La polรญtica fiscal y la recaudaciรณn de impuestos en un paรญs son fundamentales para garantizar al menos dos objetivos: primero, cumplir con el funcionamiento del Estado y financiar los distintos proyectos y obligaciones que este tiene y, en segundo lugar, pueden tener un impacto importante en la reducciรณn de las brechas de desigualdad econรณmica. En este รกmbito, conocido como justicia fiscal, Mรฉxico se ha caracterizado histรณricamente por una baja recaudaciรณn de impuestos y, al mismo tiempo, una polรญtica fiscal de bajo impacto en la reducciรณn de las desigualdades.
La particular baja recaudaciรณn en Mรฉxico
El caso mexicano es particularmente relevante, debido a que su nivel de recaudaciรณn histรณrica ha sido especialmente bajo para un paรญs con su nivel de desarrollo econรณmico, incluso dentro de la regiรณn latinoamericana. La recaudaciรณn de impuestos en Mรฉxico, que alcanzรณ el 17% del PIB en 2021, no solo es la mรกs baja de la Organizaciรณn para la Cooperaciรณn y el Desarrollo Econรณmicos (cuyos paรญses en promedio duplican a nuestro paรญs, con un 34%), sino que tambiรฉn estรก por debajo del promedio de la regiรณn latinoamericana (22%). De hecho, asรญ como Mรฉxico es superado por paรญses de la regiรณn como Brasil (34%), Argentina (29%), Chile (22%) y Colombia (19%), tambiรฉn nuestro paรญs recauda menos que otros con niveles de desarrollo econรณmico mรกs bajos como lo son Nicaragua (27%), El Salvador (23%), Bolivia (23%) y Honduras (19%).
La explicaciรณn histรณrica de esta particularidad de baja recaudaciรณn mexicana tiene mucho que ver con un lobby activo por parte de las รฉlites econรณmicas desde hace dรฉcadas,
{{ Vรฉase โ[In]justicia fiscal y captura polรญtica en Mรฉxicoโ [Jaramillo-Molina y Rodrรญguez Leal-Isla, 2020] para una explicaciรณn mรกs amplia de la historia de la polรญtica fiscal y de recaudaciรณn de impuestos en Mรฉxico. }}
que ha tenido como consecuencia polรญticas fiscales poco progresivas (que no impactan en la desigualdad), privilegios fiscales para grandes empresas y grandes fortunas, y un sistema fiscal sostenido mayoritariamente en la clase trabajadora. Ademรกs, todo esto ha sido legitimado por una narrativa meritocrรกtica que justifica los bajos impuestos con base en razones cuestionables como la corrupciรณn y la informalidad en el paรญs, asรญ como supuestamente promover la generaciรณn de empleos a travรฉs de una disminuciรณn de los impuestos y distintos โincentivosโ fiscales para las empresas.
Es por ello que, entre 1990 y 2022, la recaudaciรณn de impuestos federales en Mรฉxico apenas ha aumentado poco menos de dos puntos delย PIBย (vรฉase Grรกfica 2). Dentro de ese periodo, primero destaca una importante disminuciรณn de la recaudaciรณn entre 1992 y 1996 (de casi cuatro puntos delย PIB), que se mantuvo relativamente estable hasta 2013, y logrรณ aumentar tres puntos porcentuales con los cambios introducidos en la reforma fiscal de 2014. Esta reforma aumentรณ las tasas marginales mรกximas de impuestos sobre la renta de personas fรญsicas y morales, eliminรณ el rรฉgimen de consolidaciรณn fiscal, estableciรณ el impuesto a las ganancias en la bolsa de valores, limitรณ las deducciones al 10% del total de ingresos y estableciรณ una tasa del 5% en el impuesto especial sobre producciรณn y servicios (IEPS) para la comida chatarra y los refrescos. Mรกs adelante durante el sexenio, se modificarรญa la estructura de subsidios e impuestos a gasolina y combustibles, con efectos significativos en los ingresos federales.
La recaudaciรณn de impuestos con la 4T
A pesar de las mรบltiples recomendaciones de la necesidad de una nueva reforma fiscal progresiva que aumentara la recaudaciรณn de manera importante, el sexenio que comenzรณ en 2018 se caracterizรณ por el compromiso del presidente Andrรฉs Manuel Lรณpez Obrador desde su campaรฑa a โno aumentar ni crear nuevos impuestosโ, pero sรญ mejorar el cobro de los existentes. En ese sentido, han sido destacables los esfuerzos del gobierno federal y el sat para disminuir las condonaciones fiscales y buscar que pagaran los mรกs grandes deudores al fisco. Tambiรฉn se endurecieron las penas a delitos fiscales y defraudaciรณn fiscal, y se luchรณ contra lo que se conoce popularmente como โfacturerasโ.
Sin embargo, los resultados de estas estrategias han sido insuficientes y poco representativos en el nivel de recaudaciรณn. Al comparar la recaudaciรณn de ingresos federales de 2018 con la de 2022, apenas se ha avanzado en 0.2 puntos porcentuales delย PIB. Si bien es destacable que la recaudaciรณn no disminuyรณ tanto durante la crisis econรณmica iniciada en 2020 por la pandemia de covid-19, luego de que elย PIBย se ha ido acercando a su tendencia previa a la crisis, la recaudaciรณn como porcentaje de este volviรณ a caer en 2021 y 2022.
