Mรกs allรก de su tรญtulo elocuente โNada hago sin alegrรญa. Un paseo con Montaigneโ el libro de Pablo Sol Mora provoca felicidad y esto es extraรฑo en estos tiempos de โcancelaciรณnโ, โposverdadโ o โcomunalidadesโ, donde la sola existencia de un individuo que reclama precisamente su ser individual puede parecernos una idea incluso pecaminosa. Pero, como dice Sol: โCada vez que un hombre moderno dice โyoโ en cierta forma estรก diciendo โyo, Michel de Montaigneโ.โ Valdrรญa la pena preguntarnos si aรบn somos esos modernos. Si aรบn lo necesitamos.
ยฟA quiรฉn se le ocurre escribir sobre Montaigne cuando la bibliografรญa sobre el francรฉs es abundantรญsima? Uno de esos tรณpicos ineludibles y sobados nos susurra que si vamos a hablar sobre el ensayo es obligatorio citar a Montaigne, pero ยฟa quiรฉn se le ocurre leerlo? El mismo Sol nos advierte que las condiciones que hicieron posible al lector ideal de los Ensayos ahora son โprรกcticamente inimaginablesโ. Y, no obstante, รฉl lo lee, lo discute, nos muestra a sus familiares, platica con รฉl y, al hacerlo, charla asimismo con nosotros. No โrescataโ a Montaigne: lo restituye a nuestra conversaciรณn actual.
Dividido en tres secciones, tres paseos โโHacia un arte de vivirโ, โYo somos otrosโ y โLa lecciรณn de la alegrรญaโโ, mรกs los convenientes โAl lectorโ, โPreรกmbuloโ y โEpรญlogoโ, el volumen se nos presenta como un recorrido por los tres libros del Seรฑor de la Montaรฑa y su propรณsito es tender un puente para llegar a la obra del francรฉs y โcumplir asรญ la modesta funciรณn del crรญtico frente a la gran obra: ser el mensajero del textoโ: guiรฑo inconfundible de Sol a George Steiner โโel mayor crรญtico literario vivoโ, segรบn lo considerรณ en otras ocasiones antes de su deceso en 2020.
Michel de Montaigne pensaba โy asรญ lo hizo grabar en su estudio, segรบn pudo constatar Pablo Sol cuando fue a cumplir con la ley del devoto que โpor lo menos una vez en la vida visita el santuarioโโ que, si el destino se lo permitรญa, terminarรญa consagrado a su libertad, su tranquilidad y su ocio. Sol nos advierte que la idea del hombre encerrado en su torre es precisamente la que mรกs daรฑo ha hecho a su obra y nos relata cuรกles fueron las verdaderas razones del retiro voluntario del autor de los Ensayos.
Mientras seguimos su historia, pero tambiรฉn la de su obra y la del propio Sol leyรฉndolo, aparecen otros personajes: Descartes, Stendhal, Pessoa, Kafka o Borges son algunos de los descendientes que elige Sol para tender el puente entre el francรฉs y los lectores. Asรญ como repara en la conocida y entraรฑable amistad de Montaigne con รtienne de La Boรฉtie, incluye tambiรฉn a Pascal, โel anti Montaigneโ que en algรบn momento llegรณ a burlarse del โtonto proyectoโ de pintarse que tenรญa su adversario, pero quien tambiรฉn dijo que โno es en Montaigne, sino en mรญ, que encuentro todo lo que en รฉl veoโ.
El carรกcter de autorretrato que provee la obra del francรฉs se nos muestra en la medida en que Sol lo lee y nos confรญa su lectura sin aspavientos retรณricos, jerga acadรฉmica o pretendido tono de โensayo creativoโ โuno de los males de nuestro tiempo que, paradรณjicamente, nace de la admiraciรณn postiza por Montaigneโ. No lo hace, por cierto, con ingenuidad o falta de erudiciรณn, pero consigue su propรณsito โentusiasmar a su lectorโ por otros medios: el de la persuasiรณn narrativa y el de la intimidad que surge cuando alguien nos confรญa una experiencia. El propio Montaigne descreรญa de quienes, perteneciendo a la โjurisdicciรณn librescaโ, no reconocรญan mรกs โvalor que el de la doctrinaโ, pero tampoco le eran simpรกticas las โalmas groseras y popularesโ. Sabรญa que sus ensayos estaban dedicados a los espรญritus ordenados โy fuertesโ que no tenรญan โnombre ni rango entre nosotrosโ. Por eso Sol insiste en la calidad especular de las obras de Montaigne en el sentido de que mientras lo leemos nos estamos leyendo a nosotros mismos, pues โsolo entendemos lo semejanteโ. A pesar del tiempo, la distancia y tantas cosas que nos separan del francรฉs, ยฟpodemos ser sus semejantes? El volumen nos persuade de que sรญ, tambiรฉn lo somos y eso es suficiente para despertar la insospechada felicidad que nace del reconocimiento.
El libro es, ademรกs, un autorretrato del propio Sol quien nos confiesa que leyรณ al autor de los Ensayos siendo un adolescente de diecisรฉis aรฑos que hacรญa listas anuales de sus lecturas. Sabemos, entonces, del francรฉs y tambiรฉn de Sol, pues su libro da la razรณn a Fumaroli, quien pensaba โleyendo a Montaigneโ que las mejores obras de crรญtica eran siempre autobiogrรกficas. Entendemos asรญ que es gracias a la lectura que no estamos solos โuna idea que Alejandro Rossi, otro de los escritores admirados por Pablo Sol, nos relatรณ en sus โCartas credencialesโโ; idea que Zweig, a propรณsito de Montaigne, relatรณ asรญ: โSi tomo los Ensayos, el papel impreso desaparece en la penumbra de la habitaciรณn. Alguien respira, alguien vive conmigo, un extraรฑo ha entrado en mi casa, y ya no es un extraรฑo, sino alguien a quien siento como amigo.โ Y ยฟcรณmo serรญa ese amigo? Sol propone su estampa: โirรณnico, alegre, compasivoโ; un amigo que entendiรณ el error โtan humano y tan actualโ de vivir mรกs en el mundo de afuera que consigo mismo. No es Montaigne, por supuesto, un autor de libros de autoayuda. El โmaestro de la duda y de la incertidumbreโ se mira y, al hacerlo, de algรบn modo tambiรฉn refleja nuestra propia inestabilidad.
Sabemos que Montaigne escribiรณ para sus amigos, de modo que cuando ya hubiera muerto pudieran reencontrarlo en sus pรกginas, es decir, volver a la persona gracias a su obra. La lectura de ese hombre โnuestro semejante y, ยฟpor quรฉ no?, nuestro amigoโ, que supo alternar la soledad (esa forma de la compaรฑรญa con uno mismo) y la compaรฑรญa de los otros (los amigos, las mujeres, los libros), es un buen remedio, nos dice Sol, contra โel aldeanismo y la intoleranciaโ. Solo por eso, que es urgente combatir, deberรญamos hoy volver a su lectura y Nada hago sin alegrรญa es una provocaciรณn muy persuasiva. En este tiempo infeliz del โposhumanismoโ, de la โposverdadโ, de โlos otros datosโ, quizรก sea pertinente recordar lo que decรญa Montaigne y hacerle caso: โNos ocupamos mรกs interpretando las interpretaciones que interpretando las cosas.โ ~
(Ciudad de Mรฉxico, 1961) es poeta, ensayista y editora de poesรญa en Letras Libres. Este aรฑo su libro Estrella de dos puntas. Octavio Paz y Carlos Fuentes: crรณnica de una amistad (Ariel, 2020) recibiรณ los premios Mazatlรกn de Literatura y Xavier Villaurrutia.