Democracia sin liberalismo

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Yascha Mounk

El pueblo contra la democracia. Por quรฉ nuestra libertad estรก en peligro y cรณmo salvarla

Traducciรณn de Albino Santos Mosquera

Madrid, Paidรณs, 2018, 416 pp.

 

El pueblo contra la democracia es un libro deprimente. Vivimos una recesiรณn democrรกtica. La democracia liberal, que durante dรฉcadas fue the only game in town, se estรก โ€œdesconsolidandoโ€. Mounk analiza dos tendencias preocupantes: el iliberalismo, o las democracias iliberales, y lo que llama liberalismo antidemocrรกtico. Las primeras son โ€œdemocracias sin derechosโ€, que colocan la soberanรญa popular por encima de los derechos individuales, las garantรญas liberales y las instituciones contramayoritarias (tribunales, prensa libre, bancos centrales, universidades). El segundo es el fenรณmeno contrario: โ€œderechos sin democraciaโ€, o una democracia con tendencias tecnocrรกticas o incluso oligรกrquicas, donde la voz de la ciudadanรญa es cada vez menos importante. Un ejemplo de democracia iliberal es Hungrรญa o Polonia: Viktor Orbรกn, el presidente de Hungrรญa, defiende una democracia โ€œjerรกrquicaโ€ y no liberal, donde segรบn Mounk โ€œlos lรญderes popularmente elegidos representan la voluntad del pueblo segรบn su interpretaciรณn, sin tener que hacer concesiones a los derechos o intereses de minorรญas obstinadasโ€. El liberalismo sin democracia, sin embargo, se refleja en la mayor complejizaciรณn de la polรญtica en democracias liberales, donde las decisiones cada vez estรกn mรกs fuera de la disputa polรญtica o las elecciones. Mounk habla del poder cada vez mayor de los bancos centrales, de los burรณcratas no elegidos, o de los tratados comerciales en los que los paรญses pierden soberanรญa. Pero tambiรฉn analiza (sin demagogia, con datos) cรณmo el dinero, especialmente en Estados Unidos, influye en la polรญtica hasta el punto de que los intereses de los ciudadanos son casi irrelevantes.

Muchas instituciones contramayoritarias se construyeron para ser poco democrรกticas. Asรญ se garantizarรญa su neutralidad y se evitarรญa su manipulaciรณn partidista (los tribunales, los bancos centrales). Pero Mounk seรฑala una oligarquizaciรณn y una elitizaciรณn de la polรญtica contemporรกnea que, en cierto modo, explican el descontento hacia la democracia liberal y el surgimiento de populismos. El origen del iliberalismo actual es una respuesta al liberalismo antidemocrรกtico.

Una de las bases del libro es la tensiรณn que hay y habrรก siempre entre democracia y liberalismo. La democracia garantiza que el demos gobierne; el liberalismo es una doctrina de gobierno limitado y una defensa de los derechos individuales frente a los excesos del Estado y de lo que Mill denominรณ โ€œtiranรญa de la mayorรญaโ€. Como dice el filรณsofo Manuel Toscano, โ€œdemocracia y liberalismo responden a dos cuestiones distintas: cรณmo se distribuye el poder y cรณmo se limita.โ€ La distinciรณn entre estas dos etiquetas es รบtil y es la tesis central del libro. Pero es a menudo demasiado rรญgida.

Una democracia sin liberalismo no te garantiza la democracia. Como dice Toscano, โ€œEl error de fondo es contemplar el constitucionalismo liberal como un conjunto de restricciones externas al ejercicio de la democracia, sin pensar que el Estado de derecho y los derechos fundamentales son tambiรฉn condiciones imprescindibles para el buen funcionamiento del proceso democrรกtico.โ€ Mounk piensa que nuestra incapacidad de ver el componente hiperdemocrรกtico del populismo tambiรฉn nos impide comprender el รฉxito que ha tenido en los รบltimos aรฑos: โ€œEn vez de buscar establecer un sistema polรญtico jerรกrquico que trascienda la democracia, como hacรญan a menudo los movimientos de ultraderecha mรกs antiguos, los populistas de hoy dicen aspirar a una profundizaciรณn de los elementos democrรกticos de nuestro sistema actual. Eso es importante.โ€ Es una postura un poco ingenua. Una cosa es lo que digan y otra lo que hagan. Los populistas iliberales comienzan atacando el liberalismo y acaban atacando tambiรฉn la democracia. Usan el lenguaje de la democracia, que todavรญa resulta atractivo, pero no suelen ser demรณcratas. A menudo se basan en un lรญder carismรกtico, que es el โ€œintรฉrpreteโ€ รบnico de la voluntad del pueblo. Esto es algo iliberal, pero tambiรฉn antidemocrรกtico. Como dice el autor, cada vez confiamos menos en la democracia y mรกs en โ€œlรญderes fuertesโ€.

Mounk da varios datos preocupantes sobre la โ€œrecesiรณn democrรกticaโ€ que vivimos. Los jรณvenes son los mรกs desconfiados. En 1995, un 34% de estadounidenses de entre 18 y 24 aรฑos pensaba que un sistema polรญtico con un lรญder fuerte que no se preocupe del Congreso o de las elecciones era algo bueno o muy bueno. En 2011, el porcentaje habรญa aumentado al 44%. Una explicaciรณn es que se trata de una generaciรณn que no ha vivido nunca bajo el peligro de perder la democracia, como durante la posguerra mundial o la Guerra Frรญa. Pero Mounk hace otra interpretaciรณn: la democracia liberal no nos gustaba antes porque fuรฉramos muy liberales y cautos y sensatos, sino porque nos garantizaba paz y bienestar. En el momento en que deja de cumplir sus promesas, la democracia liberal deja de parecer el sistema ideal.

Salir de esta situaciรณn no es fรกcil. Mounk sigue a autores como Mark Lilla e insiste en que la prioridad es ganar las elecciones a los populistas. Esto es algo que algunos activistas y opositores no parecen dispuestos a hacer. En EEUU, por ejemplo, la oposiciรณn se divide entre la histeria y el conspiracionismo. Como dice David Bromwich en un artรญculo en London Review of Books, โ€œlos demรณcratas se niegan a aceptar el atractivo de Trump, la fuerza de su personalidad para determinado pรบblico.โ€ Mounk da algunas soluciones, entre ellas recuperar el patriotismo constitucional o el Estado de Bienestar, pero tambiรฉn hacer un discurso serio sobre la inmigraciรณn: โ€œno viola los principios de la democracia liberal que las naciones mejoren su habilidad de monitorizar y controlar quiรฉn accede a su territorio. Al contrario, las fronteras seguras pueden ayudar a ganar el apoyo popular a polรญticas migratorias mรกs generosasโ€. Mounk no tiene remedios originales, y a menudo solo propone volver a lo que funcionรณ en el pasado. Pero El pueblo contra la democracia es un libro riguroso y detallado que intenta comprender quรฉ es lo que ha fallado, y por quรฉ. Va a la raรญz de nuestros sistemas polรญticos y demuestra que uno de nuestros principales errores fue creer que cuando las cosas van bien seguirรกn bien siempre. ~

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Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacciรณn de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemรกn' (Libros del Asteroide, 2023).


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