Luego de una transiciĆ³n larga, desordenada y llena de noticias y emociones, llegĆ³ el primero de diciembre y LĆ³pez Obrador es ya formalmente presidente de MĆ©xico. AquĆ un primer anĆ”lisis de su discurso ante el Congreso de la UniĆ³n en la ceremonia inaugural de este sexenio.
Un arranque anticlimĆ”tico. AMLO iniciĆ³ su discurso atribuyendo su triunfo en las urnas a que Enrique PeƱa Nieto no intervino en las elecciones de julio, y no a sus 30 millones de votantes. Esto fue un desacierto. Hubiera sido preferible arrancar el discurso con un mensaje emotivo a los ciudadanos que le dieron su confianza, y tambiĆ©n a los que organizaron la elecciĆ³n y contaron sus votos limpiamente, como ha ocurrido, por cierto, en todas las elecciones presidenciales desde el 2000.
La cuarta transformaciĆ³n mira al pasado, no al futuro. Este discurso no se construyĆ³ a partir de una visiĆ³n del futuro bajo el mito narrativo de la ācuarta transformaciĆ³nā para volverla mĆ”s atractiva y cercana al ciudadano. AMLO prefiriĆ³ hablar mĆ”s del pasado, en especial del āneoliberalismoā, como la causa de todos los males del paĆs, desde la pobreza hasta el sobrepeso de los mexicanos. Parece que quiere que se le evalĆŗe sĆ³lo por su voluntad para destruir el modelo anterior y no por lo nuevo y lo esperanzador que ofrece hacia el futuro.
La saludable promesa de la estabilidad econĆ³mica. A pesar de que en el arranque del discurso AMLO dedicĆ³ varios minutos a denostar al āneoliberalismoā, no dijo nada que sugiera que va a desmontar los fundamentos de ese modelo econĆ³mico. Al contrario, asegurĆ³ que āno gastaremos mĆ”s de lo que ingrese a la hacienda pĆŗblica. Se respetarĆ”n los contratos suscritos por los gobiernos anteriores. [ā¦] Las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarĆ”n seguras [ā¦] y habrĆ” confianza. ReiterĆ³ tambiĆ©n que se respetarĆ” la autonomĆa del Banco de MĆ©xico.ā Sigue siendo antineoliberal, pero no anticapitalista.
Los verbos y las palabras de AMLO siguen siendo negativos. Una regla del discurso dice que el evocar una palabra, incluso para negarla, solo la refuerza en la mente de la audiencia, por lo que siempre hay que afirmar, o āhablar en positivoā. Pero AMLO siempre prefiere negar las cosas en vez de afirmarlas, como cuando dice que su ācuarta transformaciĆ³nā āno se trata de un asunto ideolĆ³gico o propagandĆsticoā, cuando afirma que ālo mĆo no es la venganzaā, o cuando asegura que āno apostamos al circo o a la simulaciĆ³nā. ĀæQuĆ© se queda en la mente de la audiencia? Propaganda, ideologĆa, venganza, simulaciĆ³n, circo.
El doble discurso contra la corrupciĆ³n. Primero, nos dice que Ć©l sabe perfectamente que hay una corrupciĆ³n desbordada en las Ć©lites: āSi abrimos expedientes [ā¦] tendrĆamos que empezar por los de mero arriba, tanto del sector pĆŗblico, como del privado. No habrĆa juzgados ni cĆ”rceles suficientes.ā DespuĆ©s dice que juzgar a la Ć©lite serĆa malo porque: āmeterĆamos al paĆs en una dinĆ”mica de fractura, conflicto y confrontaciĆ³n.ā Luego propone: āpongamos punto final a esta horrible historia y mejor empecemos de nuevoā, para despuĆ©s afirmar que no serĆ”n las instituciones de justicia, sino la gente la que decidirĆ”: āla ciudadanĆa tendrĆ” la Ćŗltima palabra, porque todos estos asuntos se van a consultar a los ciudadanosā. En un paĆs donde un mensaje de Whatsapp puede generar un linchamiento, Āæse imaginan todo lo que podrĆa salir mal si AMLO deja la justicia a consulta popular?
La falta de un mensaje de firmeza ante Trump.ĀæSe acuerdan cĆ³mo nos sentimos cuando PeƱa Nieto invitĆ³ a Trump a Los Pinos y no le reclamĆ³ nada en su discurso? ĀæSe acuerdan cuando todo MĆ©xico pedĆa a gritos a un presidente de la RepĆŗblica firme, que defendiera a los mexicanos, que le pusiera un alto a Donald Trump? ĀæY lo que se dijo de PeƱa por condecorar a Jared Kushner? Pues AMLO en este discurso tampoco dijo absolutamente nada firme, ni digno, ni serio respecto a Trump y sus insultos y polĆticas antimexicanas. Como buen anfitriĆ³n, solo saludĆ³ muy amable a la hija de Trump, sentada junto a su esposa como invitada de honor, y asegurĆ³ que su gobierno se llevarĆ” bien con todos los gobiernos del mundo.
La amenaza a la oposiciĆ³n. En el cierre del discurso, en vez de centrarse en llevar a la audiencia a un futuro deseable y elevarse retĆ³ricamente para activar emociones positivas de esperanza, AMLO decidiĆ³ mandar un mensaje polĆtico sombrĆo: āHarĆ© cuanto pueda para obstaculizar las regresiones en las que conservadores y corruptos estarĆ”n empeƱados.ā Que un presidente diga que āharĆ” cuanto puedaā no es poca cosa, y que lo diga respecto a āobstaculizarā a la oposiciĆ³n, y calificarla asĆ, tampoco habla de seis aƱos de concordia.
Yo me irĆ©, pero el lopezobradorismo se quedarĆ”. AMLO asegurĆ³: āaplicaremos rĆ”pido, muy rĆ”pido los cambios polĆticos y sociales, para que, si en el futuro nuestros adversarios nos vencen, les cueste mucho trabajo dar marcha atrĆ”s a lo que habremos de conseguir.ā PrometiĆ³ no reelegirse āuna aclaraciĆ³n innecesaria para cualquier presidente democrĆ”ticoā pero al mismo tiempo prometiĆ³ que el lopezobradorismo durarĆ” muchos aƱos.
En suma, LĆ³pez Obrador dejĆ³ pasar una oportunidad Ćŗnica para aprovechar la genuina esperanza y el gran optimismo que mucha gente tiene sinceramente respecto a su gobierno. En vez de eso, dio un discurso con un tono severo, oscuro, que sigue transmitiendo enojo, mirando al pasado y amenazando de una o de otra forma a los gobernantes previos y a sus opositores. No se ve que este tono y contenido discursivo vayan a cambiar mucho en los tiempos por venir.
Especialista en discurso polĆtico y manejo de crisis.