Al explorar con mayor profundidad los resultados de los primeros cinco aรฑos del sexenio en la recaudaciรณn de impuestos y comparar con los primeros cinco aรฑos del sexenio anterior, encontramos algunas conclusiones interesantes (vรฉase Cuadro 1). Por ejemplo, los ingresos totales del gobierno federal aumentaron el doble durante el sexenio anterior frente al actual, a pesar de que en el anterior los ingresos distintos a los tributarios (principalmente ingresos petroleros) cayeron casi 700 mil millones de pesos. El balance positivo en el sexenio anterior se debiรณ al aumento de 1.5 billones de pesos en recaudaciรณn, equivalente a un aumento del 79% entre 2012 y 2017; mientras tanto, en el sexenio actual, el aumento de la recaudaciรณn fue apenas de 15%.
El detalle de los impuestos que mรกs han aportado a los cambios en la recaudaciรณn en esta comparativa muestra que, como resultado de la reforma fiscal de 2014, los ingresos por el impuesto sobre la renta (ISR) aumentaron un 61%, mientras que el IEPS de combustibles tuvo un aumento neto de 568 mil millones de pesos, pues pasรณ de un saldo negativo de casi 300 mil millones de pesos en 2012 (debido a los subsidios) a recaudar 265 mil millones en 2017. A su vez, durante el sexenio actual el aumento del ISR fue importante (de 19% en 2023 comparado con 2018) pero mucho menor que el periodo comparable del sexenio anterior, en gran medida debido a que las tasas marginales del impuesto no han sido modificadas. Por su parte, la recaudaciรณn del ieps en combustibles no ha aumentado al corte del aรฑo 2023 y, de hecho, el aรฑo 2022 cerrรณ con salgo negativo en dicho rubro.
Una reforma fiscal futura es necesaria e ineludible
En resumen, el sexenio actual ha quedado a deber ampliamente en el aumento de la recaudaciรณn de impuestos para el paรญs. La negativa a modificar los impuestos ha tenido como consecuencias el estancamiento de los ingresos federales durante seis aรฑos, y ha dejado ir grandes oportunidades para una reforma fiscal como lo fueron: 1) la legitimidad y amplia diferencia en votaciรณn con la que asumiรณ la presidencia de Lรณpez Obrador, 2) un gobierno que gozรณ de mayorรญa en las cรกmaras federales durante seis aรฑos, y 3) un entorno internacional que ha asumido el aumento de impuestos progresivos, principalmente a la riqueza y el ingreso de los mรกs ricos, como una inminente urgencia, mรกs aรบn luego de la crisis econรณmica por covid-19, que terminรณ enriqueciendo en buena medida a las grandes fortunas mundiales y empobreciendo mรกs a la mayorรญa de la poblaciรณn.
Sumado a lo anterior, el espacio fiscal de Mรฉxico ha disminuido debido a que los compromisos fiscales del gobierno federal han aumentado. Entre ellos, uno de los mรกs importantes es el aumento sostenido del presupuesto que se dedica a pensiones โcontributivasโ y โno contributivasโ y que, en el caso de las pensiones contributivas, implica transferencias mucho mรกs altas para los hogares mรกs ricos.
En este sentido, una reforma fiscal progresiva durante el siguiente sexenio serรก no solo deseable para disminuir las amplias brechas de desigualdad en el paรญs (cobrando mรกs a los que mรกs tienen) y asรญ generar mayor justicia fiscal, sino que tambiรฉn es ineludible porque cada vez mรกs los ingresos tributarios son insuficientes para hacer frente al total de compromisos fiscales que aumentan, y que seguramente aumentarรญan mรกs si el siguiente gobierno decide ampliar el gasto en polรญticas de protecciรณn social (lo cual claramente es deseable). Es decir, la posibilidad misma de construir un sistema de protecciรณn social mรกs justo para Mรฉxico pasa tambiรฉn por la necesidad de una reforma fiscal progresiva.
Si estamos de acuerdo en que la reforma fiscal es deseable, urgente e ineludible, la pregunta siguiente es: ยฟQuiรฉn deberรญa pagar mรกs? Lo mรกs adecuado y justo serรญa que dicha reforma fiscal fuese progresiva, y que cobre mรกs a los mรกs ricos al tiempo que beneficia mรกs a quienes menos tienen. A nivel mundial, ha crecido la exigencia de impuestos a la riqueza y a las grandes fortunas, y la popularidad de estos impuestos deberรญa ser una base sobre la cual el prรณximo gobierno podrรญa legitimar cambios al ISR y la creaciรณn de impuestos federales al patrimonio, inexistentes actualmente (vรฉase Cuadro 1).
Ademรกs, hoy dรญa el panorama internacional se ha nutrido de un amplio debate sobre la justicia fiscal y la cooperaciรณn entre paรญses para disminuir las formas de evasiรณn fiscal gracias a gobiernos que cobran bajos impuestos. La mesa estรก puesta para que la siguiente administraciรณn proponga una amplia reforma fiscal progresiva y popular. Ojalรก y quien gobierne el siguiente sexenio no deje pasar esta oportunidad. ~
es economista por la Universidad de Guadalajara, doctor en ciencia social por El Colegio de Mรฉxico y cofundador del Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig) y del proyecto Gatitos Contra la Desigualdad.