Decía la semana pasada que, a mi parecer, el espíritu de la UNAM se debilita si tienen mayores ingresos los funcionarios y los académico-administrativos que los maestros y los investigadores, pues se crea una práctica del poder, una politización, una desacademización. ¿Qué ingresos son esos?
De acuerdo con la página de transparencia de la UNAM (www.transparencia.unam.mx) sus profesores e investigadores mejor pagados son los titulares C de tiempo completo, los TCTC. Llegar al nivel TCTC toma, en teoría, por lo menos 15 años de trabajo y productividad, pues hay que ascender por ocho niveles previos ganando concursos abiertos, concursos cerrados o cerrados abiertos (que los hay), mientras que un funcionario puede ser nombrado de un día para otro. Luego, difícilmente puede llegarse al nivel TCTC sin doctorado, pero en cambio se puede ser director de un instituto con sólo el grado de bachiller, y rector con 10 años de antiguedad académica.
Según la sección “Puestos académicos” de la página, los académicos mejor pagados, los TCTC, reciben un sueldo neto de 15 mil 826 pesos al mes. La sección “Puestos de funcionario” muestra que el funcionario con el salario más bajo de la UNAM, el “Supervisor de escuelas incorporadas”, recibe 13 mil 558 pesos al mes, es decir, sólo 2 mil pesos menos que el académico mejor pagado. El tercero peor pagado de la larga lista de cargos (el “Subjefe de departamento) gana 17 mil 179 pesos, que ya supera al TCTC. De ahí en adelante, en los 41 niveles que le siguen, todos los funcionarios de la UNAM tienen salarios netos más altos que un TCTC. Un “Delegado” gana un poco más que el doble (32, 717 pesos) y un “Jefe de unidad” el triple (45,222 pesos).
Por otro lado, aunque esa página de transparencia no lo dice -pues sólo anota sueldos netos-, el TCTC recibe una compensación por antiguedad y puede recibir estímulos económicos a la productividad académica. Un TCTC con 30 años de antiguedad recibe casi 13 mil pesos mensuales por ese concepto. Y si tiene el nivel más alto en el sistema interno de estímulos –previa solicitud y previa evaluación cada tres años- recibe 34 mil más. Suman unos 61 mil pesos netos, más que apropiado para ingresar a la “justa medianía”, sí, pero menos de lo que gana un “Coordinador de gestión” que recibe 64 mil 273 pesos al mes.
Además, puede ser uno de los 3 mil 374 investigadores de la UNAM que reciben estímulos económicos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONACyT, cuyo nivel más alto aporta unos 20 mil pesos, siempre y cuando salga airoso de las evaluaciones (bastante más estrictas que las de la UNAM). El SNI lo sube al rango de los 80 mil mensuales, que ya es un lujo, aunque inferior al que recibe un director de facultad o instituto que, a sus 70 mil netos mensuales, suma compensación por antiguedad y (si quiere) estímulos de la UNAM y del SNI; e inferior también al de cinco funcionarios de la UNAM que ganan 103 mil, a doce que ganan 138 mil y el rector, que gana 142 mil. Claro, hay varios funcionarios de esta jerarquía que además de sus 138 mil netos al mes y su antiguedad reciben los más altos estímulos internos, para sumar 185 mil, y aun piden el apoyo del SNI para alcanzar hasta 205 mil netos y ganar no sólo más del doble que el académico mejor pagado, sino más que el rector, que los diputados y hasta el presidente de la república. Son los que además de sus tareas administrativas y políticas juran al SNI que dedican por lo menos 20 horas semanales a sus tareas académicas. Y son los que ya van a moderar sus gastos de representación…
Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.