Cierto no soy más que la sombra de un pasajero en este planeta
pero a mi alma le gusta vestirse con elegancia
a pesar de las manchas.
Ella atraviesa la puerta.
Se quita su guante.
Acaso gira la cabeza.
Acaso cruza la pierna.
Ésa es una pregunta.
Quién está hablando.
También una pregunta.
Lo único que puedo decir
es que no veo ninguna prueba de otro guante.
Las palabras no son una frase, no te demores en ello.
Demórate en esto.
No es un tiempo vacío, es el momento
en que las cortinas revolotean dentro del cuarto.
Cuando se prepara la lámpara.
Cuando la luz da contra la pared justo ahí.
¿Y el guante?
Entonces se elevó: la vida que ella pudo haber vivido (par les soirs bleus d’été).
Da la casualidad
de que la pintura es inmóvil.
Pero si acercas la oreja al lienzo oirás
los sonidos de un gran estribillo que va avanzando.
En algún lugar alguien viaja hacia ti,
viaja día y noche.
Pasan abedules sin hojas.
El camino rojo se desvanece.
Toma, agarra esto:
una prueba.
Da la casualidad
de que un buen guante de etiqueta
mide 22 centímetros del dobladillo a la punta de los dedos.
A este guante lo “tomaron por la espalda”
(como dijo Godard de su King Lear).
Mientras escuchaba a sus hijas Lear
deseó ver sus cuerpos enteros
estirados a lo largo de sus voces
como cabritilla blanca.
¿Pues en qué difiere el tiempo de la eternidad salvo en que lo medimos? –
Traducción de Tedi López Mills
¿Adiós a los ópatas?
En Sonora y Arizona perviven rastros de una cultura indígena abierta hasta el punto de disolverse en la asimilación.
Buena música en línea
Hay miles de estaciones de radio que transmiten por la internet y pueden ser escuchadas en una computadora. Casi todas son estaciones normales que también difunden así, pero…
Orejas
dos orejas: una para oír a los vivos otra para oír a los muertos las dos abiertas día y noche las dos…
Sobre el Tibet
Señor director: En el número 7 (febrero del 2005), el artículo principal “China: ¿Tigre de papel?” hace un interesante…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES