¿Y si ya no diera de sí la fruta?
¿Si dejara de colgar de los árboles
y de madurar en el suelo?
¿Si ya no hubiera cítricos,
ni siquiera nueces?
¿Qué sería de nuestros brazos,
de nuestros célebres pulgares,
nacidos para arrancarla?
Todas las distancias
nacieron de la fruta,
que debimos recoger
en la rama de al lado,
en el árbol de junto,
en el bosque contiguo,
en la tribu al otro lado del río.
Nos impulsó la fruta,
nos dispersó desde el principio.
Detrás de cada lujo,
de cada anhelo,
de cada viaje, su dulzura.
La carne misma la comemos
como fruta y no como carne,
la arrancamos de un rebaño de carne
como se arranca la fruta más madura,
todo lo suculento cae a nuestra boca
como descolgado de una rama,
como tú, que arranco cada día
de tu árbol, de tu tribu
y te traigo a este lado del río
y te como y te muerdo y te guardo
y tengo miedo que te pudras. ~
¿Qué hacer con los mediocres?
Se presentó descaradamente, y me puso nervioso. Estaba solo. Nadie podía darse cuenta. Pero no quise verla, como si fuese la intrusión de un comercial procaz. Tal vez…
Artistas del exilio español en México
A partir de los años cuarenta del siglo pasado, varias han sido las exposiciones dedicadas al arte del exilio español en nuestro país. Desde las organizadas en el naciente Ateneo Español de…
George Orwell en Pekín
En "Sombras chinescas", el sinólogo Simon Leys viaja por la China maoísta en busca de los pocos resquicios de humanismo e individualismo que quedan en un régimen tan brutal.
El gobernador, las chicas salvajes y el futuro de la pornografía
El 17 de marzo de 2008 el gobernador demócrata de Nueva York, Eliot Spitzer, renunció a su cargo. Unos días antes The New York Times había publicado una nota en la…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES