Diana Ponce-Nava, procuradora de la PAOT del DF

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“Todos generamos ruido. Necesitamos trabajar de manera corresponsable”

Ponce-Nava tiene una larga carrera en asuntos ambientales. En 1994 fue asesora de la Directora Ejecutiva del Programa de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente en Kenya. De 1998 a 2000 fue Directora General de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente en el GDF. Desde 2005 es Asesora Regional del PNUMA en Bioseguridad y Consultora Internacional en temas ambientales. Y, desde el 2 de febrero de 2007, fecha en que la Asamblea Legislativa del DF la designó como la nueva titular de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial de la ciudad (PAOT), vela por los derechos ambientales de los capitalinos. En esta entrevista nos habla sobre el ruido.

¿Cómo se define el ruido?

El ruido es la emisión sucesiva de ondas sonoras que vienen acompañadas de vibraciones. La ley a nivel internacional lo ha definido como un posible factor de contaminación. La contaminación acústica incide sobre la calidad de vida de la población.

¿Cómo se diferencia el ruido de la contaminación acústica?

El ruido se mide con una unidad que se llama decibeles. Los decibles se miden de 10 en 10 por la frecuencia de onda. De cero a 50 no hay ningún daño o afectación a las personas, de 50 a 90 podría causar perturbación y más de 90 decibeles pueden generar daño permanente. La afectación se causa cuando estamos expuestos más de 8 horas continuas a altos decibeles.

¿Si no son 8 horas seguidas no hay afectación? ¿Dos horas al día de estruendo no afectan en nada?

Eso empieza a generar otro tipo de afecciones en el sistema nervioso: irritabilidad, insomnio, estrés, dolor de cabeza… Y podemos no darnos cuenta de que es porque estamos expuestos a un ruido por lapsos de tiempo aislado, pero de manera permanente.

Ayúdame con unos ejemplos para comprender qué tanto son 90 decibeles

El trino de un ave son 20 decibeles, en un crucero o esquina ruidosa estamos expuestos a 75 decibeles, el tráfico intenso o los vendedores de discos en el metro están entre 95 y 100; la turbina de un avión mide entre 120 y 150 decibeles. La normatividad en el DF establece que el ruido ambiental no debería estar por encima de los 65 decibeles durante el día y 62 durante la noche.

¿Cómo funcionan las mediciones de ruido que hace la PAOT, las puede hacer por cuenta propia o necesita que medie una denuncia?

Las dos cosas. La PAOT atiende denuncias ciudadanas, podría comentarte que del total de denuncias que recibimos, 22.43% son por ruido y vibraciones. Es un tema que molesta y que se denuncia. Por otro lado, cuando nosotros detectamos proyectos o actividades que van a generar más ruido, vamos y hacemos mediciones. Hacemos mediciones en los llamados antros; estas mediciones las hacemos desde la vía pública, no entramos a estos establecimientos mercantiles porque vale la pena aclarar que la ley les permite tener ruido dentro del establecimiento hasta de 85 decibeles, en el entendido de que las personas aceptan estar ahí con esos niveles y aceptan los riesgos. Pero este ruido no debe salir al entorno ambiental. Para medir ese ruido usamos unos sonómetros bien calibrados que nos permiten conocer los niveles con mucha precisión. Adicionalmente hemos hecho mediciones en algunas de las obras más importantes del gobierno de la ciudad: líneas de metrobús y la línea 12 de metro. Hemos podido generar líneas de ruido base antes que comience la obra y durante su construcción.

¿Cuál es el impacto concreto de un reporte de la PAOT? El reporte que ustedes presentaron sobre la línea 12 hablaba de 75.81 decibeles, claramente por arriba de la norma. ¿Va a dejar de construirse esa línea? ¿Se va a clausurar la obra?

En la construcción de la línea del metro tenemos dos sitios críticos. Uno es en Mixcoac, en donde los vecinos denunciaron la construcción ante la PAOT y ante la CNDH porque la maquinaria genera ruido por encima de los 85 decibeles. Pero la violación de los niveles de decibeles en una situación de este tipo es causada no sólo por la construcción de la obra; influyen muchos otros factores, como el rodamiento de los carros y los claxonazos de desesperación de los conductores.

De acuerdo, pero ya que se reportó todo eso ¿qué pasa con los puntos críticos de la obra? ¿Quedan impunes?

La Procuraduría Ambiental no tiene atribuciones para llevar a cabo clausuras o actos de autoridad. Nosotros documentamos esta información y se la hacemos llegar a la Secretaría del Medio Ambiente del DF, que es la autoridad competente con atribuciones para ejercer estos actos de autoridad.

¿Y qué pasa con los vagoneros del metro? ¡Sólo están 20 decibles debajo del ruido que produce una plataforma aérea!

En este caso estamos trabajando de manera coordinada con la dirección del metro, que es a quien corresponde asegurar que el entorno dentro de las instalaciones cumpla con las normas. El Director del metro nos ha expresado que es muy difícil pescar a estos vagoneros porque ellos ya identifican perfectamente a los miembros de la seguridad del metro y en cuanto ven a alguno de ellos apagan las fuentes de ruido con las que están violando las normas. Es muy difícil comprobar en términos legales la comisión de esta infracción. Se está explorando con el metro la posibilidad de tener sitios de medición de ruido de manera permanente para que de esa manera todos contribuyamos a mantener los niveles de ruido permitidos. Este es un problema que la autoridad, por sí sola, no va a poder resolver. Todos generamos ruido. Necesitamos trabajar de manera corresponsable.

¿La PAOT tiene un mapa de ruido del DF?

Solamente hemos hecho un mapa de ruido para el Centro Histórico de la ciudad y está en línea en nuestro sitio web. De este mapa de ruido resultó la operación actual de diez puntos que nos dan mediciones en tiempo real las 24 horas del día. Esta es la primera red de monitoreo que existe en la ciudad. En el caso de este mapa, que hicimos en 2007, nos tocó cuando había ambulantes y cuando fueron retirados, eso nos mostró al principio que la fuente más alta de ruido eran las emisiones sonoras de los ambulantes, y también, por cierto, las campanas de la catedral. Cuando retiraron a los ambulantes el ruido bajó por un periodo de 15 días y luego nos encontramos con que los establecimientos mercantiles fijos empezaron a sacar sus bocinas a las banquetas y empezaron a hacer mucho más ruido del que antes se generaba. Ante esto hemos estado haciendo campañas de información ensenándole a los que generan ruido que ese ruido genera afectaciones.

¿Hay alguna ciudad modelo para el tema de contaminación acústica?

Todas las capitales europeas tienen zonas de silencio en donde no está permitido tener ruido ambiental superior a los 65 decibeles.

¿La ciudad de México aspira a tener una zona de silencio?

Es un tema que se ha discutido en grupos de trabajo. No hay ninguna iniciativa, ni propuestas entorno a ese tema.

[Silencio]

– Cynthia Ramírez

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Es politóloga, periodista y editora. Todas las opiniones son a título personal.


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