Ilustraciรณn: riftsurround

La UACM y su dignidad

Es interesante que el directorio que se ha improvisado en la UACM encuentre a la rectora culpable de haberle restado โ€œdignidadโ€. Al parecer, esta dignidad se hallaba incรณlume a pesar de que todos los involucrados conocen las desconcertantes estadรญsticas que suย  universidad ha logrado generar.
Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Los problemas en la Universidad de la Ciudad de Mรฉxico (UACM) han llegado al ritual obligado en los problemas universitarios a la mexicana: el sacrificio ritual del rector. Tres mil estudiantes, maestros y trabajadores ya le clausuraron (simbรณlicamente) las oficinas  a la rectora Esther Orozco y ya exigen su expulsiรณn (no simbรณlicamente).

 Desde que en 1986 el rector Jorge Carpizo considerรณ que su responsabilidad lo obligaba a diagnosticar las debilidades de la UNAM, y desde que, en consecuencia, seis meses mรกs tarde, la UNAM ya estaba en “huelga”, un rector de universidad pรบblica mexicana sabe que no debe zarandear el status quo (como, por ejemplo, el derecho a no titularse) si aspira a conservar su cargo.

 La evaluaciรณn que hizo la rectora de la situaciรณn en la UACM es aรบn mรกs severo que aquel de Carpizo: bajรญsimos รญndices de eficiencia, carencia de estructura y jerarquรญas, reglamentaciรณn fantasmal, etcรฉtera. Problemas de esta peculiar universidad decretada al vapor por un jefe de gobierno (el Lic. AMLO) metido  a pedagogo con objeto de ofrecer a su pueblo un “modelo innovador” que jamรกs rechazarรญa a solicitante alguno. Y en efecto, la UACM no rechaza a nadie: lo hace un sorteo (en la UACM se presume que el azar es mรกs cientรญfico que los exรกmenes de admisiรณn).

El diagnรณstico de la rectora dejรณ de ser una incitaciรณn a la autocrรญtica para acabar en un lรญo polรญtico. Un lรญo polรญtico que ya involucra a la Asamblea Legislativa del DF (ALDF), a los sindicatos universitarios nacionales, a los partidos, sus sectas y hasta sus precandidatos presidenciales, a un porcentaje de estudiantes y trabajadores “conscientes” (como el 25%), y hasta a un objetivo periรณdico que ya convirtiรณ la expulsiรณn de la rectora en una mรกs de sus misiones combativas y libertarias.

Es interesante que el directorio que se ha improvisado en la UACM encuentre a la rectora culpable de haberle restado “dignidad”. Al parecer, esta dignidad se hallaba incรณlume a pesar de que todos los involucrados conocen las desconcertantes estadรญsticas que su  universidad ha logrado generar en diez aรฑos de existencia. Al parecer, esta “dignidad” no se averiรณ por el desastre mismo sino por hacerlo pรบblico, tan pรบblico como el dinero que lo financia.  Queda claro que una universidad debe fomentar la crรญtica, pero sin cometer la exageraciรณn de incluirse a sรญ misma en el รกmbito de lo criticable.  Queda claro que lo mejor que puede hacer un rector o rectora es quedarse callado.

En un giro narrativo que ni siquiera es ya jocoso, unas profesoras de la UACM denunciaron que el diagnรณstico que hizo la rectora presenta tan malos “criterios de calidad acadรฉmica” que, de haber sido un trabajo escolar, habrรญa reprobado (lo que no importarรญa: en la UACM nadie es expulsado por incompetente: ni los alumnos ni los maestros).

Estas profesoras dicen que el diagnรณstico de la rectora consistรญa de 65 diapositivas desprovistas de coherencia. Me parecen demasiadas. En una sola habrรญan cabido estos datos objetivos, cientรญficos, democrรกticos y populares (los analiza aquรญ El Universal del 5 de mayo): sรณlo 267 de los 10 mil estudiantes que ingresaron hace 10 aรฑos han certificado todos sus crรฉditos y menos de 50 de esos 267 han logrado titularse; el 51% de sus estudiantes tiene un desempeรฑo acadรฉmico de entre cero y 2.5 en una escala de 10; el 30% (unos 4 mil) no ha logrado siquiera un crรฉdito acadรฉmico; el 70% restante no ha logrado acreditar siquiera la mitad; de seguir tal tendencia, a miles de esos estudiantes les tomarรก entre 50 y 100 aรฑos terminar sus estudios con un “alto nivel pedagรณgico”.

¿Quรฉ hacer ante tal situaciรณn? Lo que ordenan los cรกnones: declarar averiada la dignidad (pero no la de los causantes, a quienes cada estudiante de la UACM le cuesta 60 mil pesos anuales, sino la de la universidad misma). Y, desde luego, exigir la expulsiรณn no de quienes toleran y/o propician ese estado de cosas, sino de quien ose criticarlo. Es una pena que esto suceda en una joven universidad que se ufana de su “conciencia cientรญfica, humanรญstica y crรญtica”. Su lema (el apotegma de Terencio “nada humano me es ajeno”) al parecer incluye dispensa especial para la instituciรณn que lo proclama… 

 

            Publicado anteriormente en El Universal.

+ posts

Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: