Estรกbamos en el ex convento dedicado a Catalina de Siena, en Oaxaca. Se podรญa bailar por 38 dรณlares en la ex capilla pero ya no habรญa lugar. Decidimos quedarnos a cenar en alguno de los dos patios interiores del recinto amurallado, convertido ahora en magnรญfico hotel. Cuando entramos, lo primero que vi fue a una mujer joven, probablemente inglesa, que se mantenรญa a una distancia prudente de su crรญo, mientras รฉste jugaba absorto en la fuente de piedra labrada por los indios de Motolinรญa. Ana, Camila y Daniel Rothรคrmel describรญan lo que ven hoy en dรญa: al este, lo que quedรณ del punk (una especie de infrarrealismo cascado por la acidez corriente que registran los rรญos de Amรฉrica, incapaz de resolver su conflicto con la ciencia y la tecnologรญa); al oeste, los raves, que se difunden mediante los tradicionales volantes, una cantina llamada “La triple W” y postales de glamoramas; al norte, industrial, las mรกquinas musicales que han exprimido en los รบltimos aรฑos la cibernรฉtica de Norbert Wiener y Arturo Rosenblueth; y al sur, acid house. Todo esto me venรญan contando Ana, Camila y Daniel Rothรคrmel, cuando lo vi. Por un viejo hรกbito, y a pesar de encontrarse de espaldas a mรญ, reconocรญ de inmediato la figura de Salman Rushdie. En la cabeza, la misma tonsura natural que hemos visto en los documentales, aunque su cuerpo estaba mรกs gordo y un poco jorobado.
ย ย ย ย ย La gente que iba a celebrar estaba llegando a ocupar sus mesas, asรญ que Rushdie se levantรณ a buscar sitio en el segundo patio, donde, mรกs tarde, un conjunto de mรบsica latina harรญa lo suyo. Despuรฉs de reconocer el terreno, regresรณ. Empezamos a especular para descubrir a los agentes de Scotland Yard. Apostamos por la pareja de gays con acento norteamericano que estaba sentada en una mesa junto a la puerta de acceso al otro patio. “No, es el bebรฉ”, dijo Ubalda la Trucha. Me parรฉ, fui hacia รฉl y le recordรฉ lo de Wembley, cuando, al final de un concierto de U2, se apareciรณ de pronto en escena, sorprendiendo a la multitud. “ยกAh!”, me dijo, “pues acabamos de escuchar una versiรณn de algo que escribรญ hace tiempo, y que ellos han musicalizado. Aparecerรก en su prรณximo disco”. ยฟCuรกndo serรก eso? “Pronto, en abril, quizรก”. Gracias, pensรฉ, yo cumplo aรฑos ese mes, el 13 precisamente. Asรญ que se va a convertir en una superestrella del pop-rock. “No es mala idea, quizรก asรญ pueda seguir hablando de literatura con la gente y escribir novelas”. Menos intriga polรญtica y mรกs acciรณn literaria. Nos dimos la mano, me preguntรณ mi nombre. A la medianoche, la familia Rushdie se retirรณ a su habitaciรณn. –
escritor y divulgador cientรญfico. Su libro mรกs reciente es Nuevas ventanas al cosmos (loqueleo, 2020).
