La columna de mi amigo Ciro GĆ³mez Leyva este 25 de septiembre en el Milenio se titula: āEl pene de NoroƱa; la policĆa de Navarreteā. Se referĆa a que ante el pleno de la cĆ”mara de diputados, el impetuoso NoroƱa (del Partido del Trabajo) desquitĆ³ los seis mil pesos que le entregĆ³ ayer el erario llamando āasesinoā al secretario de Seguridad PĆŗblica Genaro GarcĆa Luna, que estaba ahĆ presente.
Agrega Ciro: āValiente NoroƱa con fuero. Supongo que, para mantener nivel, en la prĆ³xima comparecencia mostrarĆ” su pene y luego pedirĆ” derecho de rĆ©plica.ā
En efecto, bajo la plenipotencia de su fuero, el Sr. FernĆ”ndez NoroƱa, a quien hemos encargado el 0.20 por ciento de nuestras necesidades legislativas, puede juzgar y dictar sentencia a quien le venga en gana, sin temor a ser llamado a cuentas por la misma ley que jurĆ³ respetar.
En efecto, si el diputado NoroƱa invitara a su pene a una sesiĆ³n de la cĆ”mara, y ademĆ”s le invitase a conocer en persona a sus compaƱeros legisladores (o a tomar la tribuna, o a ejecutar una mociĆ³n de orden, o a votar alegremente) no pasarĆa nada. Lo que tendrĆa de fuera tambiĆ©n goza de fuero.
El presidente de la cĆ”mara le podrĆa pedir ārespetuosamenteā guardar la sua cosa, y el capricante NoroƱa lo podrĆa enviar sumariamente al diablo, con el resto de las instituciones, y aĆŗn invitar a los dos testigos aledaƱos a presenciar lo que posiblemente llamarĆa āun divertimientoā.
Ciro: representar el poderĆo de NoroƱa con esa metonimia corporal, la equiparaciĆ³n del total de su poder con su parte pudenda, ha sido una experiencia espeluznante. No vuelvas a hacerlo. Pues ademĆ”s, por contagio, convocaste la posibilidad de calcular las zonas ecuatoriales de otros luchadores y luchadoras sociales, de otros lĆderes y lideresas que, francamente…
NoroƱa rodeado de fuero
Es un escritor, editorialista y acadĆ©mico, especialista en poesĆa mexicana moderna.