablar en primera persona es un pretexto para reflexionar sobre la representaciĆ³n. Un punto de partida para explorar un tema, un barrio, una ciudad, una memoria colectiva monolĆtica que se desmorona frente a personajes anodinos, grises, de nombres que nadie va a recordar. Es tambiĆ©n un recurso que se repite en su obra, como hilo conductor de una mirada inteligente, en desconfianza continua de su propia experiencia. Escribir no significa encontrar la āsimetrĆa perfectaā de la historia, pero sĆ acercarse a su nervio principal, que en realidad es una construcciĆ³n inestable que se intenta fijar y delimitar una y otra vez, con cada hoja, obsesivamente. ~
es acadeĢmica y criĢtica literaria, autora de Les eĢmigrants / Los emigrantes (UAM-EĢcrits des Forges, 2015).