En sus estudios históricos, Silvio Zavala (nacido en Mérida, Yucatán, el 7 de febrero de 1909) apunta algunas ideas vitales para entender mejor el descubrimiento, la conquista y la colonización de México y de América por los españoles. Zavala dedicó su tesis doctoral en derecho a Los intereses particulares en la Conquista de la Nueva España. Estudio histórico-jurídico (1933). La idea ya había sido esbozada por Francisco A. de Icaza en la introducción a su edición del Diccionario de conquistadores y pobladores de la Nueva España (de Francisco del Paso y Troncoso, 1925), pero Zavala la afirmó y desarrolló de manera sistemática con sus firmes conocimientos jurídicos: los intereses particulares, las voluntades individuales y sus capacidades empresariales condujeron a los españoles a participar en el descubrimiento, la conquista y la colonización de América.
De esta manera, Zavala estableció un cambio de paradigma kuhniano con respecto a la idea prevaleciente de que, en la colonización de América, España avanzó por sucesivas decisiones, reales cédulas, de la Corona omnipotente. En este primer estudio, Zavala demostró que la historia de la Conquista fue llevada a cabo no solo por la voluntad de los reyes, encarnaciones mágicas y divinas de la nación, sino por la libre actuación de personas, en un marco jurídico y económico de interacción.
Se invierte igualmente la perspectiva de la historia del derecho español. Las reales cédulas de los reyes y los mandamientos de los virreyes ya no son vistos como emanaciones de la voluntad del rey o del virrey, sino como respuestas de las autoridades a los procesos que se van dando en la interacción de las acciones movidas por los intereses particulares. Las leyes españolas no determinan los hechos, sino que responden a ellos e interactúan con ellos. En los procesos de colonización, la voluntad del rey deja de ser la protagonista de la historia, es sustituida por la historia de las múltiples acciones de los intereses particulares de los conquistadores y pobladores españoles de América, múltiples acciones que se mezclan dando lugar a una historia imprevisible que debe estudiarse en su especificidad.
La interacción entre los intereses particulares de los hombres se normaba en España y se siguió normando en la Nueva España por una legislación elaborada y pensada a lo largo de generaciones. El derecho español tenía su antecedente y base en el derecho romano, un derecho civil que privilegiaba la interacción entre hombres libres. Esta perspectiva le da una vitalidad dinámica particular a la historia del derecho durante el periodo hispánico de México: ya no es un ordenado registro de leyes que se cumplen o no se cumplen, sino una interesante interacción entre los intereses particulares, mediada por los funcionarios judiciales de la Corona de acuerdo a una legislación y a un régimen económico específico.
Por eso, Zavala estudia con detenimiento Las instituciones jurídicas en la conquista de América y La encomienda indiana (ambas de 1935). Esta última y Los esclavos indios en la Nueva España (1968) analizan las dos formas de explotación más importantes en los primeros tiempos de la colonización de los indios. Estas ceden su lugar en la segunda mitad del siglo XVI a otras formas nuevas, que Zavala estudió ampliamente en las series monumentales, ambas de ocho volúmenes, Fuentes para la historia del trabajo en la Nueva España (1939-1946) y El servicio personal de los indios en la Nueva España, de (1984-1995), y en otros estudios y compilaciones que abrieron el campo de la historia económica de México.
En este énfasis histórico (y filosófico) en el actuar de hombres particulares y su interacción (mediada por el marco jurídico) se abre la dimensión de la conciencia de los individuos, en particular en torno al monarca. Zavala estudió en primer lugar los cuestionamientos de los intelectuales consejeros al rey y a la conquista de América, ante todo la cuestión del derecho español a conquistar y esclavizar indios y de obligarlos a trabajar para los españoles y a pagarles un tributo.
Silvio Zavala estudió con detenimiento la fase antillana (1492-1519), en la que la codicia de los españoles junto con las epidemias provocaron una gran mortandad de los habitantes de las islas, que prácticamente se extinguieron. La “experiencia antillana” de la despoblación de las Indias resultó muy importante para la voluntad tanto del rey como de grandes conquistadores como Hernán Cortés, y de muchos pobladores, de establecer en México una explotación relativamente moderada de los indios que evitara su destrucción, de establecer una verdadera convivencia entre indios y españoles, base de nuestro mestizaje.
En el siglo XVI, la discusión sobre el derecho español a esclavizar a los indios u obligarlos a trabajar encontró una sólida base en la doctrina cristiana de la libertad individual, necesaria en la dilucidación del bien y del mal. Silvio Zavala expuso esta idea en otro de sus grandes libros, La filosofía política en la conquista de América (1947), que inicia una gran cantidad de estudios de historia intelectual, que apunta igualmente al énfasis en la acción particular de los individuos, dotados de intereses pero también de conciencia ética. En la medida en que los españoles vieron a los indios como seres humanos, también los concibieron como seres dotados de libertad individual, que, por lo tanto, los españoles no debían esclavizar ni forzar. Esto condujo a la abolición del servicio personal como parte del tributo que daban los indios sometidos a encomienda o corregimiento, en 1549, y a la abolición de la esclavitud indígena en 1551. Como seres humanos conquistados pero libres, los indios fueron integrados como súbditos individuales del rey de España, e integrados a su sistema de justicia.
Bajo esta perspectiva de un “liberalismo” español y cristiano, se confirma en términos teológicos y filosóficos la importancia de los intereses y de la conciencia individual tanto de los indios como de los españoles. Zavala dedicará una gran cantidad de eruditos estudios sobre aquellos autores españoles que condenaron o criticaron la manera en que se realizaba la conquista y la colonización de la Nueva España, como fray Bartolomé de las Casas, fray Alonso de la Veracruz y de manera particular Vasco de Quiroga, sobre el cual Zavala destacó en 1937 la influencia de la Utopía (1516) de Tomás Moro –lo cual provocó una notable polémica con Edmundo O’Gorman y Justino Fernández.
Silvio Zavala fue el primero en destacar la importancia de los intereses particulares en el contexto económico definido por la conquista española, regulados por las instituciones del derecho hispánico y por la conciencia ética individual. ~
(ciudad de México, 1954) es historiador. Autor, entre otros títulos, de Convivencia y utopía.